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viernes, 9 de febrero de 2024

LAS SEGUNDAS TAIFAS (1145-1172) Y LOS ALMOHADES EN AL-ÁNDALUS (1172-1224)

1. Antecedentes. El movimiento almohade

    El movimiento almohade fue promovido por Abú Abd Allah Muhammad ibn Túmart (+1078/1081-1130) en las montañas del Atlas, pretendiendo representar a la ortodoxia islámica frente a la herejía almorávide. Entre 1106-1107 emprende un viaje por al-Andalus que duraría un año(1), estudió en Córdoba, embarcando finalmente en Almería para Oriente. Allí haría estudios jurídicos y teológicos, pasando por Alejandría, la Meca y Bagdad volviendo a su tierra sobre el 1120, presentándose como el Mahdi (bien guiado por Dios) anunciado por Mahoma, siendo reconocido por sus correligionarios(2). Los almohades acusaban a los almorávides de antropomorfismo(*), y por tanto de infidelidad, por su interpretación literal del Corán. Los seguidores de ibn Túmart se llamaban así mismo los monoteístas(*)(1).
La muerte de ibn Túmart en 1130 la mantuvieron oculta los almohades durante dos años por miedo a la desmoralización, hasta que su principal discípulo Abú Muhammad Abd al-Mumin (+1095-1163) se proclama califa en 1132(2). En 1145 derrotaron dándole muerte al emir almorávide Tasufín en Orán, en 1146 arrebataron a los almorávides las ciudades de Mequinez, Ceuta y Salé, y en 1147 Marrakech. Tras la vuelta atrás de Ceuta y las revueltas de otras plazas, entre mayo y junio de 1148 se habían hecho con el estrecho de Gibraltar(3).

MAPA 2º REINOS DE TAIFAS
(C) http://reyesmedievales.esy.es/andalussegundosreinostaifas.htm

2. Los segundos reinos de taifas (1145-1172)

    Al reducirse los efectivos militares almorávides en al-Andalus, retirados para ser utilizados en el Magreb, los andalusíes se alzaron contra las autoridades y soldados almorávides de la península. Así al-Andalus volvió a fraccionarse en señoríos independientes(4). De este modo de 1140 a 1145 se establecieron diecinueve taifas, cada una con diferentes resultados(5).
    La primera revuelta importante se produjo en Mértola en el Algarve portugués a manos de Ibn Qasí en septiembre de 1144. La pérdida posterior de Mértola lleva al regulo entre septiembre y octubre de 1145 a entrevistarse con el califa almohade Abd al-Mumin y pedir su auxilio, produciéndose así la primera llegada de tropas almohades a la península(4) al mando del general Barraz. Con su ayuda, Ibn Qasí conquistó la parte occidental de al-Andalus: Tarifa, Algeciras, Jerez, Arcos, Ronda, Niebla, Mértola, Silves, Beja, Badajoz y Sevilla(6), pero entre 1150-1151 le retiró su apoyo a los magrebíes intentando unirse al rey de Portugal, siendo asesinado por los rebelados de la taifa de Silves en 1151(4).

Estudiaremos aquí a las más importantes para nosotros por proximidad y relación:

2.1. Taifas de Murcia y Valencia

    Abú Yafar Ahmad ibn Hud, hijo del último rey de Zaragoza Abd al-Malik, autodenominado “Sayf al-Dawla” (espada del estado), y latinizado Zafadola (#1146-1146), heredó de su padre la fortaleza de Rueda de Jalón en 1130. Desde el principio de su reinado se alió con el aragonés Alfonso I el Batallador, pero sus relaciones nunca fueron buenas, así que pidió protección a Alfonso VII de Castilla y León. En 1132 Alfonso VII le intercambió Rueda de Jalón por sus posesiones de Toledo y Extremadura, lo que benefició a Zafadola en su pretensión de unir al-Andalus contra los almorávides que habían depuesto a su familia, los Bení Hud de Zaragoza. Junto al rey castellano, Zafadola realizó algaradas contra los almorávides, llegando a tomar Córdoba, Jaén, y Granada en 1145, para terminar en enero de 1146 siendo reconocido por ibn Tahir como soberano de Murcia, y posteriormente de Valencia por Ibn Iyyad.
En 1146 Zafadola combatía a los enemigos almorávides por tierras de Jaén y Albacete, necesitando ayuda de los castellanos, el rey le envió sus huestes, pero tras la primera batalla, los “pardos”, soldados mercenarios de frontera, se negaron a darle el botín, asesinando a Zafadola cerca de Chinchilla el 5 de febrero de 1146. En la misma batalla murió el walí de Valencia Abd Allah ibn Mardanish, siendo sustituido por su sobrino Muhammad ibn Mardanish(7).

