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lunes, 4 de diciembre de 2023

PALACÉS EN EL ITINERARIO DE SIMÓN DE ROJAS CLEMENTE RUBIO: 7 DE MAYO DE 1805

PORTADA. VIAJE A ANDALUCÍA...
(C) Antonio Gil Albarracín / G.B.R. Editora 2002

1. Introducción. La Ilustración en España

    A la muerte de Carlos II (1665-1700) y la subida al trono de Felipe V (1700-1746) se produjo en España un cambio de dinastía sucediendo los Borbones a los Austrias. El reformismo borbónico trajo el abandono de la política imperialista de los Habsburgo y la supresión de las fronteras interiores y de los fueros. Con el Decreto de Nueva Planta se va a abandonar la configuración anterior del Estado Español de reinos y señoríos con el predominio de Castilla, naciendo a partir de 1714 el Estado español tal y como lo consideramos hoy.
    La subida al poder de Felipe VI (1746-1759) supone el giro de un tipo de estado que tiende a la expansión, a otro más vuelto hacia el interior, más atento a las necesidades económicas y sociales de su pueblo, que sin olvidarse de la guerra, quiere potenciarse económicamente.
    Con Carlos III (1759-1788) se llega al estado propiamente ilustrado, siendo un reinado lleno de reformas, buscando lograr por encima de todo la felicidad de sus “vasallos” en todos los ámbitos. Pero el modelo fracasó debido principalmente a sus dos propósitos esenciales: no se podía renunciar a su proyección exterior, España debía continuar siendo una potencia marítima para mantener su metrópoli americana; y a la falta de presupuesto estatal y funcionariado para llevar a cabo el ambicioso plan de reformas económicas y sociales que se proponía en política interior. De ahí que muchas reformas tuviera que hacerlas el gobierno a través de los municipios y sociedades económicas.
De este modo a los municipios se les confía gran cantidad de campos: la administración de baldíos y realengos, la fijación de precios, el cuidado de huérfanos y expósitos, lo relativo a la salud, la enseñanza primaria y secundaria(1), el ejercicio de funciones policíacas y judiciales, recaudación de contribuciones, etc.(2).
    Varios factores económicos y sociales influyeron en la España del siglo XVIII, entre ellas el incremento de población (paso de 8 a 11 millones de habitantes), pero la falta de productividad aún con el incremento de la roturación de tierras(1) y la extensión de los nuevos cultivos de maíz y patata(3), supuso un desarrollo insuficiente respecto a otras naciones europeas. Otro cambio de modelo se produjo en la distribución de la población, se incrementó en las regiones litorales: Galicia, costa cantábrica, Valencia y menos en Andalucía, decayendo la Meseta. Estos problemas unidos a la continuidad de los privilegios de las aristocracias nobiliaria y eclesiástica supone el ocaso de la Ilustración monárquica borbónica durante el reinado de Carlos IV (1788-1808). Así ante una masa en mayoría indiferente, se produjo un conflicto abierto entre los que consideraban que las reformas eran insuficientes y los que pensaban que se había ido demasiado lejos, desembocando en una lucha civil. Carlos IV no estuvo a la altura de las circunstancias, por su gobierno pasaron Floridablanca, Aranda y Godoy, que desencadenaron un descontento general contra la institución monárquica. Lo que unido a la influencia de la Revolución Francesa trajo un periodo de guerras contra Francia e Inglaterra en unas condiciones económicas muy desfavorables para nuestro país. La inflación producida por la guerra, las malas cosechas, las epidemias de 1800 y 1804 agraviaron el descontento que se creyó se remediaría con la subida al poder de Fernando VII (1808, 1813-1833), pero la invasión francesa aceleró la ruina de la monarquía ilustrada(4).

CARLOS III
(C) https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/carlos_iii.htm

2. Características de la Ilustración

    El siglo XVIII se conoce como el “Siglo de las Luces”, ya que las luces de la lógica, de la razón y de la inteligencia lo iluminaban todo, personajes claves en su desarrollo fueron Voltaire, Montesquieu, Rousseau, Kant y un largo etc.
    Podemos citar entre sus características: la razón y la duda metódica, con la instauración del pensamiento crítico; la visión mecanicista de la naturaleza, olvidando la visión mágica; el enciclopedismo o recolección y publicación del conocimiento de la humanidad; el progreso y el descubrimiento por el hombre de su capacidad de transformar y dominar el mundo; el antropocentrismo situando al ser humano en el centro de todas las cosas; el laicismo ajeno a cualquier confesión religiosa; el optimismo en la capacidad racional del ser humano(5), por citar algunas de ellas.

3. La botánica en la Ilustración

    Dejándose llevar por los efluvios del cambio, la innovación y la búsqueda del conocimiento, aquellos intelectuales ilustrados se convirtieron en pioneros de sus campos de investigación. La botánica, que había adquirido un gran esplendor con referentes como Tournefort y Linneo, trataba de encajar el paso de una visión teológica y antropocéntrica del estudio de la naturaleza, a otras más materialistas y científica, en donde lo religioso dejaba de mediatizar los criterios de investigación. La ciencia del mundo vegetal recibe un gran aldabonazo con la inauguración en 1781 del Real Jardín Botánico de Madrid, y posteriormente en otras ciudades, potenciando el conocimiento de la flora española, la adaptación de las variedades americanas y la mejora en los resultados agrícolas(6).

4. SIMÓN DE ROJAS CLEMENTE Y RUBIO

    Simón de Rojas nació en el valenciano pueblo de Titaguas el 27 de septiembre de 1777 en una familia acomodada de labradores. Como cuarto hijo en la sucesión fue destinado a los estudios eclesiásticos, siendo enviado al Seminario de Segorbe(6) para estudiar latinidad. Posteriormente estudió en Valencia Filosofía, Historia Eclesiástica, Escritura y Teología, obteniendo en 1799 el grado de doctor en esta última disciplina. En ese mismo año se trasladó a Madrid para opositar a las cátedras de Lengua Hebrea y de Lógica y Ética.
    Hasta 1800 Simón de Rojas tuvo una formación botánica autodidacta, aprovechando su estancia en Madrid para incorporarse a las clases de botánica, mineralogía y química en el Real Jardín Botánico(7). En los alrededores de Madrid y en su sierra comenzó a ejercitarse en el estudio de la naturaleza, consiguiendo un herbario de más de 4.000 plantas.
    En 1802 fue nombrado profesor de la cátedra de Árabe conociendo a Domingo Badía, “Alí Bey”, un aventurero catalán(8) que junto a su familia se habían instalado en Vera en 1778. Badía presentó a Godoy el proyecto: “Plan de viaje al África con objetos políticos y científicos”, que una vez aprobado por el Secretario de Estado, propuso sumarse a su aventura a Simón de Rojas(9). En el mismo 1802 salían en una breve estancia previa por Francia e Inglaterra, preparando sus personalidades de musulmanes como la empresa preveía; para llegar en 1803 a Cádiz, de donde Domingo partió en verano dejando a Simón en la ciudad andaluza. Mientras tanto llegaba su partida, Godoy le asignó como comisionado para recorrer el reino de Granada y la Serranía de Ronda estudiando sus riquezas naturales(10).

