jueves, 3 de agosto de 2023

EL CALIFATO OMEYA DE CÓRDOBA (929-1031)

1. Antecedentes.

    Tras la subida al trono a la muerte de su abuelo el 15 de octubre del 912, Abd al-Rahman III (#912-929) contando apenas 21 años, tomó la tarea de conquistar las zonas controladas por los disidentes y acabar de una vez con la peligrosa rebelión dirigida por Umar ibn Hafsun en las propias tierras andaluzas. Así toma Écija, Jaén, Elvira, Málaga, Sevilla, Carmona y Niebla; y en el 916 dirige sus empresas militares hacia la zona del levante, tomando el castillo de Orihuela, capital de la cora de Tudmir.
    El más importante foco de rebelión era el que mantenía Umar ibn Hafsun desde el 878 en la zona malagueña de Bobastro, así en 914 inició las primeras aceifas contra el rebelde “cristiano”. En el 918 moría Hafsun, sucediéndole primero su hijo Cháfar, y después su otro descendiente Sulayman, que fallecería en el 927. A la muerte de este, le sucede su hermano Hafs, que finalmente decidió entregar la fortaleza y pedir clemencia al emir el 16 de enero de 928(1).

2. ABD AL-RAHMAN III. CALIFA OMEYA DE CÓRDOBA

    Los éxitos interiores en el valle del Guadalquivir, Andalucía oriental y levante; y exteriores en la costa magrebí, dan a Abd al-Rahman III (#929-961) la autoridad necesaria para autoproclamarse(2) el 16 de enero del 929 Khalifa rasul-Allah (sucesor del enviado de Dios) y Amir al-Munimin (emir de los creyentes)(3). El califa ostentaba todo el poder religioso, militar y político, siendo un monarca autócrata de poder absoluto. Durante su reinado la España musulmana alcanzó su mayor apogeo cultural y económico(3).
    En 936 Abd al-Rahman III toma la decisión de construir la gran ciudad califal de Madinat al-Zahrá (Medina Azahara)(2) a las afueras de Córdoba, entre los años 936 y 976, la ciudad aglutinará las labores tanto administrativas como residenciales del califato(5).

ABD AL-RAHMAN III 
(C) https://historiaybiografias.com/historia-de-abderraman-i-primer-emir-de-cordoba/

La actividad califal se centraría en tres grandes focos, las marcas, la política norteafricana y la contención de los reinos cristianos(1).

2.1. Las Marcas, el Califato Fatimí del Norte de África y la contención de los reinos cristianos

    Las Marcas, fronteras neutrales entre reinos, representaban la base de contención al avance enemigo, los gobernadores tenían privilegios militares y políticos que les permitían perpetuar sus linajes; las Marcas eran: Zaragoza, la superior, Toledo la media, y Badajoz la inferior(1), tomadas por las tropas emirales en 937, 932 y 930 respectivamente(2).    
    En el norte de África se había establecido el califato Fatimí en el año 909, para algunos historiadores, el motivo de la proclamación como califa de Abd al-Rahman III fue el de contrarrestar el poder político y religioso que estos estaban protagonizando en el norte de África. La primera acción del califa para contrarrestar este poder fatimí, fue la toma de Ceuta en 931, que supondría el dominio del estrecho de Gibraltar; para posteriormente tomar Tánger en el 955. Las contraofensivas fatimís no conseguirían arrebatar estas dos plazas al califa cordobés.
    Diez años después de su autoproclamación, en 939, Abd al-Rahman sufre la derrota frente a los leoneses en Simancas. Donde el propio soberano pierde su cota de mallas de oro y un Corán de valor incalculable; esta derrota, unida a las dificultades internas leonesas a la muerte del rey Ramiro II en 950, ayudó a restablecer las Marcas omeyas(2). La derrota llevó al califa a abandonar toda participación en las batallas, dedicándose a partir de ahora a reconstruir la base de su poder, y sobre todo a construir la ciudad palatina de Medina Azahara(1).

