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sábado, 2 de marzo de 2024

LA TÉGULA ROMANA DE LOS CORREOS, PALACÉS

TÉGULA ROMANA DE PALACÉS
(C) Referencia CE82381. MUSEO DE ALMERÍA 

1. HALLAZGO DE LAS TEJAS

    Como indicábamos en la entrada “Las tejas romanas de Palacés”(1), el restaurador del Servicio Provincial de Investigaciones y Excavaciones Arqueológicas de la Excma. Diputación de Almería, D. Francisco García Giménez, se desplazó a Palacés el 17 de marzo de 1966 tras la llamada de nuestro vecino D. Antonio Ramos, con la intención de retiras las cinco tejas clásicas romanas que había encontrado en su propiedad. Antonio localizó las tejas mientras hacía la excavación para plantar almendros, junto a la carretera que va desde los Correos hacía Allícara, atravesando el río Almanzora.
D. Francisco indica que las cinco tejas retiradas e ingresadas en el Museo son clásicas romanas, conservándose tres de ellas en perfecto estado, y las otras dos, en peor estado, pero sin fragmentar. Estas cinco tejas formaban la tapa de una tumba romana situada en el mismo lugar del alfar árabe, pero en una capa inferior.
El jefe de restauración nos indica que “Es digno destacar la particularidad que presenta una de las cinco tejas romanas. En la superficie superior de la misma están impresionadas las huellas de un pie humano, calzado con suela vegetal, y otras huellas de pisadas de perro”(2).


HALLAZGO ARQUEOLÓGICO EN ZURGENA
© Legajo 1285 ARCHIVO EXCMA. DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALMERÍA

2. INVESTIGACIÓN

    Los niños palaceros que nacimos en los 60 y 70 hemos escuchado de boca de nuestros mayores las historias de estas tejas, de orzas llenas de bolas brillantes, de tesoros escondidos… así se fomentó nuestra afición investigadora. En varias ocasiones escuchamos de Antonio Ramos “el Tartala” la historia de como descubrió las tejas en un terreno que tenía detrás de su casa junto al camino de Allícara, mientras hacia hoyos para poner almendros. Y de como “llamó al ayuntamiento y se las llevaron a Almería, y nada más se supo de ellas”.
    Así hemos mantenido la incertidumbre de su paradero durante más de cuarenta años, hasta que en la visita que el arqueólogo D. Lorenzo Cara Barrionuevo nos hizo en marzo de 2020, le indicamos sobre el terreno el lugar donde Antonio Ramos había encontrado las tejas y comprobamos que aún se observaban restos de escorias, ladrillos, tejas y cerámicas varias; le señalamos además que nada sabíamos de estas y que no estaban expuestas en el Museo Arqueológico de Almería. Lorenzo tomó buena nota e hizo referencia a este hallazgo en la ponencia “Overa, una alquería fronteriza andalusí en la retaguardia” dentro de las I Jornadas de Estudio “Salvemos el castillo de Overa”, posteriormente reflejada en el libro “Salvemos el castillo de Overa” de 2020(3).
En esta ponencia, Lorenzo Cara además de describir pormenorizadamente el hallazgo, indicaba que el expediente se encontraba en el legajo 1285 del Archivo de la Diputación Provincial de Almería.
    En septiembre de 2021 nos dirigimos al archivo de la Excma. Diputación de Almería solicitando copia del expediente de las tejas de Palacés contenido en el citado legajo. En octubre nos personamos en el archivo donde muy amablemente nos dieron copia del expediente n.º 1038, de fecha 23 de marzo de 1996, con el asunto “Hallazgo arqueológico en Zurgena” y la respuesta de agradecimiento de la Diputación a D. Antonio Ramos.
    Desde 2022 hemos estado intentando contactar con el Museo de Almería, pero por diversas vicisitudes no hemos podido obtener la información solicitada. Sin embargo, desde que nos pusieron en contacto con D.ª María del Mar Capel García, jefa de Departamento de Conservación e Investigación del Museo, todo han sido facilidades para obtener información sobre las tejas. Con las solicitudes oportunas, hemos obtenido fotos e información sobre estas, y para nuestra mayor satisfacción, el pasado 20 de febrero de 2024, el Museo de Almería ha considerado oportuno y procedente nombrar a la Tégula(*) romana de Palacés como pieza del mes(4).
    Desde esta humilde página, queremos agradecer a María del Mar Capel su gran trabajo e interés por mostrarnos una parte de la historia escondida de Palacés. Siempre agradecidos.