SIMÓN DE ROJAS CLEMENTE RUBIO
(C) https://historia-hispanica.rah.es/biografias/10993-simon-de-rojas-clemente-rubio

5. VIAJE A ANDALUCÍA. HISTORIA NATURAL DEL REINO DE GRANADA

    Tras los preparativos pertinentes en su lugar de residencia, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Simón de Rojas inicia sus itinerarios por Andalucía:
* I Itinerario: Conil de la Frontera (Cádiz) 05-03-1804 – Motril (Granada) 01-09-1804.
* II Itinerario: Granada 16-10-1804 – Guadahortuna (Granada) 10-01-1805.
* III Itinerario: Granada 07-03-1805 – Granada 08-07-1805.
* IV Itinerario: Sierra Nevada 31-07-1805 – Aranjuez (Madrid) 14-10-1805.
* En julio de 1805 deja su expedición al ser nombrado bibliotecario del Real Jardín Botánico de Madrid(11).
* En 1807 vuelve a Sanlúcar como director del Jardín Experimental y de Aclimatación de la Paz.
* En marzo de 1808 tras el motín de Aranjuez, Godoy cae en desgracia, produciéndose la destrucción del Jardín Experimental de Sanlúcar.
* Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) Simón de Rojas continuó su itinerario sin ser molestado por los franceses, aunque sufriendo pérdidas de materiales y anotaciones(12).
* V Itinerario: Mina de azufre de Conil 06-08-1809 – Júzcar (Málaga) 06-10-1809(11).
    Una vez se produjo la ocupación francesa de Andalucía, Simón de Rojas se trasladó a Madrid para continuar con sus trabajos, y a comienzos de 1812 a Málaga, terminando retirándose a su pueblo de Titaguas el mismo año(13).
    Acabada la Guerra de la Independencia, se estableció en España una serie de medidas políticas encaminadas a depurar a aquellos que hubieran demostrado actitudes favorables a los invasores. Simón tuvo que someterse a la depuración para optar a su plaza de bibliotecario en el Real Jardín Botánico en el verano de 1814, volviendo a ella en febrero de 1815.
    Tras el levantamiento de Riego y la entrada Liberal en España en 1820, Simón de Rojas fue nombrado diputado por Valencia en mayo de este mismo año, pero por motivos de salud recibió licencia de retiro en septiembre de 1821 a su tierra valencia de Titaguas. Pero en 1823 con la llegada de los “Cien mil hijos de San Luis” se puso fin al régimen constitucional de la “revolución española de 1820” y la vuelta de Fernando VII supuso la huida de los liberales del Trienio Liberal y la destitución del empleo a Simón.
    Finalmente en septiembre de 1825 fue llamado a Madrid para la publicación de su obra “Historia Natural del Reino de Granada”, siendo nombrado Presidente de la Junta Directiva del Real Jardín Botánico. Pero los fríos inviernos afectaron a su delicada salud, muriendo en Madrid el 27 de febrero de 1827(14).

MAPA ITINERARIO III PÁG. 361 "VIAJE A ANDALUCÍA..."
(C) Antonio Gil Albarracín / G.B.R. Editora 2002

6. III ITINERARIO: 7 DE MARZO A 8 DE JULIO DE 1805

    El tercer itinerario lo inicia Simón en Granada el 7 de marzo de 1805 dirigiéndose en su recorrido a Dúrcal, Lanjarón, Órgiva, Torvizcón, Alfornón, Albuñol, Adra, Turón, Berja, Dalías, Roquetas, Almería, Cabo de Gata, Carboneras, Garrucha, Vera, (Palacés, Zurgena), Albox, Arboleas, Lubrín, Vera, Villaricos, Cuevas, Huércal-Overa, Vélez Rubio, Vélez Blanco, María, Puebla de Don Fadrique, La Sagra, Huéscar, Orce, Chirivel, Oria, Cantoria, Albanchez, Cóbdar, Tahal, Tabernas, Gérgal, Fiñana y Guadix, llegando el 8 de julio de vuelta a Granada para terminar este tercer viaje(15).

7. PALACÉS Y ZURGENA EN EL III ITINERARIO DE LA HISTORIA NATURAL DEL REINO DE GRANADA (7 de Mayo de 1805)

    Con el permiso del doctor en historia D. Antonio Gil Albarracín transcribimos las páginas de su edición de 2002 “Simón de Rojas Clemente Rubio. Viaje a Andalucía. Historia Natural del Reino de Granada (1804-1809)” donde describe su paso por Palacés y su llegada a Zurgena. En el formato original del autor corresponde con el Tomo III, folios 109v a 112v.

De Vera a Albox hay cinco leguas que, como son de un camino muy llano (El Real para ir a Baza), no parecen largas; parece que apenas se sube sino lo necesario del declive para que corran las aguas del Río Almanzora, lo que no llegará a 500 varas sobre el mar.
    Hasta Zurgena, por donde se pasa, hay tres leguas y una larga más hasta Arboledas.
                                PALACÉS
    
    Palacés está una buena media legua antes de llegar a Zurgena y es una hermosa llanura de regadío poblada en gran parte de olivos y llena de verdor que cultivan unos 40 ó 50 Cortijos dispersos por ella. Como veníamos de un distrito tan seco desde Vera, es inexplicable la deliciosa sorpresa que nos causó ver a Palacés.
    Desde Vera habíamos venido cruzando una vasta y árida llanura, aunque cultivada en parte y con raros Cortijos, inhabitados o caídos casi todos, llena de esparto, albardín, tomillo, bojas y romero por lo común, interrumpida sólo por pequeños cerros arenisco-arcillosos y pudingales(*). La llanura esta se iba estrechando por unas serratillas calizas (en que se ven bastantes puntas cónicas, su pequeñez las hace casi cero, parece trabar con la de Filabres), que al llegar a la vista pintoresca de Palacés, un cuarto de hora de él no corto, casi agargantaban nuestra ruta (a esta garganta llaman Puerto de la Ballabona, se eleva hasta ella insensiblemente el terreno que vuelve a a bajar para Palacés, así en ella reúnen la Sierra de Almagro y el ramal de la de Filabres). Pero en Palacés se dilata otra vez la llanura desembarazada de serratillas mezquinas y así sigue dilatándose hasta más arriba de Albox cortada por grandes ramblas y profundos barrancos, cuales deben serlo en una formación toda submarina en que domina la arena, hay muchas conchas y algún deposito de arcilla o greda bastante puros y mucha pudinga de cantos primitivos y calizos con conchas flojísimamente reunidos por la arena arcillosa. Por un lado se ve limitar a la llanura la Sierra de Filabres, que tan indignamente sitúa López, y por otro lado la Sierra de Oria y otras, todas menos altas que la de los Filabres.
    Hasta Zurgena no se toca en el Río Almanzora, que se deja luego a la izquierda en Arboledas, uno y otro Pueblo están a su misma orilla y el último se pasa por un malísimo puente. Desde el 1° al 2° se pasa varias veces el Río si no se quiere cruzar por una vereda indigna, barrancos y terreras. Así en Invierno imposibilita o dificulta el Río mucho el paso a los caminantes.
    Zurgena está metida entre unas terreras blancas que, sin embargo, parece no perjudican a la vista y ellas lo ocultan excepto por el lado del Río.
    Pedimos al Alcalde de Zurgena que nos busque casa donde hacer la comida: ¡y no sólo no cae en brindarnos para esto con la suya, si que se resisten a admitirnos en la otra a que él nos lleva!
    Ya muy cerca de Zurgena vimos en el mismo camino pedazos hermosos de yeso fibroso diseminados en la terrera. Además de los calizos encontramos en el viaje de hoy sueltos muchos cantos de pizarra común y micácea(*) y cuarzo, muchos de hermoso granitino(*) que especialmente desde Zurgena a Arboleas lleva en los más de los pedazos mucha blenda córnea, en otros granates y en otros blenda(*) y granates; las de sienito(*) son también bastante frecuentes entre Zurgena y Arboledas, así como las de mármol. Se hallan también los de jade y serpentina(*), abundan particularmente en un sitio casi a mitad de camino entre Vera y Zurgena; uno de granito se halló también y muchos gruesos de granitino poco antes de llegar a ésta, quedando casi en duda de si los últimos formaban allí roca.
    En Zurgena, que parece Pueblo de 500 vecinos, no hay tampoco cuevas, al parecer por lo demasiado arenisco de las terreras que las hace flojas. En Vera hay alguna otra cueva.
    Tienen en Zurgena una Fábrica de Salitre, sal abundante en sus alrededores. El salitre abunda maravillosamente en Vera, donde tienen trece Fábricas de esta substancia que llevan a Lorca.
    En Zurgena, Albox, Lubrín, etc., no usan terrados de launa(*), sino tejados.