MEDINA AZAHARA
(C) Julián Luque Fotógrafo
https://www.medinaazahara.org/historia-medina-azahara.html

2.2. República Marítima de Bayyana (Pechina)

    A mediados del siglo IX los emires cordobeses atrajeron a tribus árabes yemeníes a la costa almeriense (donde se situaba la antigua Urci romana) con la intención de hacer frente a las incursiones que efectuaban en al-Andalus los infieles vikingos (madjus)(6), la población mayoritaria que habitaba Urci era muladí y unas numerosas minorías de mozárabes y judíos(7). Estas tribus crearon el iqlim denominado Urs al-Yaman, con capital en Bayyana. Sería durante el mandato de Abd al-Rahman II cuando se hizo el primer intento omeya de crear una flota estatal para defenderse de los madjus, pero no llegaría a cristalizar(6).
    En el 877(7) los bahriyyun andalusíes de las costas de Ilbira y de Tudmir, se instalan al este de Urs al-Yaman, consiguiendo con el tiempo derrocar a los árabes de Bayyana. Estos eran marinos sin lazos de dependencia, que llegarían a ser considerados incluso como piratas. El grado de independencia de estos marineros, les llevó a ser entidades autónomas en la costa, recibiendo el término en nuestra zona, de “República Marítima de Bayyana” o Pechina(6) en el 884, bajo la protección omeya(7). Durante el emirato de Muhammad I, este no tiene más remedio que legitimar al gobernador elegido por ellos mismos, más centrado en la fitna (guerra civil) que mantenía el emirato.
    Con la consolidación de los estados islámicos del Norte de África y al-Andalus, los bahriyyun de Bayyana se vieron obligados a hacerse dependientes del estado omeya, consumándose la sumisión entre el 912 y 923, momento en que Abd al-Rahman III nombra a gente de su confianza como gobernador. Desde este momento Bayyana dejaría de pertenecer a la Cora de Ilbira (Granada) y formaría parte de una nueva demarcación denominada Cora de Bayyana(6).

2.3. Fundación de Al-Mariyya (Almería)

Los bahriyyun serían absorbidos dentro de la flota de guerra regular del califato, lo que llevaría al declive de Bayyana en detrimento de al-Mariyyat Bayyana, lugar cercano en la costa donde existía una torre vigía. La intención del califa sería la de dominar el mar de Alborán y poder luchar contra su enemigo Fatimí de Túnez, estableciendo una ciudad bien fortificada que fuese sede del almirantazgo y de la flota califal. Así Al-Mariyya pasaría a ser la capital de la Cora. En el 955 el enclave costero recibe el título de medina, Madinat al-Mariyyat Bayyana, ampliándose el puerto, el recinto mural e iniciándose la construcción de la alcazaba(6).

ALCAZABA DE ALMERÍA
(C) Andrés Sánchez Domíngue
z

3. AL-HAKAM II, HISHAM II, ALMANZOR Y SUS DESCENDIENTES

    En 961 tras la muerte de Abd al-Rahman III, sube al trono su hijo al-Hakam II (#961-976). Con él comenzará el periodo de mayor esplendor del califato, fueron 15 años marcados por la paz en al-Andalus y por la convivencia entre religiones, basada en la meritocracia y la igualdad.
    Mantuvo a raya a los reyes cristianos del norte, cuyas crisis dinásticas colocaron al califato cordobés en supremacía, iniciándose un periodo de calma que durará hasta el 974. En el norte de África luchó por frenar la expansión del califato fatimí llegando a controlar buena parte del Magreb hasta el océano Atlántico. Contuvo los ataques vikingos, derrotándoles en 971 cuando intentaban atacar Sevilla. al-Hakam II, tras el ataque a Lisboa del 966, manda construir una escuadra con base en Almería para combatir al enemigo nórdico en alta mar(8).
    Hisham II (#976-1009) asciende con 11 años al poder a la muerte de su padre en 976, aprovechando su minoría de edad, se instaura una estructura de poder paralela, los amiries, que se hacen con el poder efectivo en al-Andalus, dejando al califa sin poder efectivo, recluido en su palacio. La asociación del hayib (chambelán) al-Mushafi y el visir Muhammad Ibn Abi Amir (futuro Almanzor), duró solo unos meses, ya que Ibn Abi Amir pronto se deshizo de su aliado haciéndose con el control del ejército, siendo nombrado hayib en 978. Más tarde en julio de 981 vence al viejo general Galib de la Marca de Medinaceli, tomando el nombre de al-Mansur (el victorioso). Desde entonces Almanzor gobierna al-Andalus en solitario, eliminando a todo el que se atrevía a contestar su autoridad. Incluso se construyó una residencia palatina llamada Madinat al-Zahira. Según las fuentes, inició cincuenta y siete campañas contra los cristianos, destacando la del 985 contra Barcelona, y la de 997 contra Santiago de Compostela.
    A la muerte de Almanzor en 1002, le sucede en el título de hayib su hijo Abd al-Malik, que continuaría con las grandes expediciones contra los cristianos, caso de Cataluña en 1003. A su muerte, posiblemente envenenado por este, sube al poder su hermano Abd al-Rahman (Sanchuelo) en 1008. Era un hombre vanidoso e incapaz, que llevó al califato a una crisis fatal, cuando obliga al califa Hisham a nombrarle heredero, despertando el descontento de los generales y la aristocracia árabe. Lo que derivaría, en una de las ausencias de Abd al-Rahman, en la “Revolución de Córdoba” del 15 de febrero de 1009, obligando al califa a abdicar, y destruyendo el palacio de al-Zahira(2).