PIEZA DEL MES FEBRERO DE 2024
© Facebook MUSEO DE ALMERÍA

3. PALACÉS ROMANO

    Para no extendernos demasiado sobre el estudio del Palacés romano que ya hemos desarrollado en otras entradas de nuestra página web: “Púnicos y romanos en Palacés”(5) y “La villae romana de Palacés”(6). Expondremos el resumen de los datos más importantes sobre los asentamientos romanos en nuestra barriada, destacando primordialmente:

* Asentamiento tardopúnico de Llano de la Era-1 (295) Siglos III-I a.C.
* Poblamiento rural de La Torrecica/Los Correos (191) Siglos I-II d.C.
* Municipium Ignotum de Palacés. Siglo II d.C.
* Asentamiento Llano de la Era-2 (296) Siglos II-V d.C.

** Las numeraciones de los yacimientos corresponden con los números asignados por los investigadores de la Universidad de La Laguna, y sobre todo por María Esther Chávez Álvarez(7), y la datación del Municipium ignotum de Palacés a D. Rafael Lázaro Pérez(8).

4. LA TEGULAE ROMANA

4.1. Descripción

    La tégula (teja) forma parte del material constructivo romano llamado latericio(*), constituido por ladrillos, tejas, losas, ánforas, etc., siendo uno de los elementos más comúnmente utilizados por los romanos en sus construcciones(9). Son de terracota, término alfarero para designar a la arcilla modelada y endurecida al horno.
    En lo referente a las tejas para cubiertas se distinguen las tejas planas: tegulae, y curvas: ímbrices(*). Nosotros estudiaremos las tegulae, o tejas planas, ya que son las encontradas en Los Correos.
    Las tegulae son tejas planas de arcilla de forma rectangular a las que se les ha dado dimensión mediante molde. El molde suele presentar una longitud total, siguiendo el módulo romano, de dos pies(*), es decir 59,2 cm.; de anchura un pie y medio, 44,4 cm., con un espesor variable entre 1,5 y 3,5 cm., y grosos medio de 2,2 cm.
Otra de las partes características de las tegulae son las pestañas o rebordes. Estas son dos apéndices que discurren longitudinalmente a cada lado de la tégula y sirven para que una hilera de tejas cubra una superficie juntando sus bordes, que luego quedarán ocultos bajos los ímbrices (tejas curvas). Estas presentan una anchura variable entre 2 y 4 cm. con una media de 3,2 cm.
Para terminar con el aspecto físico de la teja plana, debemos citar las escotaduras. Estas son los ángulos rebajados en los que no existen rebordes, al objeto de que una vez colocada ésta pueda encajarse adecuadamente sobre otra teja. Existen tégulas con escotaduras superiores e inferiores para ajustar a la teja anterior y posterior. Las superiores suelen medir entre 5 a 6,7 cm. siendo la media de 5,7 cm.; y las inferiores entre 5,5 a 8,4 cm. y la media de 6,4 cm(10).

4.2. Uso, utilidades y reutilizaciones

    La principal función de las tegulae e ímbrices es la cubrición de espacios. Dentro del sistema clásico romano, las hiladas de tégulas se disponen sobre una estructura de madera encajándose entre si, siendo rematadas en sus juntas con ímbrices, formando un único bloque compacto. La fijación del conjunto se realizaría mediante una viga que actuaría de remate, asegurando las tégulas mediante clavos, bien en aberturas practicadas en ellas o utilizando los mismos entalles de las piezas.
Las tégulas también fueron usadas por los romanos para formar estructuras hidráulicas de drenaje y canalizaciones; como estructuras de combustión tipo base de hornos(11); y como solado de pavimentos, cámaras subterráneas para calefacción de las termas y cubierta de acueductos, entre otras(12).

TÉGULAS E ÍMBRICES ROMANAS
© https://www.facebook.com/Hispalyt/posts/1062041420507899/?locale=es_ES

    Otra forma de utilizar las tégulas, o tal vez de reutilizarlas, es la de usarlas como material de construcción de sepulturas con inhumación. Entre estas se pueden distinguir: fosas con cubierta plana y con cubierta a dos aguas.
En las fosas con cubierta plana, las tégulas se colocan transversales al eje mayor de la fosa, mientras que en las de con cubierta a dos aguas, están colocadas apoyadas en los bordes de la fosa, en sección triangular. Pueden estar unidas entre sí mediante lengüetas o simplemente apoyadas unas contra otras; a veces están enlazadas en la parte superior con ímbrices. Las tégulas están colocadas en sentido longitudinal con los bordes dispuestos al exterior(13).