                                PLANTAS DE VERA A ALBOX

    Desde Vera a Albox vimos el Cynoglossum officcinale y más común el cherifolium; muy común las tres Spitas que tengo halladas en la Provincia, especialmente la tenacissima, que lo llena todo y que queman mucho.
    También son los dos Saccarum ravennae y cylindricum y la caña común en las ramblas.
    En algún sitio sin flor la Lonicera y Lythrum hyssopifolium, Datura stramonium y el Thalictrum sin flor.
    La Ephedra y el Lepidium ¿ruderale?, sin flor, que había cogido en Málaga.
    El Chenopodium vulvaria sin flor y otros más comunes en la Provincia. Y mucho Daucus sin flor, que creo sea Visnaga.
    La Fagonia cretica llega hasta Albox y es común, como el albardín y la Atropa frutescens.
    El Anthyllis tetraphylla se halla en algunos sitios, en muchos la albarrana y gamón y en muchísimos los dos Hipecoos (sic) y la alharmega, que así llaman al Peganum; en varios la Psoralea y Hieracium taraxacum”(16).

8. Aclaraciones y resumen de su paso por Palacés y Zurgena

    Simón de Rojas llama Palacés al terreno que va desde lo que él denomina Puerto de la Ballabona hasta el fin del pago de Palacés en la Tejera; lo que hoy comprendería a las barriadas de La Concepción de Huércal-Overa y Palacés de Zurgena. En esta zona habría de 40 a 50 cortijos con una hermosa llanura de regadío cultivada en su mayor parte de olivos y llena de verdor.
    Del pueblo de Zurgena dice que está metido entre terreras blancas excepto por el río Almanzora. De Palacés a Zurgena encuentra diseminados pedazos de yeso fibroso, quizás se refiera al espejuelo (Lapis specularis) que se encuentra en la terrera del antiguo camino de Zurgena (junto al destruido Campo de Fútbol).
    En Zurgena, según indica, debería haber sobre 500 vecinos, y resalta la existencia de una fábrica de salitre, desconocemos donde estaba situada. Y que en las casas usaban teja como cubierta.
    Por cierto, el alcalde de la época, del cual desconocemos su nombre, no queda muy bien parado, ¡no les invita a comer a su casa y apenas pueden hacerlo en la que les adjudicó! Suponemos que no eran tiempos muy boyantes para invitaciones...

ESPARTO
(C) Wikipedia

PLANTAS CITADAS

- Cynoglossum officcinale: Oreja de liebre o viniebla
- Cynoglossum cheirifolium: Viniebla de hoja de alelí
- Spita tenacissima: Esparto
- Saccharum ravennae: Cisco o carricera
- Saccharum cylindricum: Sisca o masiega
- Arundo donax: Caña común
- Lonicera: Madreselva
- Lythrum hyssopifolium: Arroyuelo o salicaria
- Datura stramonium: Estramonio
- Thalictrum: Talictro
- Ephedra: Efedrea
- Lepidium ruderale: Pimienta de hoja estrecha
- Chenopodium vulvaria: Sardinera o cenizo hediondo
- Daucus Visnaga: Visnaga
- Fagonia cretica: Rosa de la Virgen
- Lygeum spartum: Albardín
- Atropa (Withania) frutescens: Oroval o bufera
- Anthyllis tetraphylla: Trébol de vaca
- Drimia marítima: Cebolla albarrana
- Asphodelus albus: Gamón o varilla de San José
- Peganum harmala: Alharmega
- Psoralea: Trébol culen
- Hieracium taraxacum: Diente de león

DIENTE DE LEÓN
(C) Wikipedia

VOCABULARIO

* BLENDA (R.A.E.): Sulfuro de zinc, que se halla en la naturaleza en cristales muy brillantes, de color que varía desde el amarillo rojizo al pardo oscuro.
* GRANITINO (1): Micaesquisto, esquisto micáceo, micacita, etc. Compuesto de mica continua y abundante de cuarzo, contiene como partes accesorias feldespatos, granates, turmalina, etc.
* LAUNA (.R.A.E.): En varias partes de Andalucía, arcilla magnesiana, de color gris, que forma con el agua una pasta homogénea e impermeable empleada para cubrir techos y azoteas.
* MICÁCEA / MICA (R.A.E.): Que contiene mica / Mineral compuesto de hojuelas brillantes, elásticas, sumamente delgadas, que se rayan con la uña.
* PUDINGALES / PUDINGA (R.A.E.): Conglomerado de cantos redondeados.
* SERPENTINA / SERPENTINO (R.A.E.): Piedra de color verdoso, con manchas o venas más o menos oscuras, casi tan dura como el mármol.
* SIENITO / SIENITA (R.A.E.): Roca compuesta de feldespato, anfibol y algo de cuarzo, de color generalmente rojo, y que se descompone con más dificultad que el granito.

- (1) Lecciones de Historia Natural. Tomo III. Agustín Yáñez y Girona. Imprenta de Benito Espona y Blay. 1845. Página 254.
- (R.A.E.) Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española. https://dle.rae.es/

BIBLIOGRAFÍA

(1) La España de la Ilustración. Antonio Domínguez Ortiz. Prensa. Cursos Universitarios 15-24 de abril de 1980. Fundación Juan March. Madrid. 1980. Páginas 32-33.
(2) La España del siglo XVIII. Antonio Domínguez Ortiz. La Ilustración Española. Cuadernos de Historia 16 n.º 44. 1985. Página 20.
(3) Ibídem. La España del siglo XVIII. Página 14.
(4) Ibídem. La España de la Ilustración. Páginas 34-36.
(5) Ilustración y ciencia en España en el siglo XVIII. Javier Barrio Pérez. Junta de Castilla y León. Páginas 3-5.
https://www.educa.jcyl.es/crol/recursos-educativos/ilustracion…
(6) Un botánico en la España Ilustrada. Simón de Rojas Clemente y Rubio. Entre la ciencia y la naturaleza. José Marchena Domínguez. El legado de la generación Mutis en el España de la Ilustración. Colección DeDoceañistas, 2. 2009. Páginas 238-242.
(7) Vida y obra de Simón de Rojas Clemente Rubio. Antonio Gil Albarracín. Viaje a Andalucía “Historia natural del reino de Granada” (1804-1809). Antonio Gil Albarracín. G.B.R. Editora. 2002. Páginas 47-50.
(8) Ibídem. Un botánico en la España Ilustrada… Páginas 245-247.
(9) Ibídem. Vida y obra de Simón de Rojas… Página 52.
(10) Ibídem. Un botánico en la España Ilustrada… Páginas 248-253.
(11) Ibídem. Vida y obra de Simón de Rojas… Páginas 56-59.
(12) Ibídem. Un botánico en la España Ilustrada… Páginas 254-255.
(13) Ibídem. Vida y obra de Simón de Rojas… Páginas 64.
(14) Ibídem. Un botánico en la España Ilustrada… Páginas 257-263.
(15) Índice General. Antonio Gil Albarracín. Viaje a Andalucía “Historia natural del reino de Granada” (1804-1809). Antonio Gil Albarracín. G.B.R. Editora. 2002. Páginas 8-10.
(16) Viaje a Andalucía. Itinerario III. Antonio Gil Albarracín. Viaje a Andalucía “Historia natural del reino de Granada” (1804-1809). Antonio Gil Albarracín. G.B.R. Editora. 2002. Páginas 494-495.