ALMANZOR 
(C) https://burgospedia1.wordpress.com/2014/05/27/burgos-medieval-almanzor-contra-el-condado-de-castilla-por-francisco-blanco/

4. LA CRISIS DEL CALIFATO

    El nuevo califa, Muhammad II al-Mahdi (#1009) bisnieto de Abd al-Rahman III, produjo rápidamente el descontento de los propios omeyas y los bereberes del ejército, que se rebelan en junio de 1009, tomando Córdoba en noviembre, y nombrando nuevo califa al omeya Sulayman al-Mustain (#1009). Pero Muhammad II (#1010), con la ayuda de varios gobernadores de provincia y del conde de Barcelona Ramón Borrell, se ve reinstalado en el califato en mayo de 1010. Wadih, hombre fuerte de Muhammad II, convencido de la ineptitud de este, vuelve a nombrar califa al destituido Hisham II (#1010-1013), siendo asesinado unos meses después, para terminar por rendirse de nuevo a Sulayman (#1013-1016) en mayo de 1013. El nuevo califa dada su falta de dominio territorial, reconoció el poder de los gobernadores como premio por su neutralidad, iniciándose con el consentimiento de un poder central decadente, la división de al-Andalus en verdaderos emiratos autónomos.
    Durante la guerra civil de 1009-1013, Sulayman le había confiado a los hammudíes el gobierno de Ceuta, Tánger y Algeciras, lo que les daba el control del estrecho de Gibraltar. El miembro más influyente de esta familia, Alí ben Hammud al-Nasir (#1016-1018), reconocido por los gobernadores de Málaga, Elvira y Jayrán de Almería, marcha sobre Córdoba, matando a Sulayman, y siendo reconocido como califa. Pero en 1018, varios jefes de la región oriental y de la Marca superior, como Zaragoza, y sobre todo los jefes de la costa mediterránea, Muyahid de Denia y Jayrán de Almería, elevaron al califato de nuevo a un miembro de los omeyas, Abd al-Rahman(2). Los partidarios del omeya prepararon en Valencia un ejército para marchar sobre Córdoba, pero una vez conquistado Jaén, conocieron la noticia de la muerte de Alí ben Hammud que había sido asesinado, y que sus seguidores habían reclamado a su hermano al-Qasim, que ejercía como gobernador de Sevilla, para ocupar el trono vacante. Los omeyas proclamaron a Abd al-Rahman IV (#1018) como califa el 29 de abril de 1018, adoptando el título de al-Murtada (el que goza de la satisfacción divina)(9). Los omeyas dirigen su expedición hacia Elvira, pero los ziríes habían tomado precaución y trasladado la población a la actual Granada, más fácil de defender. Ante la férrea defensa zirí, los omeyas abandonaron el cerco, huyendo hacia Guadix, donde Abd al-Rahman IV fue asesinado por emisarios de Jayrán, quedando como califa al-Qasim al-Mamun (#1018-1021). El nuevo califa tenía cierta capacidad política, incluso se acercó a los gobernadores de las provincias poco favorables a su familia, como Jayrán de Almería y Mundir al-Tuyibi de Zaragoza(2).