DIBUJO TÉGULAS SOBRE TUMBAS
© Cartel Pieza del Mes. Museo de Almería. Loli Pardo

5. EL ALFAR ROMANO

    No podemos pasar por alto en la descripción de la tégula romana de Palacés la descripción y proceso del alfar romano. No nos parece descabellado pensar que bajo el alfar árabe en el que se encontró la sepultura romana, se ubicara la alfarería donde se fabricó la teja que se usó como cubierta de la fosa, si no en el mismo lugar, si en su proximidad. Suponemos que los árabes usarían las mismas materias primas e incluso las mismas instalaciones que los romanos para continuar semejante proceso.

5.1. Elementos constructivos del alfar

    Los elementos constructivos de una alfarería romana, en líneas generales, pueden ser los siguientes:
- Depósito de arcillas. Lugar donde se dejaría la arcilla traída directamente de la cantera, y mínimamente protegida de las inclemencias del tiempo.
- Abastecimiento de agua. Formado por pozos, depósitos y canalizaciones imprescindibles para el proceso alfarero. Cuando no hubiera captación subterránea, se recogería y almacenaría el agua de lluvia.
- Pilas de decantación y depuración de la arcilla.
- Talleres. Habitáculo destinado al torneado y preparación de las vasijas.
- Secaderos. Estructura con material de obra o poco perecedero resguardado de cualquier agresión del medio, lluvia, sol directo, etc.
- Hornos. Con estructura normalmente de doble cámara y base sujeta a múltiples variantes: circular, cuadrada, rectangular, etc. La cámara de combustión, se sitúa en la parte inferior, y es donde se genera el calor para producir la cocción; mientras la cámara de cocción o laboratorio está situada en la parte superior, siendo el lugar destinado a la colocación de las piezas para cocer. Además de las cámaras, se pueden distinguir las partes siguientes: Parrilla, elemento constructivo de separación entre ambas cámaras; cúpula, estructura posiblemente abovedada para obtener la menor pérdida de calor; praefurnium, entrada de acceso a la cámara de combustión; y el acceso al laboratorio para entrada y salida de las piezas.
- Almacén de productos acabados.
- Vertedero.

REPRESENTACIÓN HORNO ROMANO
© Humberto García Colomina. Materiales latericios aplicados a la construcción. Pág. 32

5.1. Proceso alfarero

    Podemos enumerar las fases necesarias para el proceso alfarero, desde la búsqueda de la materia primas hasta el producto cerámico final. Estas serían:
- Búsqueda de la arcilla adecuada. Este búsqueda puede ser determinante a la hora de instalar un alfar, se buscará un lugar lo más cercano a la cantera.
- Extracción y transporte de la arcilla.
- Triturado, filtrado e hidratación de la arcilla. Dependiendo si la finalidad es para material de construcción o vajilla fina se hará un triturado o molienda de la arcilla, posteriormente un filtrado con un cedazo, para terminar con el añadido de agua hasta crear una mezcla pastosa.
- Depuración y decantación de la pasta. La mezcla se deposita en las pilas para que se decante y depure hasta deshidratarse y le sea proporcionado el nivel plástico deseado.
- Preparación y amasado. Durante la preparación se le puede añadir otras arcillas o desgrasantes, procediendo posteriormente al amasado de la mezcla.
- Torneado y tratamientos previos a la cocción. Tres son las formas básicas de trabajar la arcilla: mediante molde, modelado y torneado.
- Secado. Debe ser lento y gradual para no provocar grietas y deformaciones.
- Decoración. Con tratamientos de barnizado y vidriado si es necesario.
- Preparación del horno: limpieza, carga de combustible, preparación del tiro, etc.
- Carga de la hornada y cocción. La carga debe realizarse de forma correcta aprovechando al máximo el espacio. La cocción es el proceso más importante, en ella el alfarero juega con la temperatura y los tiros de aire hasta crear el ambiente idóneo para un resultado satisfactorio.
- Tratamientos de acabado y decoración.
- Almacenado(14).