            © ANDRÉS SÁNCHEZ DOMÍNGUEZ 2023

martes, 10 de octubre de 2023

DESLINDES ENTRE ZURGENA Y HUÉRCAL-OVERA: SIGLOS XVIII A XX

1. Introducción

    Desde las Cortes de Toledo de 1480 se venía arrastrando el problema de conflictos en los territorios de la Corona que enfrentaban a los Concejos sobre términos. La instauración por los RR.CC. de las figuras de los Corregidores y Jueces de residencia(*) en la pragmática del 9 de julio de 1500, intenta solucionar esta dificultad. En esta se daban instrucciones sobre el papel de estos oficiales como garantes de la vigilancia de los términos de las distintas jurisdicciones, pago de contribuciones y repartimiento entre los vecinos, afianzándoles como pieza clave de la política regia. Entre las obligaciones de estos mandatarios estaba la de asumir la visita de los términos jurisdiccionales, ciudades, villas o lugares que estuvieren a su cargo mínimo una vez al año.
    Felipe III en 1618 modificó estas visitas en otra pragmática, mandando que estas se realizaran una vez durante su tiempo de desempeño del cargo. En 1648, durante el reinado de Felipe IV se dictan unos nuevos capítulos sobre los corregidores, incluyendo la necesidad de practicar la visita de mojones(1).
    En la primera etapa del liberalismo español, estando vigente la Constitución de Cádiz de 1812 durante el trienio constitucional, se planteó la necesidad de fijar los límites provinciales y una nueva división territorial. Así el art. 310 indicaba que “Se pondrá ayuntamiento en los pueblos que no lo tengan, y en que convenga le haya, no pudiendo dejar de haberle en los que por sí o con su comarca lleguen a mil almas, y también se les señalará término correspondiente”. Se creó una comisión de las Cortes en 1820 con el nombre de “Comisión especial de la división del territorio español”, que terminaría el 14 de enero de 1822 con la aprobación del Decreto con los límites circunstanciados de las 52 provincias entonces creadas.
    La caída del régimen constitucional con la intervención de los Cien mil hijos de San Luis, supuso la derogación del decreto que aprobaba la nueva división provincial. No obstante, en el período absolutista de 1823-1833, se dio un nuevo impulso a la división del territorio con el proyecto de división provincial de 1829, este no introduce variaciones sustanciales con el de 1822, en él se respetaban los límites históricos tradicionales de los antiguos reinos, combinando tradicionalismo y modernidad(2). Pero debería de llegar Javier de Burgos a ministro de Fomento para por Real Decreto de 30 de noviembre de 1833 ordenar la división provincial de España en 49 provincias, con respecto a Andalucía nos dice: “La Andalucía, que comprende los reinos de Córdoba, Granada, Jaén y Sevilla, se divide en las ocho provincias siguientes: Córdoba, Jaén, Granada, Almería, Málaga, Sevilla, Cádiz y Huelva”(3). En este R.D. no se alteraban las situaciones anteriores de límites divisorios. En su artículo 7 se ordenaba levantar los planos topográficos exactos de las provincias, pero las vicisitudes y vaivenes políticos de la época retrasó el levantamiento. Este R. D. será ratificado por la Ley de 25 de septiembre de 1863 sobre gobierno y administración de las provincias.
    Con respecto a los ayuntamientos nada se dicto desde la Constitución de Cádiz de 1812, excepto la Real Orden de 1 de abril de 1846 sobre deslinde de los montes públicos con la intención de hacer efectivo el nuevo régimen contributivo fiscal del ministro Alejandro Mon en 1845, que preparaba la desamortización del ministro de Fomento Pascual Madoz en 1855. Una vez fijados los límites de los montes públicos, en la Constitución de 1869 se dictaron disposiciones relativas a deslindes de los términos municipales, para fijar sus competencias de gobierno y administración.
    Pero de todas las disposiciones, las que vino a marcar la pauta de los deslindes fue el decreto del Ministerio de Gobernación de 23 de diciembre de 1870, que establecía el señalamiento de términos municipales por medio de hitos y mojones(2).

2. CONCLUSIÓN DEL PLEITO ENTRE LORCA Y HUÉRCAL-OVERA

    Ya hemos desarrollado en entradas anteriores los innumerables pleitos que mantuvieron Lorca y Vera por los términos jurisdiccionales e hierbas de Huércal y Overa, y de estas con ambas ciudades.
    García Asensio nos sigue relatando que los pleitos no terminaron con la exención de Huércal-Overa en 1668. Así nos indica que una vez eximida, en 1744 pide mostrarse como parte del pleito inconcluso que mantienen Lorca y Vera desde 1511 sobre el Campo de Huércal, indicando que la posesión de este hoy es privativo de ella. Sin embargo la Chancillería sentenció en vista el 25 de junio de 1744, adjudicando a Lorca el terreno comprendido entre el mojón de los Leoneses a la cumbre de la Sierra de Enmedio. Huércal-Overa contestó a la Chancillería que esta no tenía facultades de resolución, y que debería ser el Consejo el que dictaminara, no sirviendo de nada el apoyo del fiscal de la misma Chancillería. Esta libró provisión al relator licenciado Gerónimo de Molina y a D. Juan de Noguera el 9 de agosto de 1744, para poner en práctica la ejecutoria con un nuevo amojonamiento, deslinde y posesión pretendida por Lorca, al tiempo que la villa hizo recurso al Consejo, negando al juez lo relativo a la posesión.
El 2 de septiembre de 1760 la Chancillería indica en la sentencia de revista que se pone a la ciudad de Lorca en posesión de la jurisdicción civil y criminal, mero y mixto imperio del Campo de Huércal, con los mojones asignados en la providencia de 25 de junio de 1749: Terreros Blancos, cueva de los Ballesteros, Rábita, aljibe del Algarrobo, torre de la Ballabona, Jautalarabi, boca de la rambla de Almajalejo, cabezo de Toscanis, cabezo de la Jara, Leoneses y de este de nuevo a Terreros Blancos.
El 24 de noviembre de 1762 la Chancillería de Granada indica que no tenía fondos para realizar la ejecutoria, ante lo cual la ciudad murciana señaló que en Lorca se encontraba D. Antonio de la Cerda en otra comisión y podría proceder a su ejecución, a la cual se negó la Chancillería. Recurriendo Lorca a la Cámara de Castilla, esta ordenó al ente granadino que acometiesen la ejecución el Sr. de la Cerda, terminando nombrando receptor a D. Manuel Estrabón García. Este hace vista para ejecutar las sentencias el 11 de octubre de 1773. Huércal-Overa solicita la suspensión del amojonamiento a través de un procurador ante en Consejo de Castilla, indicando que en caso de negarse, incida en la nulidad de la diligencia. Según parece la villa consiguió que la ejecutoria quedara en suspenso, sobre todo por su falta de poder económico para sufragar los gastos. Ante la queja de vecinos de la villa, reunido el Cabildo de esta el 17 de julio de 1785, acuerda otorgar poder a un procurador de Granada para que que demande ante Su Majestad y el Real Consejo la concesión de licencia para arbitrar los recursos necesarios para los gastos. Desde esta fecha, como señala D. Enrique García Asensio, no se han encontrado en los archivos las resoluciones definitivas de los largos pleitos de ejecutoria de deslindes entre Lorca y Huércal-Overa(4). Esperemos que los estudios próximos de Alfonso González nos den un nuevo final a estos pleitos.
    Lo que si parece claro con respecto a Palacés, es que como indica la sentencia de revista de 1760, el límite entre Zurgena y Huércal-Overa por el sur, seguía siendo “Jautalarabi y boca de la rambla de Almajalejo”, y por tanto, Palacés continuaba dividido entre los límites de ambas villas, perteneciendo la mitad noroeste a Zurgena, y la sureste a Huércal-Overa.