ZAFADOLA
(C) https://cihispanoarabe.org/news/zafadola-un-andalusi-muy-hispano/#prettyPhoto/0/

    En Murcia y Valencia se impusieron ostentando el poder durante un periodo de tres turbulentos años seis gobernantes distintos, alternándose en el poder en nueve gobiernos diferentes entre marzo de 1145 y octubre de 1147. A la muerte de Ibn Iyyad (#1145-1147) entre finales de septiembre o principios de octubre de 1147, fue designado su sucesor Ibn Mardanish (#1147-1172) imponiéndose al resto de candidatos(8).
    Durante los primeros diez años de su emirato “el Rey Lobo” tiene una existencia tranquila, extendiendo sus límites por el norte hasta Tortosa y Lérida, y al sur hasta Almería en manos castellanas, manteniendo buenas relaciones con los soberanos castellanos(9); pagando a estos tributos, caso de Alfonso VII, Sancho VI de Navarra y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona(10). Pero después de esta primera fase se encuentra con la presión de los almohades, que después de conquistar Granada en 1155, último reducto almorávide de la península, y Almería a los castellanos en 1157, se habían extendido al resto de al-Andalus. El emir murciano utiliza la estrategia de “huida hacia adelante” apoderándose temporalmente de Jaén y Córdoba(9), entrando incluso en en Granada en 1162(11). La presión almohade se hace patente en 1165 cuando le atacan en la propia Murcia, siendo derrotado y obligado a encerrarse en la capital murciana(12). En 1169 su suegro, ibn Hamusk, le traiciona, entregando a los magrebíes Jaén, comenzando así a decrecer sus dominios(11); lo que unido a la subida masiva de impuestos para pagar tributos a los reyes hispanos, le hace impopular. Abandonado por sus aliados, durante los últimos años de su vida se repliega en su emirato hasta su muerte en 1172(9). En 1171 el murciano había pedido ayuda a los cristianos para defender Lorca ante los almohades, pero la sublevación del pueblo lorquino contra estos, hizo que Abú Hafs, hermano del califa, tomara la ciudad(13). Sus hijos, una vez muerto ibn Mardanish, entregan a los almohades sus posesiones(9).

2.2. Taifa de Almería

    En Almería no fue diferente que en el resto de las ciudades de Al-Andalus, los almerienses expulsaron a los almorávides, ofreciéndole el cargo de caíd a Abú Abd Allah ben Maymun, precedente de Denia, y almirante de la flota almeriense, pero este rehusó. Aunque según parece ibn Maymun, si estuvo de gobernador durante algún tiempo en nuestra capital. Finalmente fue nombrado ibn al-Ramimí, que la mantuvo hasta la toma de Almería.
    Según los cronistas de la época, la toma de Almería fue una cruzada organizada para acabar con los corsarios de ibn Maymun que desde su puerto atacaban los fondeaderos mediterráneos. Aunque también hay opiniones que fue el gran impulso de la artesanía textil de la seda y el lino desarrollada en Almería la que produjo la envidia de catalanes y genoveses. Para Alfonso VII de Castilla y León fue la manera de hacerse con un puerto en el mediterráneo en su lucha con los aragoneses. Lo que unido a los motivos religiosos de ambiente de cruzada de la época contra los musulmanes promovida por el papa Eugenio III, impulsaron a los genoveses a preparar una armada contra los sarracenos de Almería en el verano de 1146. Esta primera incursión no fructificó ya que los italianos no contaban con las armas necesarias para un largo cerco, pero consiguieron que ibn Maymun dejara Almería. Los genoveses pactaron con Alfonso VII que tomara a su cargo la empresa de conquistar y destruir Almería, oferta que fue aceptada por el castellano. El rey castellano-leonés intervino en la firma de una tregua entre el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, y el de Navarra, García Ramírez, mientras durara el asedio de Almería, uniendo a ambos en la empresa contra nuestra capital. Finalmente la intercesión del obispo de Astorga unió a la empresa a los señores del Mediodía francés y Pisa(14).