REPRESENTACIÓN MOLDEADO DE TEJA ROMANA
 ©Humberto García Colomina. Materiales latericios aplicados a la construcción. Pág. 29

6. LA TÉGULA ROMANA DE PALACÉS

    De las cinco tejas que Antonio Ramos entregó al Museo de la Diputación de Almería sólo se ha podido datar como perteneciente al yacimiento de Palacés una de ellas, debido a las características propias de esta que desarrollaremos a continuación. Las otras cuatro suponemos que se encontrarán en los fondos del museo confundidas con otras semejantes y sin determinar su procedencia.

6.1. Dimensiones

    La tégula de los Correos, según la información proporcionada por la jefa del Departamento de Conservación e Investigación del Museo de Almería, María de Mar Capel, tiene una longitud de 59,3 cm., exactamente la medida de dos pies romanos, y una anchura de 41, 6 cm. ligeramente inferior al pie y medio estándar romano de 44,4 cm. El espesor es de 2 cm. semejante al estándar medio de 2,2 cm(15).

La pieza descrita está compuesta además por dos pestañas o rebordes con forma de trapecio rectángulo que discurren a ambos lados de forma longitudinal a lo largo de la pieza, sólo interrumpida en uno de sus extremos por las escotaduras. Sus dimensiones aproximadas son de 2,7 cm. en la base menor y 4,5 cm. en la base principal, con una altura aproximada de 2,5 cm.
Además la tégula tiene dos escotaduras en la parte superior, donde se han rebajado los rebordes a la altura de la base, el rebaje longitudinal es aproximado a los 9,8 cm., bastante superior a la media de 5,7 cm. Esta teja no tiene escotaduras inferiores.

TÉGULA DE PALACÉS. Museo de Almería
© Juan D. Pardo

6.2. Marcas

    La diferencia sustancial, aparte de la dimensional propia de cada zona o alfarero, es la presencia de marcas propias de la fabricación o secado. En la de Palacés se encuentran a simple vista cinco marcas, una de pie humano y cuatro de supuestas huellas de perro, realizadas cuando la pieza arcillosa se encontraba en el secadero, previa a la cocción en el horno.
* En la parte media izquierda de la teja aparece una huella de pie humano calzado con una sandalia de suela vegetal. La posición es longitudinal, casi paralela al reborde, pero con sentido inverso de pisada. Posiblemente nuestra huella sea de una solea o sandalia romana del tipo baxae, compuesta por una suela trenzada de palmera, papiro, esparto o sauce, que se sujetaba al pie con unas cintas. Este calzado era usado por personas humildes y niños(16). Aventuramos que la de nuestro alfarero o persona que pasó por el secadero, era de esparto, ya que es la materia prima más común en nuestra zona. La medida de la huella es aproximadamente de 26 cm., lo que correspondería con una talla de zapato actual del n.º 41.
* En la misma parte media izquierda, entre el antepié y el reborde, se aprecian tres marcas digitales redondeadas y otras dos menos visibles de la misma forma, de aproximadamente 2 cm. de diámetro, formando la huella de un animal. Y en la parte derecha del antepié se observan otras cuatro marcas bien delimitadas y una difuminada, pero formando también una huella de animal. Ambas huellas van en dirección este-oeste hacia el reborde izquierdo. Las huellas serían compatibles, la primera con la pisada de las patas delanteras (5 dedos) de felinos y caninos, y la segunda con las traseras de los mismos animales que tienen 4 dedos. Tenemos serias dudas que sean de perro, ya que no aparece la almohadilla de la pata trasera, y sobre todo porque los caninos no retraen las garras, por tanto aparecerían las uñas marcadas, aparte de ser más ovaladas que las de la teja. En caso que fueran de gato, ya que estos retrae las uñas de manera que nunca tocan el suelo cuando andan(17), deberían aparecer también marcadas las almohadillas principales o trilobuladas, y parece que no lo hacen.
No podemos descartar que sean huellas de animales, pero tampoco es descartable que sean huellas de dedos humanos formadas por la presión que estos hacen al empujar la arcilla para posicionarla en el molde.