* Antonio J. Rubio en el libro “Nubla. La Ermita de la Concepción-Overa” nos describe la fundación de la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción por Joseph Garzía Parra Havive en 1711. Destacando en su testamento de 4 de marzo de 1712 como había construido en sus tierras de Overa una ermita: “...e hecho una hermita en mi cortixo del campo de Palazés de el término de esta Villa con la Vocazion y título de la Puríssima Conzepción de María Santísima, Madre de D y Señora nuestra”; y había dejado a su hijo Mathías Garzía Parra como patrono de la ermita una propiedad rústica “Una suerte de tierra de riego que dexo para dichos reparos en el dicho cortijo de Palazés en lo alto del llano de el Campico…”. Sin embargo, en 1738 las propiedades de Matías García dejan de nombrarse en el campo de Palacés, mencionándose ahora en el “Campico de Naura”, sería al hipotecar el huerto que su padre le había dejado para pagar el mantenimiento del culto y el edificio de la Ermita: “y expresa hypoteca, una parte de Huerto poblado de diferentes árboles frutales, suio propio que tiene en dicho Campico de Naura e inmediato a dicha Hermita, que linda…” “por el medio día con el Camino Real que va a la Ciudad de Vera y Villa de las Cuebas…”(5).
    La investigación de Antonio J. Rubio confirma los límites territoriales de la sentencia del pleito de 1760, en 1712 lo que ahora es la Ermita de la Concepción de Overa pertenecía al campo de Palacés, o lo que es lo mismo, Palacés pertenecía a Overa. El término “Campico de Naura” de 1738 puede ser el mismo que en 1712 dice: “...en el dicho cortijo de Palazés en lo alto del llano de el Campico” pero sin determinar a que Campico se refería.

DESLINDE 1857 (MAPA DE PALACÉS 1900 ADAPTADO)
(C) Andrés Sánchez Domínguez

4. DESLINDES ENTRE ZURGENA Y HUÉRCAL-OVERA

4.1. Deslinde de 1857

    No sabemos a que se debió el deslinde de jurisdicciones de 1857, tal vez fue por la desamortización de Mendizábal (1838-1849), la Real Orden de deslinde de los montes públicos de 1 de abril de 1846(6), la Real Orden de de 23 de mayo de 1846 sobre formación del censo general de montes(7) o la desamortización de Madoz (1855-1936), pero gracias a Enrique García Asensio sabemos que en 1857 vino a Huércal-Overa comisionado por el gobierno de la provincia D. Miguel Molina Bayle, a practicar el deslinde entre la jurisdicción de esta con las de Cuevas, Antas y Zurgena.
    Así el 31 de marzo de 1857 el comisionado se personó en el cerro de Jautalarabi junto a la representación de Huércal-Overa, no asistiendo las autoridades de Zurgena, pese a los repetidos oficios que se le pusieron. En este deslinde se comenzó por el citado cerro de Jautalarabi, “tirando línea recta a la boca de la rambla de Almajalejo, colocándose cuatro mojones intermedios: 1º en lo alto del Cerro Morcacho; 2º en la cuerda que baja de la cumbre del Cerrón por la parte de poniente; el 3º en la lomilla llamada de Javier; y el 4º sobre una tosca a la orilla del camino de Zurgena, todos en línea recta desde Jautalarabi a enmedio de la boca de la rambla de Almajalejo. Desde la boca de dicha rambla, rambla arriba hasta llegar a la Fuente de Almajalejo, y de allí también rambla arriba, hasta donde principia la jurisdicción de Nieva”(8).
    Es decir, se confirma la línea recta desde Jautalarabi hasta la rambla de Almajalejo, pero esta vez señalando los puntos intermedios.

4.2. Deslinde de 1889

    Una vez fijado el nuevo marco normativo de los ayuntamientos constitucionales bajo la vigencia de la Constitución de 1869, fueron dictadas distintas disposiciones relativas a los deslindes de los términos municipales. Así el decreto del Ministerio de Gobernación de 23 de diciembre de 1870, establecía el señalamiento de términos municipales por medio de hitos o mojones(9) y en el R.D. de 24 de febrero de 1871 se daban las instrucciones para llevar a cabo el señalamiento de los términos municipales(10).
    El 25 de junio de 1889 la reina regente María Cristina, en nombre de su hijo Alfonso XIII dicta un R.D. autorizando al ministerio de Hacienda a presentar a las Cortes un proyecto de ley sobre formación de planos perimetrales de todos los distritos municipales de la península, islas Baleares y Canarias(11) y el 30 de agosto de 1889 firma el R.D. donde mandaba que todos los ayuntamientos de España debían proceder inmediatamente a la renovación de los hitos o mojones permanentes que determinen las líneas divisorias de sus respectivos términos municipales(12).

R.D. 30-08-1889 HITOS O MOJONES
(C) Gaceta de Madrid 04-09-1889

    El día 14 de noviembre de 1889 se reunieron en la rambla de Almajalejo las dos comisiones de Huércal-Overa y Zurgena para proceder al deslinde de las dos villas, por Zurgena comparecieron el alcalde presidente D. José Herrero Herrero, el 2º teniente de alcalde D. Ángel Flores Herrero, el síndico D. Agustín Herrero Sánchez, el regidor D. Andrés Bonillo Domínguez, los peritos prácticos D. Agustín Egea Lorca y D. Pedro Domínguez Rodríguez y el secretario del ayuntamiento D. Agustín Herrero Herrero. Tomaron como punto de partida el primer mojón situado en la Fuente antigua de la Parata Alta, divisoria entre Taberno, Zurgena y Huércal-Overa. Siguiendo el álveo(*) de la rambla de Almajalejo se siguió la línea desde la Fuente anterior hasta la Hacienda de la Sacristía, situando el segundo mojón frente a ella en unas piedras de grandes dimensiones, especie de riscos. De allí se pasó siguiendo el límite divisorio de la rambla antigua hasta las terreras donde termina el pago de Labeo, donde existe un mojón de cal y canto, fijando el mojón n.º 3, quedando el pago de Labeo en Huércal-Overa y la Huerta del medio de los Geas y el álveo actual de la rambla en Zurgena. Siguiendo desde la Terrera hasta el centro de la desembocadura de la rambla de Almajalejo al río Almanzora, situando el mojón n.º 4 en la parte central de esta. El mojón n.º 5 se situó en el álveo del río Almanzora frente al puente llamado de los Ballestas situado en el Camino Real de Zurgena a Vera. El 6º se situó en línea recta desde el puente de los Ballestas el Cortijo de los Quiterios, quedando este en Huércal-Overa. Desde este cortijo se dirigió la visual a la cima del cerro más alto de la Madroñera, cuya cúspide sirve de mojón n.º 7. Desde la Madroñera sigue la línea fijando el mojón nº8 en la cuesta de la Saladilla en el camino de Lubrín. Y continuando por el llano del Romeral junto a un cortijo en ruinas se llega al mojón n.º 9, situado en la cumbre del cerro conocido como Cuerda del Romeral, denominado antiguamente como Jautalarabi, donde se encuentra un mojón antiguo situado a unos 10 m. de una sima que se encuentra en la parte de levante. En este último mojón se dividen las tres jurisdicciones de Antas, Zurgena y Huércal-Overa.
    Los representantes de Huércal-Overa manifiestan que la línea desde la rambla de Almajalejo hasta la cima del cerro de Jautalarabi debe ser recta, ya que la ejecutoria de 1537 expedida a favor de Huércal expresa los límites de esta jurisdicción, designado desde el Cabezo de Jautalarabi y desde él a la Rambla de Almajalejo. El secretario del ayuntamiento de Huércal-Overa certificaba la copia el dos de abril de 1897 señalando que “Entendiéndose todo sin perjuicio y reservándose respectivamente cualquier derecho que los mencionados pueblos considerasen tener en conformidad con lo que dispone el Artº. 11º. del R.D. de 30 de Agosto último”(13).
    El artículo 11 del R.D. de 30 de agosto es ambiguo y dice: “Cuando dos Ayuntamientos, cuyos términos se hallen colindantes, no estuviesen conformes en cuanto á la situación de alguno ó algunos de los mojones que marquen la línea divisoria, cada una de las Comisiones establecerá ó restablecerá los que, según los antecedentes obrantes en su archivo y la declaración de los peritos, crea corresponder á la línea que su respectivo Ayuntamiento mantenga…” Es decir, cuando no haya acuerdo con los mojones, cada uno mantendrá los suyos hasta que se dirima la discordia(12).
    Con el nuevo amojonamiento de 1889 la situación de Palacés cambia por completo, el término de Zurgena baja desde aproximadamente donde está actualmente la Iglesia de Palacés, hasta la rambla del Agua junto al puente de los Ballestas, pasando las dos desembocaduras de las ramblas a término zurgenero, la de Las Cobaticas y la del Agua, el molino harinero de los Zorros y el medio pago de Palacés frente a Overa.