    Pero poco duraría su califato, ya que en 1021 los hijos de Alí ben Hammud (sus sobrinos), se sublevaron contra él, y apoyados por los bereberes cordobeses, partiendo de su gobierno de Ceuta, desembarcaron en Málaga, expulsándole de Córdoba, quedando Yahya al-Muhtal (#1021-1023) como nuevo califa. Sin embargo, el nuevo mandatario no pudo derrotar a su tío, que se había retirado a Sevilla, y ante la inseguridad de Córdoba, el califa se replegó a Málaga, recuperando el trono brevemente al-Qasim (#1023) en marzo de 1023. Pero por su mal gobierno, los cordobeses se sublevaron, viéndose obligado a abandonar Córdoba en agosto, terminado con la dinastía hammudí, siendo nombrado el omeya Abd al-Rahman V (#1023-1024) como nuevo califa. Este duraría poco tiempo en el poder (dos meses y medio) al no poder hacer frente a los continuos disturbios, siendo ejecutado en uno de los motines por orden de su primo Muhammad II (#1024-1025), a quien los amotinados proclamaron califa.
Muhammad II fue un pésimo y cruel gobernante, que cuando supo que el anterior califa Yahya al-Muhtal estaba preparando un ejército para dirigirse a Córdoba, decide huir hacia la Marca Superior, siendo asesinado en el viaje. La vuelta de Yahya al-Muhtal (#1025-1026) en noviembre de 1025, fue también breve, ya que en marzo de 1026 ante la difícil situación cordobesa decide regresar a Málaga, dejando a su visir Abu Yafar a cargo de la ciudad(9).
    En junio de 1027 los cordobeses, tras casi un año sin califa, eligen al que sería el último califa, Hisham III (#1027-1031). Hisham no tuvo prisa por llegar a Córdoba, dejando a su visir Hakam ben Said como gobernador, quien prácticamente provocó la quiebra económica del reino al imponer un aumento de impuestos, que considerado contrario a la ley coránica, incitó a un levantamiento popular que concluye con el asesinato del visir y el destierro de Hisham III a Lérida. Esto supuso el fin del califato de Córdoba y que se abriera el periodo de los reinos de taifas(9), la existencia de un califa en Córdoba ya no tenía sentido pues no gobernaba el país, ya que en las ciudades más importantes se habían consolidado gobiernos locales que ejercían el poder real(2).

CALIFATO DE CÓRDOBA
(C) https://historiaespana.es/edad-media/califato-de-cordoba

5. LA TIERRA DE VERA DURANTE EL CALIFATO

    Como decíamos en la entrada “La Cora de Tudmir y el Emirato Independiente de Córdoba (756-929)” la Tierra de Vera pasó a manos emirales cuando Abd al-Rahman III en 924 pasa por nuestra tierra camino de Navarra(10). Desde entonces los acontecimientos en nuestra Cora se pierden en el tiempo.

La tierra de Vera permaneció en la Cora de Tudmir hasta el inicio de la guerra civil o fitna de 1009, momento en que los gobernadores de cada territorio nombrados por el califa, comienzan a gobernar en nombre del califa desaparecido Hisham II. Según al-Udrí, en 1009, los bereberes se alzaron victoriosos en la Cora de Tudmir, manteniéndose en el poder hasta la llegada del eslavo Jayrán en 1013(11), cuando comenzó a ser parte de la taifa de Almería. Jayrán daría el gobierno de la cora a su leal Zuhayr(12).