DETALLE PISADA HUMANA Y HUELLA DIGITAL-1 Y 2
© Referencia CE82381. MUSEO DE ALMERÍA

* En el ángulo inferior derecho, entre el borde inferior y el reborde derecho se aprecian cinco marcas digitales redondeadas de entre 1,8 y 2 cm.; y próximo a ellas y un poco más avanzadas hacia el norte-oeste otras tres marcas de dígitos casi difuminados. Las huellas, igual que las anteriores serían compatibles con las de gatos y perros, la primera de la pata delantera, y la segunda de la trasera; pero surge el mismo problema, ausencia de almohadillas para ambos, y de uñas para ser de perro. Igual que las huellas anteriores, pueden ser de animal, pero no es descartable que sean las marcas de tres y cinco dedos de un humano al presionar en posición cóncava con los dedos unidos sobre la arcilla colocada en el molde.
* Longitudinalmente se aprecia un repliegue de arcilla de aproximadamente 0,5 cm. que atraviesa por el centro de la teja, que es posible se formara en el modelado de la arcilla al colocarla en el molde, utilizando alguna herramienta o material plano para darle el aplanado en la parte superior de la teja.
* En la pieza se aprecian restos grises y blancos de desgrasantes. Los más comúnmente utilizados serían los inertes, tipo silíceos, en forma de cuarzos o chamota(*); sin descartar los fundentes, como las calizas, el talco, óxidos de hierro, etc.(18).

HUELLA DE PERRO
© Olga Castro Álvarez y Rosa Gimeno García-Lomas. Tégulas con huellas de animales en el Castro de Viladonga. Pág. 11.

* En la teja se observan las manchas propias del paso de los años, debemos tener en cuenta que si estimamos que la pieza se fabricó sobre el siglo III d.C., esta ha pasado 1.700 años enterrada. Esto deja constancia de la calidad de los materiales y de la fabricación de la tégula.
* Por lo que hemos podido comprobar la cara interior o inferior de la teja no tiene marcas de fabricación o alguna característica especial como impresiones vegetales sobre la que fue apoyada en su fase de secado, pero tampoco se puede descartar, ya que la exposición de la teja sólo deja visible dos pequeñas partes, no la totalidad.

DETALLE HUELLA DIGITAL-3
 ©Referencia CE82381. MUSEO DE ALMERÍA

6.3. Sepultura romana

    Según nos detallaba D. Francisco García en su informe de 1966 “Estas cinco tejas, formaban la tapa de una tumba romana situada en el mismo lugar del alfar árabe, pero en una capa muy inferior…” esto nos lleva a pensar que la fosa romana de los Correos era de cubierta plana, y las tégulas irían colocadas transversalmente al eje mayor de la fosa, es decir si la anchura de la tégula encontrada es de 41,6 cm., y suponemos que la sepultura estaba cubierta por las cinco que D. Antonio encontró, tenemos una longitud total de la tumba de 2,08 m.
    Pero esto es una hipótesis, ya que como indica D.ª María del Mar Capel en el cartel de presentación de la tégula como “pieza del mes” del Museo de Almería, “en la descripción del hallazgo no se dan detalles de como pudieron estar colocadas, de forma plana o doble vertiente”. Ni D. Antonio Ramos, ni el restaurador D. Francisco García dieron explicación de la situación de las tégulas al encontrar la tumba, por tanto se mantendrá siempre en el anonimato; aunque, siguiendo nuestra especulación, al sólo encontrarse 5 unidades, nos parece más lógico que sería de cubierta plana. De haber sido de cubierta a dos aguas o doble vertiente, hubieran aparecido al menos 8 o 10 unidades. Pero tampoco sabemos si el resto estaba y Antonio no las encontró.
Del mismo modo no sabremos nunca si la fosa tenía restos óseos (cremación o inhumación), fondo, paredes del mismo material o ajuar funerario que determinaría más fehacientemente su datación.