CORONACIÓN DE ALFONSO VII DE LEÓN Y CASTILLA
(C) Fragmento de la vidriera catedral de León (C) Martinezld

    La llegada a Almería de las fuerzas de la “cruzada” se produjo de forma escalonada, los primeros en llegar a principios de junio de 1147 fueron los genoveses y pisanos estableciéndose en Cabo de Gata. Más tarde, aproximadamente a mediados de julio llegaron los catalanes y franceses; para finalizar con la entrada de las tropas hispanas dos meses después, a mediados de septiembre. Las tropas italianas y catalanas llegaron por mar, pero Alfonso VII tuvo que hacerlo abriéndose paso desde Toledo hasta Almería conquistando Andújar y Baeza en manos almohades.
    Ante la tardanza castellana, las tropas conjuntas de Italia, Cataluña y Francia intentan un primer asalto, pero las tropas genovesas fueron repelidas en la playa, aunque ante la llegada del refuerzo catalán, hace que los musulmanes se replieguen a las murallas. Mientras el ejército asaltante montaba el campamento, hizo su entrada el rey castellano-leonés. Dedicaron todo el mes de septiembre al asedio de la fortaleza; y en la primera quincena de octubre los almerienses decidieron pedir paz a Alfonso VII sin contar con el resto de combatientes. Los genoveses enterados del engaño decidieron tomar al asalto la ciudad el día diecisiete de octubre, preparando sus huestes durante la noche junto a las catalanas. A la mañana siguiente, al toque de trompeta asaltan Almería, que no resistiría nada más que tres horas; quedando castellanos y navarros en la retaguardia.
    Las tropas aliadas destruyeron casi por completo la capital almeriense, y se llevaron gran cantidad de cautivos, incluidos mujeres y niños(15).
Durante los primeros años después de la conquista, Almería quedó al mando de una guarnición genovesa pero bajo la soberanía de Alfonso VII; volviendo las armadas aliadas a Barcelona y Alfonso VII a Castilla. La guarnición genovesa se mantendría hasta fecha indeterminada entre 1149 y 1151, momento en que abandonan la capital, bien por la presión castellana y su aliado ibn Mardanish, o bien por la nueva llegada a aguas norteafricanas de la escuadra del almirante ibn Maymun(16)

2.3. La Tierra de Vera en época de las segundas taifas

    Dejábamos a la tierra de Vera despoblada tras el paso de Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, en su incursión por el valle del Almanzora en 1125, llevándose a los mozárabes para repoblar el valle del Ebro; y la deportación al Magreb por los almorávides de los que le ayudaron en 1128. Aunque terminó repoblada por beréberes traídos por estos(17), no fue suficiente para considerar nuestra comarca convenientemente poblada. Seguimos bajo la influencia de Lorca, repercutiéndonos los constantes cambios de emires en la segunda taifa murciana; primero bajo el dominio de Zafadola, y a su muerte en manos del “rey Lobo” ibn Mardanish(18).
    En el Almanzora se conoce la rebelión contra los almorávides de ibn Miqdam en Purchena(19), esta taifa se mantuvo desde 1145 hasta 1150, cuando paso a manos de ibn Mardanish(20).
    Pero a la comarca llegarían nuevos pobladores, ya que en 1147 tras el asedio a Almería por los cruzados, parte de la población, según los cronistas unas 10.000 personas, consiguen huir de la capital almeriense y refugiarse en la tierra de Vera bajo el amparo de su nuevo señor ibn Mardanish(18). Suponemos que bastantes volverían a Almería, pero otros permanecerían en nuestra tierra.
    En 1151 se firma el tratado de Tudilén entre el rey castellano-leones Alfonso VII y Ramón Berenguer IV como príncipe de Aragón, en este, además de repartirse el reino de Navarra una vez muerto García Ramírez, quedaban para Aragón el territorio de Valencia, Denia y la ciudad de Murcia, a excepción de los castillos de Lorca, Vera y sus tierras, que quedaban para la conquista futura de Castilla(21).
    Aventuramos que ibn Miqdam quedó como gobernador purchenero bajo dominio murciano, aunque Manuel Espinar nos indica varias teorías sobre este personaje, una de ellas es que en 1165 cuando los almohades desde Vera llegaron por el Almanzora hasta Castril, Baza y otras poblaciones; el alcaide de Purchena, ibn Miqdam, se sublevó contra los almohades y se pudo al servicio de ibn Mardanish(22). Desconocemos si este personaje de Purchena influyó sobre nuestro pueblo, o nos mantendríamos bajo el paraguas de la ciudad de Vera.
    Sea como fuere, el padre Tapia nos indica que en el verano de 1171 ante el apoyo cristiano a Mardanish, los lorquinos se rebelan, permitiendo la entrada de los almohades en nuestra zona. Los magrebíes ponen de guarnición en Lorca un destacamento de la tribu de Tinmallal y en Purchena otra de la de Kumya. La tierra de Vera se sumerge durante más de un siglo en el anonimato almohade(23).