5.1. PALACÉS EN EL CALIFATO DE CÓRDOBA

    Tras la sequía del 846 y la casi despoblación de nuestra provincia, suponemos que comenzaría a repoblarse a comienzos del siglo X. Palacés se mantendría al margen de las guerras civiles cordobesas, pasaría desapercibido el domino bereber de 1009 a 1013, y seguramente, a partir de entonces tomaría partido en favor del nuevo gobernador Jayrán. Nos cuenta el padre Tapia, siguiendo a al-Udrí, que durante los años 1013-1014 la cora de Tudmir sufrió unos violentos terremotos “Todos los días se presentaban varias veces, no pasó ni un sólo día ni una noche en que no aparecieran estos terremotos. Las casas se derrumbaban, las torres se abatieron, así como los edificios altos… Muchos manantiales desaparecieron bajo tierra y surgieron otros que manaban un agua hedionda”(11). Este dato no es muy propicio para los agricultores y ganaderos de Palacés, que recuperándose de las pertinentes sequías, les venga encima terremotos capaces de destruir sus cimbras e instalaciones hidráulicas.
Este motivo pudo ser, si es que en ese momento estaba construida la atalaya de Palacés, de su destrucción, y la de no aparecer su nombre en las crónicas árabes y cristianas posteriores.

6. LA TAIFA DE ALMERÍA (1009-1031)

    Mientras esto ocurría en Tudmir, en Almería y su distrito desde el 1009, gobernaba Abd al-Rahman ibn Rawis asociado con Aflah en nombre del califa de Córdoba. Pero surgieron divergencias entre ellos que terminaron en lucha abierta, concluyendo con la salida de Rawis de Almería, que terminaría ocupando Pechina, pero al poco tiempo fue asesinado, quedando como gobernador el eslavo Aflah (#1012-1014)(13).

5.1. Jayrán

    Jayrán era un eunuco eslavo, gran oficial del ejército califal omeya(14), vinculado al servicio de la dinastía amirí de Almanzor, y designado como fatá (oficial eslavo de alto rango), pero parece improbable que fuera designado como gobernador de Almería como opinan otros autores, ya que no es nombrado por al-Udrí(15).
    Una vez iniciadas las luchas entre los dos califas Muhammad II y Sulayman en 1009, Jayrán fue en 1010 en ayuda de Muhammad para resistir el ataque bereber; pero la nueva subida al trono de Sulayman en 1013, hace que abandone la Córdoba bajo control bereber y se dirija hacia la zona de levante, de donde procedía. En junio de este mismo año se hace con el control de Orihuela y Murcia, desplazando a sus ocupantes bereberes, y en julio de 1014, Jayrán (#1014-1028) se apodera de Almería al arrebatársela al rival eslavo Aflah. Según al-Udrí, asedió Almería hasta demoler la torre del Pozo y ocupar la alcazaba(15).
    En 1016 apoya a Alí ben Hammud al-Nasir para derrocar a Sulayman, entrando con él en julio en Córdoba(15). Tras la extraña desaparición de Hisham II, encabeza el movimiento para derrocarle(14), ante lo cual el nuevo califa intenta matarle en Córdoba, consiguiendo huir hacia levante. Desde allí en unión de los dirigentes de Zaragoza y Barcelona en 1018 proclaman a su candidato Abd al-Rahman IV, pero la muerte de Hammud y el no sometimiento de Abd al-Rahman, hacen que cambien de opinión y mande asesinarle en Guadix.
    Jayrán continuó participando activamente en los sucesos de la fitna, así en 1026 tras la salida de Yahya al-Muhtal, entró en Córdoba junto a Muyahid de Denia enviado por el soberano zirí Habbus ibn Maksan. Allí permanecieron un mes hasta que por desavenencias entre ellos, Jayrán abandona la capital cordobesa y vuelve el 19 de junio al levante.
    Desde entonces el soberano almeriense permaneció en Almería hasta su muerte, de forma natural, el 25 de junio de 1028. Sus principales obras en nuestra capital son la ampliación de la mezquita aljama y el amurallamiento del arrabal. Jayrán dispuso que su sucesor fuera otro eslavo amirí, Zuhayr(15).