EXPOSICIÓN TÉGULA MUSEO DE ALMERÍA
© Andrés Sánchez Domínguez

6.4. Datación de la tégula de Palacés

    Lógicamente uno de los problemas más importantes de la investigación de las tégulas romanas de Palacés, es su datación. Si seguimos los datos aportados por los investigadores españoles, fechar su época de fabricación y uso depende de muchos factores; del emplazamiento del yacimiento, del tipo de poblamiento, de los aspectos externos como existencia de población militar, etc.
El uso de las tejas para cubiertas, planas y curvas, se va a generalizar a lo largo del siglo I d.C., aunque se documentan anteriormente en zonas como la Bética y el ámbito mediterráneo más influenciado por la romanización, abarcando principalmente desde el periodo flavio (69-96 d.C.) hasta mediados del siglo III d.C.(19), aunque otros autores lo amplían entre los siglos II y V d.C.(20). Para J. Chauffin, el reborde trapezoidal rectangular como el de Palacés es de la “buena época” es decir entre los siglos I-III d.C.(21).
    Con respecto a su uso como cubierta de sepulturas, nos indican que el denominado tipo II o enterramientos practicados en una fosa simple cuyo elemento definitorio es el empleo de tegulae, especialmente el tipo IIa con estructura funeraria compuesta por una tegulae en posición horizontal, se puede fechar entre los siglos I y II d.C.(22). A mediados del siglo II d.C. se introduce en el mundo romano la inhumación, permitiendo establecer diferencias palpables entre las distintas clases urbanas. Así se pueden observar desde pobres tumbas simples en fosa y con cubiertas plana o de tejadillo, hasta las más elaboradas con cajas de ladrillo y sarcófagos de mármol(23); aunque cuando se generalizaría la inhumación como rito funerario sería en el bajo imperio (284-476 d.C.) entre los siglos III y IV d.C.(24).
En el siglo III d.C. se introduce el cristianismo en el imperio, reflejándose en torno al siglo IV d.C. el uso de fosas simples para sus enterramientos, imponiéndose sus nuevas tradiciones, como orientación oeste-este y carencia de depósitos funerarios. Aunque en la Tarraconense las sepulturas de cubierta plana con tegulae se han podido establecer entre los siglos V-VI d.C.(25).
Por tanto la teja plana se mantendría en uso desde el siglo I d.C. hasta la época visigoda(26) aproximadamente el siglo VII d.C.
    Muy interesantes son los datos aportados por D.ª María del Mar Capel situándola entre los siglo III y IV d.C. debido a la extensión del cristianismo y la inhumación, sin olvidar que se puede aumentar a finales del II d.C. al ser la reutilización de un elemento constructivo; dilatándola incluso a los siglos IV-VIII al tratarse de un yacimiento sobre un alfar árabe(27).
    Por tanto y dados las dataciones de los investigadores consultados, y la cronografía conocida de los yacimientos de Palacés, nos atrevemos a decir que la tegulae romana de Palacés corresponde a la necrópolis romana del Municipium Ignotum de La Torrecica / Los Correos que se mantendría entre el siglo II y el IV d.C.

Imagen de los integrantes de "Palacés, legado milenario" junto a M.ª del Mar Capel y amigos
© Juan D. Pardo

VOCABULARIO

* CHAMOTA (1): Material granulado obtenido de la pulverización de los ladrillos, piedras refractarias, u otro producto cerámico.
* ÍMBRICE (2): Teja romana con forma curva que contiene la lluvia. Se utiliza para cubrir techumbres.
* LATERICIO (3): Es una forma técnica de la arquitectura y la arqueología que significa “de ladrillo”. Deriva de later: ladrillo, bloque o pieza diversa de barro cocido.
* PIE ROMANO (4): Antigua medida romana que equivale a 0,296 m. aproximadamente un pie del sistema imperial actual. = 29,6 cm.
* TÉGULA/TEJA (R.A.E.): Pieza de barro cocido u otros materiales, con forma acanalada o plana, que se utiliza para cubrir los techos y dejar escurrir el agua de lluvia.

(1) Chamota. Wikipedia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Chamota
(2) Ímbrice. Tesauros de Patrimonio Cultural de España.
http://tesauros.mecd.es/tesauros/bienesculturales/1014869.html
(3) Latericio. Diccionario Etimológico Castellano en Línea.
https://etimologias.dechile.net/?latericio
(4) Pie romano. Wikipedia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Pie_romano#:~:text=El%20pie%20romano%20es %20una,C.)