DESLINDE 1889 (MAPA DE PALACÉS 1900 ADAPTADO)
(C)  Andrés Sánchez Domínguez

4.3. Deslinde de 1898

    Tras los R.D. de planos perimetrales y mojones de junio y agosto de 1889, en la última década de siglo, la regente María Cristina se propuso continuar delimitando los municipios de España, firmado una ley el 18 de julio de 1895(14) sobre la rectificación de las castillas evaluatorias(*), figura introducida en 1850 junto a los amillaramientos(*) que fracasó al dejarla en manos de las juntas periciales locales que beneficiaban a los terratenientes y perjudicaban a los campesinos modestos(16). El 18 de agosto del mismo año se dictan las reglas para esta rectificación de las cartillas(17), rubricado con un R.D. el 22 de junio de 1896(18).
    Pero sería la Ley disponiendo la rectificación de las cartillas evaluatorias de riqueza rústica y pecuaria y la formación del catastro de 24 de agosto de 1896 la que daría pie a una nueva revisión de los amojonamientos entre municipios(19).
    Posteriormente se editaría el R.D. de fecha 16 de septiembre disponiendo se constituya por el ministerio de Hacienda la Comisión Central de Evaluación y Catastro(20) y el Reglamento para la ejecución de la ley de 24 de agosto relativa a la rectificación de las cartillas evaluatorias de la riqueza rústica y pecuaria, el 29 de diciembre de 1896(21).
    Siguiendo las instrucciones de la ley de 24 de agosto de 1896, el día 14 de noviembre de 1898 se reúnen en la rambla del Taberno (de Almajalejo) el jefe de la 4ª brigada topográfica D. Fernando Carlos Blanc-Duquesnay, y representantes de la comisión del ayuntamiento de Huércal-Overa, los de Taberno y Zurgena no comparecieron pese a haber sido citados, para proceder a la rectificación de las cuartillas evaluatorias de la riqueza rústica y pecuaria y a formar el catastro del cultivos y el registro fiscal de predios rústicos y de la ganadería. Comenzando el amojonamiento: 1º mojón. Montón de piedras de forma cónica en la margen derecha de la rambla de Almajalejo, que linda en término de Zurgena con las labores de D. Fernando López García y en el de Taberno con la de D. Sebastián Cueto. Desde él se ve el cortijo de D. Sebastián Zurano al este, el de D. Sebastián Parra al oeste y la cortijada de los Giles al noreste. Es común a los términos de Huércal-Overa, Zurgena y Taberno. 2º mojón. Intersección de los ejes de la rambla de Almajalejo y del río Almanzora, se descubre al norte la Sierrecica, al este el cerro del Peñascal y al sur la cortijada de Palacés. 3º mojón. Intersección del río Almanzora y la rambla del Agua. Desde aquí se ve el mojón anterior, al norte la cortijada de Overa y la Sierrecica, al este el cerro del Peñascal. 4º mojón. Intersección del plano vertical que pasa por el eje de la acequia denominada Boquera de los Ballestas, con el eje del puente de los Ballestas, en el Camino Real de Vera a Zurgena. Desde él se ve el mojón anterior y al norte la cortijada de Overa y la Sierrecica.
Por lo avanzado de la hora, se acuerda continuar el día siguiente 15. 5º mojón. La esquina suroeste del cortijo de los Quiterios, propiedad de D. Alonso Jiménez Parras. Se ve el mojón anterior, al oeste la cortijada de Palacés y al norte la Sierrecica, el cerro del Peñascal está tapado por el mismo cortijo. 6º Mojón. Un montón de piedras de forma cónica situado en la cúspide del cerro de la Madroñera propiedad de D. Guillermo Herrero. Se descubre desde aquí al norte la Sierrecica, al nordeste la ermita de San Miguel y el mojón anterior. 7º mojón. Montón de piedras de forma cónica que se hizo sobre unas rocas nacedizas(*) en el eje del camino de Huércal-Overa a Lubrín en el sitio llamado Cuesta Blanca o de la Saladilla. Se puede ver al norte la Sierrecica, al oeste la Torre de la Ballabona, y el mojón anterior. 8 mojón. Una piedra de forma irregular empotrada en el suelo en el mismo eje del camino de Huércal-Overa a Lubrín, en el sitio conocido como el Romeral, a 10 metros de la esquina de un cortijo en ruinas en término de Huércal-Overa. No se descubre ningún punto notable, ni el mojón anterior. 9º mojón. Se sitúa en un montón de piedras de forma cónica en la cuerda del Romeral, en el cerro llamado de Jautalarabi, a unos doscientos metros al oeste del camino de Huércal-Overa a Lubrín, es propiedad de D. Cristóbal Lobero. Desde él se ve al norte la sierra del Cabezo, al noreste la del Saliente, y al este la Torre de la Ballabona. Este mojón quedó provisional por no haber conformidad entre las comisiones sobre su verdadera situación. Es común entre Huércal-Overa, Zurgena y Antas(22).
    Como se puede comprobar en este acta de reconocimiento de la línea de término y amojonamiento, algunos mojones han cambiado de ubicación o se les ha ajustado su situación.

ACTA 14 Y 15-11-1898 (ACTLL_0102991)
(C) Instituto Geográfico Nacional

    El 5 de enero de 1899 se proceden a los trabajos topográficos del Instituto Geográfico y Estadístico, relativo a los bosquejos planimétricos por parte del topógrafo de la 4ª brigada José M.ª Ortega, siendo dibujados los mojones sobre el cuaderno de campo(23).

BOSQUEJO PLANIMÉTRICO M. 3, 4 Y 5 (CUALL_0102998)
(C) Instituto Geográfico Nacional

4.4. Deslinde de 1945

    Siguiendo las instrucciones del decreto sobre términos municipales de 23 de diciembre de 1870, se publica el reglamento sobre población y términos municipales de Miguel Primo de Rivera de 2 de julio de 1924. En 1945 se realizaron los trabajos topográficos de los términos municipales entre Zurgena y Huércal-Overa, pero ninguna de los dos cuadernos viene reflejado gráficamente los mojones de los términos cercanos a Palacés(24).

5. Conclusión

    Como describíamos en nuestros trabajos sobre “Palacés en los pleitos entre Lorca, Vera, Huércal y Overa en 1494-1742 (partes I y II)”(25), el límite territorial de Zurgena con respecto a Huércal-Overa quedó marcado por la línea recta que iba desde el centro de la desembocadura de la rambla de Almajalejo en el río Almanzora hasta la cima del cerro de Jautalarabi, donde se unían los términos de Antas, Zurgena y Huércal-Overa. El deslinde de 1857 reafirmaba esta situación, pero identificando los mojones intermedios dentro de la línea recta: cerro Morcacho, el Cerrón y loma de Javier; sin embargo el deslinde de 1889 cambiaba radicalmente el concepto de la línea recta, iría desde la desembocadura de la rambla de Almajalejo, hasta el centro del río Almanzora frente al puente de los Ballestas, el cortijo de los Quiterios, la Madroñera, cuesta de la Saladilla, cuerda del Romeral y Jautalarabi. El deslinde de 1898 reflejaba estos mojones situando el límite entre la intersección de la rambla de Almajalejo y el río Almanzora, este con la rambla del Agua, boquera y puente de los Ballestas, cortijo de los Quiterios, cerro de la Madroñera, Cuesta Blanca o la Saladilla, cortijo del Romeral y cuerda del Romeral o Jautalarabi. Desde esta fecha los límites municipales entre Zurgena y Huércal-Overa se han mantenido hasta la actualidad.