EXTENSIÓN DE LAS POSESIONES DE IBN MARDANISH
(C) https://caminandoporlahistoria.com/ibn-mardanish-rey-lobo/

3. Los Almohades en al-Andalus

    Una vez tomada Sevilla en 1148 por el general Barraz, la conquista almohade sufre un retroceso al llegar la falsa noticia de su derrota en el Magreb por una grave sublevación. Las taifas conquistadas se sublevan hasta la llegada de un nuevo general, Yusuf ibn Sulayman, que dirigió las operaciones de la nueva sumisión de las taifas. Mientras, Alfonso VII saca partido de la situación y hostiga en Córdoba a ibn Ganiya, recuperando Úbeda y Baeza; pero el pacto de ibn Ganiya con los almohades con la condición de entregar Córdoba y Carmona, obliga al rey castellano a levantar el asedio de Jaén; entonces ibn Ganiya se traslada a Granada intentando que el último reducto almorávide al mando de al-Lamtuni se pasara bajo el poder almohade; en 1149 moriría en Granada ibn Ganiya.
    Alfonso VII volvió otra vez a asediar Córdoba pero fue repelido por tropas llegadas de las taifas vecinas y refuerzos del Magreb(24). Las tropas de refuerzo constituidas por veinticinco mil jinetes desembarcan en Algeciras y ocupan Jerez, viniendo a conquistar Granada, dejando esta empresa para continuar hacia Murcia, pero emprendiendo la retirada cerca de la ciudad al saber de la llegada de Alfonso VII que se dirigía por Lorca hacia Guadix(25).
    En 1156 el gobernador almorávide de Granada al-Lamtuni viendo sus escasas fuerzas y el continuo avance almohade, escribe al califa pidiéndole la paz y ofreciendo entregar la ciudad, este envió al almirante Sulayman a recibirla. Así quedaba libre el paso de los magrebíes hacia Almería(26).