JAYRÁN EN LA ALMEDINA
(C) Javier Alonso / Diario de Almería

7. RÍO ALMANZORA

Viene a colación en esta entrada desmentir cualquier relación del Almanzor (al-Mansur, el victorioso) hayib amirí con el califa Hisham II, con nuestro río Almanzora. Realmente los historiadores solo encuentran relación en el significado de la palabra “al-Mansura” (la victoriosa), descrito por el escritor hispano-árabe Ibn Said como Nahr al-Mansura a cuyas orillas se alza el castillo de Purchena; y por este mismo autor e Ibn al-Jatib como Wadi-l-Mansura, en cuya zona está situado Albox. Simonet indica que el río toma el nombre de una localidad que se alza en sus orillas, llamada al-Mansura, “la victoriosa” o “el lugar de la victoria”, el mismo al-Jatib precisa que los lugares por los que pasó el rey Alfonso el Batallador entre los años 1125-26 en su expedición contra Granada fueron por este orden: Vera, al-Mansura, Purchena, Tíjola, Baza, Guadix… La localidad se corresponde, según Simonet, con la actual Almanzora, a orillas del río en el término municipal de Cantoria(16).

BIBLIOGRAFÍA

(1) Abderramán III: Construcción y consolidación del poder en el Califato Omeya de Córdoba. Laura Ezquerro Herce. Trabajo fin de grado. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Zaragoza. 2019. Páginas 15-22 y 29-39.
(2) De la expansión árabe a la reconquista: Esplendor y fragilidad de al-Andalus. Pierre Guichard. Fundación Legado Andalusí. Consejería de Cultura. Junta de Andalucía. 2000. Páginas 92-93, 98, 107-111 y 114-122.
(3) Cronología de los reinos de España. José Ángel Linares Toro. 2012. Página 24.
(4) Almería Musulmana I (711/1172). Historia General de Almería y su provincia. Tomo III. José Ángel Tapia Garrido. Unicaja obra socio- cultural. Almería 1991. Páginas 99 y 101.
(5) Historia de Medina Azahara. Medinaazahara.org
https://www.medinaazahara.org/historia-medina-azahara.html
(6) De la República Marítima de Bayyana a la Taifa de Almería. El poder en el mediterráneo andalusí. Tudmur.es
http://tudmur.es/de-la-republica-maritima-de-bayyana-a-la-taifa-de-almeria-el-poder-en-el-mediterraneo-andalusi
(7) Los judíos en Almería. María José Cano Pérez, Lola Ferre Cano y José Ramón Ayaso Martínez, Instituto de estudios Almerienses. 1989. Página 41.
(8) El esplendor del califato cordobés y el mestizaje de sus califas. Jaime Blanco Aguilar. Alquiansa Publicaciones. Páginas 6-8.
https://www.alquiansa.es/wp-content/uploads/2022/04/El-esplendor-del-califato-cordobés..pdf
(9) Califato de Córdoba. Wikipedia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Califato_de_Córdoba
(10) La Cora de Tudmir y el Emirato Independiente de Córdoba (756- 929). Palacés Histórico. 2023
https://palaceshistorico.blogspot.com/2023/05/la-cora-de-tudmir-y-el-emirato.html
(11) Historia de la Vera antigua. José Ángel Tapia Garrido. Diputación Provincial de Almería. 1987. Páginas 183-184.
(12) La ciudad y el reino de Murcia en el siglo XI. Pedro Jiménez Castillo. Cuando Almería era Almariyya. Mil años en la historia de un reino. Amigos de la Alcazaba – Instituto de Estudios Almerienses. Colección Historia N.º 51. 2016. Página 154.
(13) La taifa de Almería. condadodecastilla.es
https://www.condadodecastilla.es/tag/taifa-de-almeria/
(14) Jayrán. Lorenzo Cara Barrionuevo. Diccionario Biográfico de Almería. Instituto de Estudios Almerienses.
https://www.iealmerienses.es/Servicios/IEA/edba.nsf/xlecturabiografias.sp?ref=559
(15) Jayrán Al-Amirí. Real Academia de la Historia.
https://dbe.rah.es/biografias/17662/jayran-al-amiri
(16) Materiales para el estudio de la toponimia hispanoárabe: Nómina fluvial. Tomo I. Elías Terés. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Instituto de Filología. Departamento de Estudios Árabes. 1986. Página 380-381.

                        (C) ANDRÉS SÁNCHEZ DOMÍNGUEZ 2023