DICCIONARIO

* ÁLVEO (R.A.E.): Cauce natural de un río o arroyo.
* AMILLARAMIENTO (R.A.E.): Libro en el que se recoge, enumerados por orden alfabético todos los propietarios y usufructuarios, los bienes inmuebles y ganaderos de cada municipio, sujetos a la contribución territorial.
* CARTILLA EVALUATORIA (15): Impreso de cuenta de gastos y productos de labor y ganadería según circular de 7 de mayo de 1850 sobre el sistema tributario y la contribución territorial.
* JUEZ DE RESIDENCIA (R.A.E.) En el derecho común, juez encargado de realizar la indagación en un juicio de residencia a los oficiales castellanos que finalizaban el periodo de su oficio y que debían informar al Consejo Real de sus actuaciones. Generalmente, en oficios como corregidor y otros solían ser los que ocupaban el cargo vacante.
* PIEDRA NACEDIZA (Varios): Piedra incrustada en la tierra, no suelta y difícil de sacar del terreno.

BIBLIOGRAFÍA

(1) Los límites territoriales en el derecho histórico. Su fijación en la legislación y en la jurisprudencia. Juan Baró Pazos. Anuario de Historia del Derecho Español, 75. 2005. Página 414-416.
(2) Ibídem. Los límites territoriales en el derecho… Páginas 433-436.
(3) Gaceta de Madrid. N.º 154. 3 de diciembre de 1833. Página 1.
(4) Historia de la Villa de Huércal-Overa y su comarca. Tomo II. Enrique García Asensio. Murcia 1910 // Ayuntamiento de Huércal-Overa. Centro de Estudios Huercalenses. 2004. Página 385-404.
(5) El contexto social de una fundación: La Ermita de Nuestra Señora de la Concepción en Huércal-Overa. Antonio J. Rubio Simón. Nubla. La Ermita de la Concepción-Overa. Juan D. Pardo Valera – Excmo. Ayuntamiento de Huércal-Overa. 2022. Páginas 253 y 254.
(6) Ibídem. Los límites territoriales en el derecho… Página 435.
(7) Gaceta de Madrid. N.º 4286. 9 de junio de 1846. Página 1.
(8) Ibídem. Historia de la Villa de Huércal-Overa… Página 503, 515-516.
(9) Ibídem. Los límites territoriales en el derecho… Páginas 435 y 436.
(10) Gaceta de Madrid. N.º 53. 24 de febrero de 1871. Página 449.
(11) Gaceta de Madrid. N.º 178. 27 de junio de 1889. Página 950.
(12) Gaceta de Madrid. N.º 247. 4 de septiembre de 1889. Página 757.
(13) Acta de deslinde n.º 2040068 de Huércal-Overa (04053), Zurgena (04103), firmas: 1889, 1897. ACTLL_2040068. Instituto Geográfico Nacional. Centro de Descargas del Organismo Autónomo Centro Nacional de Información Geográfica.
http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/index.jsp
(14) Gaceta de Madrid. N.º 199. 18 de julio de 1895. Página 239.
(15) Cartillas evaluatorias: Una fuente al servicio de la historia económica del siglo XIX. Miguel Ángel Gutiérrez Bringas. Universidad de Cantabria. VI Congreso AEHE. Girona 1997. Página 71.
(16) Revisiones catastrales y rectificaciones de amillaramientos en la España moderna. Juan Pro Ruiz. C.T. Catastro n.º 23.1995. Página 46.
(17) Gaceta de Madrid. N.º 230. 18 de agosto de 1895. Página 637.
(18) Gaceta de Madrid. N.º 174. 22 de junio de 1896. Página 977.
(19) Gaceta de Madrid. N.º 239. 26 de agosto de 1896. Página 709.
(20) Gaceta de Madrid. N.º 260. 16 de septiembre de 1896. Página 1011.
(21) Gaceta de Madrid. N.º 366. 31 de diciembre de 1896. Página 366.
(22) Acta de deslinde n.º 102991 de Huércal-Overa (04053), Zurgena (04103), firmas: 1898. ACTLL_0102991. Ibídem fuente.
(23) Cuaderno de campo n.º 102998 de Huércal-Overa (04053), Zurgena (04103). Firmas 1898. CUALL_0102998. Ibídem fuente.
(24) Cuaderno de campo n.º 103322 de Zurgena (04103), Huércal-Overa (04053). Firmas 1945 CUALL_0103322 y Cuaderno de campo n.º 103327 de Zurgena (04103), Huércal-Overa (04053). Firmas 1945 CUALL_0103327. Ibídem fuente.
(25) Palacés en los pleitos entre Vera, Lorca, Huércal y Overa: 1494- 1742 (parte I y II). Palacés Histórico. 2023.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2023/09/palaces-en-los-pleitos-entre-vera-lorca.html
https://palaceshistorico.blogspot.com/2023/09/palaces-en-los-pleitos-entre-vera-lorca_28.html

                        (C) ANDRÉS SÁNCHEZ DOMÍNGUEZ 2023

lunes, 5 de julio de 2021

LA ALMAZARA DE PALACÉS por JEMA BONILLO DÍAZ

 
Portada
(C) Andrés Sánchez Bonillo

LA ALMAZARA DE PALACÉS por JEMA BONILLO DÍAZ

INTRODUCCIÓN

En Palacés, los primeros asentamientos humanos, según las excavaciones y estudios de los Siret así como de su divulgación y ampliación por parte del profesor García Gallego en su ¨Historia de Zurgena¨, se remontan al Periodo Neolítico. Yo no voy a ir tan lejos en el tiempo, pero os voy a relatar algunos aspectos de nuestra barriada, y sobre todo, lo que he ido averiguando sobre nuestra vieja almazara.

Los sistemas de regadío ideados por los árabes durante la dominación musulmana, siglos VIII al XV, pusieron los cimientos para que Palacés se convirtiera, en siglos posteriores, en una sociedad capaz de organizarse, autoabastecerse y satisfacer sus propias necesidades. Esta sociedad autárquica se debe a dos importantes factores:

El primero:

La riqueza agrícola de su pago, regado por la cimbra y por las avenidas del rio Almanzora. Éstas, canalizadas por la boquera, lo fertilizaban con los limos que traían en suspensión, a la vez que evitaban con el lavado de la tierra la salinización de la misma. En él se producían verduras, hortalizas, frutas y cereales.

Por encima del nivel de irrigación de la cimbra, un segundo pago, el de tahúllas, con el agua captada en la superficie del rio, en una zona del mismo más alta que la cimbra. En estos terrenos se plantaban olivos, almendros y frutales y en buenos años hortalizas.

En las tierras de secano había higueras, olivos centenarios y almendros; además se sembraba cebada y garbanzos en años lluviosos.

El segundo:

Importantes instalaciones e infraestructuras, de las que conocemos una almazara, dos molinos harineros de cubo, varias tejeras y un buen número de caleras, hornos de yeso, eras de trillar y hornos de pan.

Existen suficientes indicios arqueológicos para considerar que Palacés fue una villa romana en los primeros siglos de nuestra era. A mí, me gusta pensar que éste es el origen de nuestro viejo molino de aceite del que ya queda poco más que ruinas. A partir de éstas, intentaré reconstruir algo de su pasado e, inevitablemente, algunos de mis recuerdos ligados a esta vieja instalación.

EL EDIFICIO

El edificio, de una sola planta, está situado en Los Correos, adosado a la casa de Mari Carmen García (antiguamente la de Pedro García Bonillo) y separada por El Callejón de la casa de Agustín Bonillo Pérez, (mi padre).

La ubicación no es casual, ya que se encuentra próximo a la acequia de la cimbra, de la que se recogía el agua necesaria para el proceso de obtención del aceite, así como para la limpieza del recinto y aperos.

Sus dueños a finales del siglo XIX y principios del XX eran los hermanos Pedro, Agustín (mi bisabuelo), Ana, Flor y Francisca Bonillo Rodríguez.

En las primeras décadas del siglo pasado, la almazara era un condominio de seis partes de los herederos de la familia Bonillo arriba mencionada. La distribución de titularidad era la siguiente:

-Pedro Bonillo Domínguez, heredero de Pedro Bonillo Rodríguez - Dos partes.