3.1. Conquista de Almería

    Los historiadores nos indican dos fechas de ataques almohades a Almería, una en 1148, de la que no dan detalles; y otra en 1151 donde parten desde Ceuta las naves almohades comandadas por Sulayman. Al llegar a Almería, atacan primero los barcos del puerto, para posteriormente asaltar el interior de la ciudad, pero volviendo con el botín sin intentar conquistar la alcazaba(26).
    A mediados de 1156 los talibes(*) almohades envían una columna a reconocer las defensas de Almería, retirándose a Berja y avisando a Granada de la poca defensa de la ciudad y la oportunidad de su asedio.
El padre Tapia nos señala que las fuerzas almohades venidas de Granada y la escuadra de Ceuta para bloquear las costas llegaron a Almería a principios de febrero de 1157, tardando cuatro meses en cercar los arrabales y la medina, y otros tres en asediar la fortaleza. La guarnición cristiana ante el ataque pidió ayuda a ibn Mardanish y este a Alfonso VII. El ejército castellano y murciano formado por 18.000 hombres llegó a nuestra capital en los primeros días de junio, sitiando a los almohades que acosaban la alcazaba. Pero una vez avisado el califa del ataque castellano, decidió personalmente acudir con sus huestes, a la vez que enviaba a su hijo Yusuf con tropas desde Sevilla. Abd al-Mumin salió de Marrakech, pero en su viaje le llegó la noticia de la retirada castellana, volviendo a su capital.
La noticia de la llegada del califa ofrecida por el reyezuelo de Guadix que se había pasado al bando aliado hizo desistir a los castellanos, que viendo imposible la toma de Almería se retiraron. Los murcianos volvieron a su tierra, y el rey castellano se dirigió a Granada pensando encontrarla desguarnecida, pero parte de las tropas sevillanas habían pasado a la capital granadina, obligando al castellano a retirarse dirección a Castilla. Perseguido por las tropas almohades, en su huida fue perdiendo sus dominios sobre Baeza y Úbeda. Alfonso VII no terminaría su viaje de vuelta, ya que moriría en Sierra Morena el 21 de agosto de 1157.
Una vez retirados los aliados el asedio duró un mes más, hasta que los defensores capitularon por falta de víveres, pactando su retirada a las costas de Murcia(27).

3.2. Consolidación almohade

    Tras la toma de Almería, los almohades pararon su expansión por al-Andalus para extender su dominio por Ifriqiya; momento que fue aprovechado por ibn Mardanish y su suegro ibn Hamusk para cercar Córdoba, y apoderarse de Úbeda, Baeza y Jaén, donde quedó de alcaide ibn Hamusk. Este atacó Granada, gobernada por el hijo del califa Utmán en 1162 entrando en ella en complot con los judíos, muladíes y mozárabes; los almohades pidieron socorro al califa, pero fueron derrotados por ibn Hamusk con ayuda de tropas del rey Lobo cerca de Granada. El califa envió un ejército de 20.000 hombres al mando de sus hijos Yusuf y Utmán, y Sulayman, infligiendo una gran derrota a los murcianos el 13 de julio(28).
    Abd al-Mumin preparaba un poderoso ejército a finales de 1162 para actuar contra ibn Mardanish cuando le sobrevino la muerte en marzo de 1163. Le sucedió su hijo Abú Yaqub Yusuf I (#1163-1184) tras la oposición de sus hermanos y varios jeques, lo que llevó al abandono de la preparación del ataque a Murcia por un tiempo. Pero en 1165 tras la derrota del gobernador de Córdoba contra ibn Mardanish, el califa decidió de nuevo enviar sus tropas desde Marrakech para atacar al murciano(29).
    En 1167, en Purchena se rebela contra los almohades su alcaide ibn Miqdam, que atravesando la sierra de los Filabres llega hasta Almería(30) desguarnecida por las tropas de Sulayman, tomándola en nombre de Mardanish. Este debido al vasallaje y amistad que mantenía con el reino castellano, se la cedió a Castilla, dejando como alcaide de esta a ibn Miqdam(29). Pero dos años después, Almería se amotinó, apresando a ibn Miqdam y entregándole a los almohades, que aprovechando la situación ocupan Tahal y Purchena terminando por dominar todo el Almanzora(30).
    Castilla y León por entonces tenían problemas de sucesión, ya que a la muerte de Alfonso VII sus posesiones se dividieron entre sus dos hijos: Fernando II (#1157-1188) que heredaría el reino de León y Sancho III (#1157-1158) el de Castilla; pero la muerte temprana de Sancho, produjo la subida al trono de su hijo Alfonso VIII (1158-1214), menor de edad, lo que originó una lucha de poder entre las casas de Lara y de Castro(31).

ALFONSO VIII
(C) https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/alfonso_viii.htm

3.3. Los almohades contra ibn Mardanish

    El 8 de septiembre de 1165 salió de Sevilla el ejército almohade dirigido por los dos hermanos del califa: Abú Hafs Umar y Abú Said Umar. Pasaron por tierras de Jaén, tomando Andújar, llegaron a Baza para esperar al contingente granadina, pero no pudieron tomarla; de el altiplano granadino pasaron a los Vélez que se entregó sin resistencia. Viendo que Lorca estaba bien defendida continuaron hacia Murcia, pero al observar que ibn Mardanish la había puesto en defensa, tras una lucha con jinetes murcianos cerca de la capital, se volvieron en octubre de nuevo a Sevilla(29).
    En 1168 Yusuf I decide terminar de una vez con ibn Mardanish, así que envía a Córdoba a su hermano Ibrahim con un fuerte ejército encargándole el ataque a los levantinos. En marzo de 1168 los murcianos salieron de Guadix para hacer razias sobre Ronda, pero a la vuelta se encontraron con los almohades que les arrebataron el botín. El califa envía en marzo de 1169 cartas a ibn Mardanish e ibn Hamusk invitándoles a abrazar el dogma almohade. La invitación fue aceptada por ibn Hamusk, pero no por ibn Mardanish, que incluso atacó Jaén en posesión de su exsuegro.
    En Almería el cuñado del rey murciano, al-Basti, se unió al bando almohade apresando al gobernador ibn Miqdam, que terminaría siendo ejecutado. Así Almería paso a poder magrebí en septiembre de 1169.
    En mayo de 1171 los almohades comienzan la campaña contra el murciano, por tierras de Jaén, sitiando a Murcia a continuación. En el verano de 1171 se rindió la fortaleza de Lorca y posteriormente Elche y su territorio. Poco después el hermano de rey murciano Hayyay Yusuf rindió Valencia. Una vez tomada Valencia, el rey Yusuf I visitó la ciudad, volviendo visitando sus conquistas levantinas a Córdoba.
Este mismo año ibn Mardanish enferma, muriendo el 28 de marzo de 1172. Antes de morir, el rey aconseja a sus hijos que se entregaran a los almohades antes de ser atacados por ellos. Un mes después de su muerte, su primogénito Hilal viajó a Sevilla a ofrecerse al rey almohade(32).

IBN MARDANISH "REY LOBO"
(C) https://caminandoporlahistoria.com/ibn-mardanish-rey-lobo/

3.4. Contraofensivas almohades y cristianas

    En 1173 los reinos castellanos tuvieron que firmar treguas con el califa almohade dadas las malas cosechas y la falta de recursos; esta fue aprovechada por Yusuf I para atacar al reino de León y tomar Cáceres.
En enero de 1177, Alfonso VIII de Castilla asedia Cuenca, rompiendo la tregua con los almohades, que respondieron atacando tierras de Toledo. Al mismo tiempo, Fernando II de León va sobre Jerez, y los portugueses asolan las tierras de Sevilla y el bajo Guadalquivir. Ante esto los almohades toman Talavera, pidiendo ayuda al califa marroquí.
    En 1184 el rey Yusuf I volvió a la península pasando por Sevilla para ir a Santarém sitiándola, ante la llegada de Fernando II el almohade se retira, pero advertidos los de Santarém hirieron al califa, que moriría unos días después.
    Abú Yusuf Yaqub al-Mansur (1184-1199) fue proclamado en Sevilla emir a la muerte de su padre. En 1190 el califa cruzó el estrecho contra Portugal, ya que mantenía las treguas con castellanos y leoneses(33).
En 1191 una expedición dirigida por el arzobispo de Toledo Martín López de Pisuerga llegó hasta las tierras de Jaén y Córdoba, volviendo cargados de botín después de haber arrasado tierras y fortalezas.