-Agustín (mi abuelo), Antonio y Ana María Bonillo Giménez, herederos de Agustín Bonillo Rodríguez - Una parte.

-Pedro García Bonillo, heredero de Ana Bonillo Rodríguez - Una parte.

-Juan Sola Bonillo, heredero de Flor Bonillo Rodríguez - Una parte.

-Juan Perales García, heredero de Francisca Bonillo Rodríguez - Una parte.

En 1959, mi abuela Ángeles Pérez Gómez, viuda de Agustín Bonillo Giménez, la compró al resto de herederos por la cantidad de 4.500 pesetas. Fue propiedad de mi padre, Agustín Bonillo Pérez y en la actualidad lo es de sus cuatro hijas entre las que me cuento.

El alto número de propietarios y la pequeña producción de la zona, fueron las causas de la escasa rentabilidad que propició su desuso entre 1920 y 1930.

Para la construcción se utilizaron muros de mampostería ordinaria con mortero de cal y revestidos con el mismo material, las trojes con una base variable, entre 0,5 m 2 y 1,5m2 y una altura media de 0,8 m se realizaron con la misma técnica.

El tejado es de colañas de madera y cañizo con alcatifa de arcilla y paja y cubierta con teja árabe.

El recinto de 200 m2 construidos se distribuye de la siguiente manera:

Entrada cubierta de 37 m2 rodeada de trojes para el almacenamiento de la aceituna.

Patio con una zona porticada con trojes de 42 m2.

Cuadra de 14 m2 en la pared noreste.

La prensa y el hogar para calentar el agua de la caldera se encuentran en la pared noroeste

Dependencia en la pared suroeste en la que se encuentra una orza para almacenamiento de aceite, de 300 arrobas de capacidad y donde debía haber tinajas más pequeñas y recipientes medidores de diferentes cabidas.

En varias paredes se observan hornacinas, supongo que para colocar útiles de molienda.

Patio de elaboración con una superficie de 46 m2, donde se encuentra el mecanismo de molturación.


(C) Jema Bonillo Díaz

          
"Palote" puerta de entrada almazara
(C) Andrés Sánchez Domínguez

MECANISMO DE MOLTURACIÓN

El mecanismo de molturación de la almazara de Palacés es un molino de rulo, también llamado de empiedro cónico, que se empezó a usar en España a finales del siglo XVIII en sustitución del molino romano de piedra cilíndrica.

Consta este empiedro Cónico de la solera y un rulo.

La solera es una base circular de conglomerado granítico con una zona de molturación llamada alfarje y un canal perimetral donde se recogía la pasta húmeda de aceitunas trituradas. Esta base mide 2,3 m de diámetro y en el centro de la misma, se alojaba un eje metálico, alrededor del cual giraba el rulo.

El rulo troncocónico rotatorio, del mismo material que la base, de 0.85m de arista y 0.70 m de diámetro exterior, tenía un eje central articulado al de la base que acababa en un arnés metálico con un enganche para un mulo o una burra.

La novedad de este molino frente al romano consistía en sustituir las piedras cilíndricas por las troncocónicas. Al coincidir el desarrollo de la superficie del cono exactamente con la del sector del círculo recorrido de la solera, permitía un mayor efecto de trituración y una menor resistencia pasiva del mecanismo.


Rulo de molturación
(C) Andrés Sánchez Domínguez

MOLIENDA

La aceituna acumulada en las trojes se situaba sobre el alfarje normalmente mediante una tolva adosada al eje central de la solera. Ésta era triturada por el rulo, accionado por la fuerza de tracción de un animal de tiro que giraba alrededor de la base a modo de noria.

La fuerza centrífuga de la piedra al girar iba desplazando la mezcla de olivas molidas, sin romper el hueso para que el aceite no amargara, hacia el canal circular, de donde se recogía para su transporte a la prensa.


Troj
(C) Andrés Sánchez Domínguez

OBTENCIÓN DEL ACEITE

La masa de aceitunas se trasladaba del canal circular a seras de pleita de esparto. Éstas tenían un agujero central y, colocadas unas sobre otras, se situaban en una prensa de madera con un tornillo sin fin del mismo material, accionada manualmente. Al presionar la masa, se obtenía el aceite de mayor calidad, y una segunda prensada, esponjada con agua caliente, proporcionaba otro de calidad inferior.


Prensa
(C) Andrés Sánchez Domínguez

Detalle prensa
(C) Andrés Sánchez Domínguez

Mediante canalillos situados al pie de la prensa se llevaban todos los fluidos obtenidos hacia diferentes tinajas soterradas en las que se producía la decantación natural de alpechines y aceite.

Los alpechines se vertían en un estanque situado fuera del edificio denominado balsa de turbios. Los residuos sólidos, la sipia u orujo, se entregaban al cliente juntamente con el aceite obtenido, a excepción de un porcentaje llamado maquila, que era el precio a pagar por los servicios de atroje y molienda.


Chimenea
(C) Andrés Sánchez Domínguez


El aceite de la maquila se almacenaba en una enorme tinaja de barro y era la ganancia de los almazareros.

Tinaja
(C) Andrés Sánchez Domínguez

MIS RECUERDOS

Buena parte de mis recuerdos infantiles están ligados a la almazara. Con sus recovecos y sus trojes era el sitio ideal para jugar con mis hermanas, primos y vecinas a las casicas, el escondite y a las batallas, pero el mejor y más divertido de todos era la guerra sin fin que librábamos contra mi tío Baltasar un verano tras otro. Consistía en atrancar la puerta vieja y llena de agujeros con cerradura, palotes y enseres y, a continuación, nos escondíamos por todo el recinto. Mi tío con la pericia de un ¨caco¨, quitaba las dos vueltas de llave, neutralizaba pestillos, despejaba la entrada y después, con una gran cantimplora de agua, nos perseguía y nos mojaba sin piedad y por igual a grandes y chicos mientras huíamos despavoridos por todos lados.

Hasta la década de los sesenta fue el hogar de nuestro ¨utilitario ecológico¨ la burra ¨Morena¨, animal noble y tranquilo que dejó de existir de pura vejez.

El último habitante de la almazara, en los setenta, fue ¨el Falconeti¨, un pájaro de perdiz tuerto y alicorto, a medias de mi padre y de mi tío, y que a pesar de su aspecto poco gallardo, era de tal bravura cantando que, cuando lo llevaban de caza, no había congénere que se le resistiera.

En la actualidad, las viejas piedras de nuestro molino de aceite, cada vez con menos memoria debido al deterioro del desuso, siguen dando testimonio de tiempos pasados, que si no mejores, lo fueron de mayor actividad y permitieron a los habitantes de Palacés enfrentarse a su futuro con inteligencia, valor e independencia y, en definitiva, a SER DUEÑOS DE SU HISTORIA.


Cuadra
(C) Andrés Sánchez Domínguez


Contrafuerte (¿Posible torre del Castillo de Palacés?)
(C) Andrés Sánchez Domínguez

Nota.

Esta narración ha sido posible, además de por mi familiaridad con la almazara y su entorno, gracias al recuerdo de los relatos de mi abuela Ángeles, de mi padre y de mis tíos, así como a las aportaciones de parientes y amigos. Para todos ellos mi gratitud y cariño.

Para comprender el funcionamiento de un molino de rulo me ha sido gran utilidad la Edición digital del ¨Instituto de Estudios Almerienses¨, dedicado a la Almazara de Bayarque.

Jerónima Bonillo Díaz


(C) Jema Bonillo Díaz

(C) Jema Bonillo Díaz


Agradecemos a nuestra vecina Jema Bonillo por la redacción de este estupendo trabajo, lleno de recuerdos de su niñez y su familia, y por colaborar a que la historia de Palacés no caiga en el olvido como tantas otras historias dignas de recordar, y gracias también por dejarnos participar junto al resto de sus hermanas y cuñados en la historia de su familia, explicándonos y mostrándonos este legado familiar digno de conservación.  

¡¡¡ Gracias Jema !!!