3.4.1. Batalla de Alarcos

    En 1195 el califa cansado de los ataques cristianos decidió aplastarles de una vez por todas, así en mayo cruza el estrecho pasando por Sevilla y Córdoba, internándose en junio por Despeñaperros hacia el interior de Castilla. Ante la amenaza almohade, Alfonso VIII convoca sus tropas en Toledo marchando hacia el sur hacia la fortaleza en construcción de Alarcos. El 15 de julio las tropas de al-Mansur se presentaron ante la villa, allí le esperaban los castellanos, decidiendo presentar batalla a los magrebíes sin esperar a la ayuda de Alfonso IX de León. El miércoles 19 de julio los ejércitos se encontraron frente a frente, las tropas del visir Abú Yahya hicieron frente a la envestida carga de los castellanos, primeros en comenzar la batalla; pero los almohades cortaron la retaguardia de la caballería al atacar la reserva castellana en la colina, aprovechando los arqueros sarracenos para abrir fuego sobre la caballería castellana. Pero Alfonso VIII no contaba con la llegada del resto de la hueste almohade al frente del califa al-Mansur, provocando que el ejército castellano huyera despavorido presa del pánico ante la superioridad musulmana. Incluso el propio rey castellano vió peligrar su vida, si no es por la ayuda de sus nobles que le ayudaron a llegar a Toledo(34).
    La derrota castellana fue aprovecha por los propios cristianos para atacar Castilla, así Alfonso IX de León entre en Tierra de Campos, y Sancho VII de Navarra amenaza Soria y Almazán; el rey castellano solo contaría con la ayuda del rey aragonés Pedro II. Y lógicamente por los musulmanes, que durante los próximos dos años vió como estos le arrebataban las principales fortalezas de la frontera: Calatrava, Alarcos, Malagón, etc. llegando incluso las tropas sarracenas hasta la misma Toledo y Alcalá; y en una segunda campaña en 1196 hasta Trujillo, Talavera y Escalona. En 1197 llegó hasta las puertas de Toledo, Madrid y Guadalajara, volviendo luego hacia Cuenca y Alarcón. Para bien de los castellanos, una nueva insurrección almorávide en el norte de África obligó al califa a plantear una nueva tregua, volviendo el califa al Magreb en abril de 1198. Al-Mansur volvería enfermo a su tierra, donde moriría en enero de 1199(35).

BATALLA DE ALARCOS 1195
(C) https://arrecaballo.es/edad-media/la-reconquista/invasion-almohade-1-147-1-230/

3.4.2. Batalla de las Navas de Tolosa

    A Abú Yusuf al-Mansur le sucedió su hijo Abú Abd Allah al-Nasir (#1199-1213). Durante su califato se pone de manifiesto la incapacidad almohade de resistir los envites simultáneos en el norte de África y en al-Andalus. Confiado en las treguas con los cristianos, no se percibe de la alianza en la península(36).
    En 1209 Alfonso VIII considerándose suficientemente preparado para la victoria sobre los almohades, quebranta las treguas y reanuda las hostilidades contra los musulmanes, con una expedición sobre tierras de Jaén.
    El califa “Miramamolín”, sobrenombre por el que los cristianos conocían a al-Nasir (deformación del árabe Amir al-Muminin “Príncipe de los creyentes”), convocó a su ejército abandonando Marrakech en febrero de 1211, llegando a la península en mayo. Se estableció en Sevilla y atacó una presa supuestamente fácil: Salvatierra, fortaleza aislada de Castilla, pero que resistió el asedio dos meses y medio y se entregó por capitulación, volviendo el califa de nuevo a la capital sevillana para aumentar su ejército.
    Mientras, el rey castellano Alfonso VIII preparaba sus alianzas para la batalla, intenta que el papa Inocencio III declare la expedición como cruzada, y el apoyo del resto de reyes cristianos, ya que sólo contaba con el del aragonés Pedro II(37). Con el impulso del arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, a la llamada del rey castellano acudieron Sancho VII de Navarra, Pedro II de Aragón(38), y las órdenes militares de los Templarios, Hospitalarios, Uclés y Calatrava. Saliendo hacia Sierra Morena en junio de 1212.
    Una vez llegados al campo de batalla de las Navas el 14 de julio, el ejército cristiano se ordenó dividido en tres cuerpos y estos en tres líneas: vanguardia, centro y reserva; comandados por D. Diego López de Haro, los caballeros de las órdenes militares, y los reyes de Castilla, Navarra y Aragón según la disposición de los ejércitos en las cruzadas. El lunes 16 de julio de 1221 comenzó la batalla, la iniciativa del combate corrió a cargo de D. Diego López de Haro que avanzó por las primeras líneas almohades, aunque con resultados desalentadores. Pero el ataque de las tropas de los reyes cristianos llegando hasta el palenque del califa Miramamolín, propiciando que los musulmanes abandonaran el combate y se dieran a la fuga. Durante los días siguientes los cristianos prosiguieron hacia el sur, llegando hasta Baeza y Úbeda, para finalmente regresar Alfonso VIII victorioso a Toledo(39).

BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA 1212
(C) Francisco Paula Halem. Palacio del Senado. Madrid

3.4.3. La Tierra de Vera en la ocupación almohade

    Lamentablemente no disponemos de noticias sobre la Tierra de Vera desde que en el verano de 1171 los lorquinos se rebelan ante ibn Mardanish, permitiendo la entrada de los almohades en nuestra zona. Y como dice el padre Tapia, desde entonces la tierra de Vera se sumerge durante más de un siglo en el anonimato almohade(23).

4. Declive almohade

    Tras la pérdida de la batalla de las Navas de Tolosa, el califa almohade se retiró a su alcázar de Marrakech, donde fue asesinado por sus propios cortesanos. Dejaba como sucesor a su hijo casi adolescente, Abu Yaqub II al-Mustansir (#1213-1224). Su poder fue sólo testimonial ya que el gobierno estuvo en manos de sus tíos junto a dos jeques almohades con cargo de visires. La lucha interna entre estos dos visires: Musa ibn Yúyyan e ibn Ibrahim ibn Yami, supuso el destierro del primero a al-Andalus. Ibn Yúyyan logró convencer a Abú Muhammad Abd Allah, hermano del califa al-Nasir, por entonces gobernador de Murcia, para que se proclamara califa de al-Andalus en contra del califa de Marrakech(40).
    La muerte de Pedro II de Aragón en 1213 y Alfonso VIII de Castilla en 1214 impidió a los cristianos explotar el éxito de las Navas(41).

Pero esto será otra historia…

VOCABULARIO

* ANTROPOMORFISMO (R.A.E.): Conjunto de creencias o de doctrinas que atribuyen a la divinidad la figura o las cualidades del ser humano.
* MONOTEÍSMO (R.A.E.): Creencia en un solo dios.
* TALIBE (TALIBÁN) (R.A.E.): Perteneciente o relativo a un movimiento integrista musulmán surgido de una escuela coránica pakistaní y desarrollada en Afganistán.

BIBLIOGRAFÍA

(1) Almería musulmana (1147-1482). Historia General de Almería y su provincia. Tomo III. José Ángel Tapia Garrido. Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Almería. 1978. Pág. 2-3.
(2) El pensamiento de Ibn Túmart sobre la unicidad de Dios y sus repercusiones en el discurso teológico del círculo toledano del arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada. Carlos de Ayala Martínez. Trabajo de licenciatura. Universidad Pontificia de Comillas. Facultad de Teología. 2015. Pág. 6-11.
(3) Los reinos de taifas y las invasiones magrebíes (Al-Andalus del XI al XIII). María Jesús Viguera Molins. Colección Al-Andalus. Editorial Mapfre. 1992. Pág. 216-217.
(4) Ibídem. Los reinos de taifas y las invasiones magrebíes… Pág. 189-191.
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(17) Los primeros reinos de taifas (1031-1086) y los almorávides (1086-1145). Palacés Histórico. 2024
https://palaceshistorico.blogspot.com/2024/01/el-final-de-la-taifa-de-almeria-los.html
(18) Historia de la Vera antigua. José Ángel Tapia Garrido. Diputación de Almería. 1987. Pág. 189.
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(25) Ibídem. Almería musulmana (1147-1482). Pág. 13-14.
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 https://es.wikipedia.org/wiki/Sancho_III_de_Castilla
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(37) Tácticas en la batalla de las Navas de Tolosa. Juan Eslava Galán. Cuadernos de Estudios Medievales y Ciencias y Técnicas Historiográficas 6-7. 1981. Pág. 45-46.
(38) La batalla que cambió la historia. Julia Pavón. Nuestro Tiempo, revista cultural y de cuestiones actuales n.º 718. Noviembre-diciembre 2011. Universidad de Navarra. 2011. Pág. 46-49.
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(41) Ibídem. De la expansión árabe a la reconquista... Pág. 215.

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