BIBLIOGRAFÍA

(1) Las tejas romanas de Palacés. Palacés Histórico. 2021.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2021/10/las-tejas-romanas-de-palaces_19.html
(2) Expediente “Hallazgo Arqueológico en Zurgena”. Reg. Entrada: N.º 1038, 23-03- 1966. Reg. Salida: N.º 2435, 29-04-1966. Archivo de la Excma. Diputación Provincial de Almería. Legajo 1285.
(3) Overa, una alquería fronteriza andalusí en la retaguardia. Lorenzo Cara Barrionuevo. Salvemos el castillo de Overa. Intervenciones, ponencias, debate, aportaciones… I Jornada de Estudios y ampliación de investigaciones. Overa Viva – Juan D. Pardo Valera. Mayo 2020. Páginas: 57-80.
(4) Museo de Almería. Pieza del mes. 17 de febrero de 2024
https://www.facebook.com/MuseoAlmeria/posts/pfbid0pVhVA4JEM8tbUcmScibj736ApkWHxkeULQresdfEZevbk9BLQewSbeC43j12GAJsl
(5) Púnicos y romanos en Palacés. Palacés Histórico. 2022.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2022/11/punicos-y-romanos-en-palaces.html
(6) La villae romana de Palacés. Palacés Histórico. 2022
https://palaceshistorico.blogspot.com/2022/12/la-villae-romana-de-palaces.html
(7) Análisis del territorio durante la ocupación protohistórica y romana en la depresión de Vera y Valle del río Almanzora, Almería. María Esther Chávez Álvarez. Tesis doctoral. Universidad de La Laguna, 2.000.
(8) Inscripciones romanas de la provincia de Almería. Rafael Lázaro Pérez. Instituto de Estudios Almerienses. Diputación de Almería. 2019. Páginas 248-249.
(9) Material constructivo latericio procedente del campamento de la Legio VII Gemina en León. La intervención arqueológica de Puerta Obispo. Ángel Morcillo Cerdán y Javier Salido Domínguez. Lucentum n.º 32. 2013. Pág. 147.
(10) El material de cubrición procedente de las termas n.º 2 de Labitolosa (La Puebla de Castro, Huesca). Luisa Ramos Sáinz. Revista d´Arqueología de Ponent n.º 9. 1999. Pág. 264.
(11) El material constructivo latericio en el campamento romano de Cidadela (Sobrado dos Monxes, A Coruña). Erik Carlsson-Brandt Fontán. Gallaecia. Revista de arqueoloxía e antigüedade n.º 30. 2011. Pág. 172-174.
(12) Tégula. Wikipedia
https://es.wikipedia.org/wiki/Tégula
(13) Tipología de las sepulturas en las necrópolis tardorromanas-cristianas de Mérida: Evolución de los espacios funerarios. Ana Bejarano Osorio. Mérida, excavaciones arqueológicas n.º 2. 1996. Pág. 344-346.
(14) Alfarería romana en la bahía de Cádiz. Lázaro Lagóstena Barrios. Publicaciones del Sur S.A. Universidad de Cádiz, Servicio de publicaciones. 1996. Pág. 23-28.
(15) Tégula romana de Palacés. María del Mar Capel García. Correo electrónico 22 de febrero de 2024.
(16) El vestido y el aseo en la antigua Roma: una propuesta didáctica. Carlota Casado Lorenzo. Trabajo fin de máster. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Valladolid. 2018. Pág. 48.
(17) Tégulas con huellas de animales en el Castro de Viladonga. Olga Castro Álvarez y Rosa Gimeno García-Lomas. CROA. Boletín de la Asociación de Amigos del Museo de Castro de Viladonga n.º 6. 1996. Pág. 11.
(18) Arqueología experimental: la manufactura de terracotas en época romana. María Luisa Ramos Sáinz y Luis Fuentes Ghislain. BAR International Series 736. 1998.
https://arqueologiaexperimental.unican.es/3-manufactura/
(19) Ibídem. Material constructivo latericio procedente del campamento... Pág. 147 y 167.
- Ibídem. El material de cubrición procedente de las termas... Pág. 264.
- El material constructivo latericio en Hispania. Estado de la cuestión. Lourdes Roldán Gómez. Cerámicas hispanorromanas. Un estado de la cuestión. XXVI Congreso Internacional de la Asociación Rei Cretariae Romanae Fuatores. Servicio de publicaciones. Universidad de Cádiz. 2008. Pág. 750.
(20) Ibídem. Tégulas con huellas de animales... Pág. 9.
- Ibídem. El material constructivo latericio en el campamento... Pág. 179.
(21) Ibídem. El material de cubrición procedente de las termas... Pág. 272.
(22) Enterramientos de tradición indígena en Corduba. Begoña García Matamala. Anales de arqueología cordobesa. n.º 13-14. 2002-2003. Pág. 252.
(23) Ibídem. Tipología de las sepulturas en las necrópolis... Pág. 355.
(24) Tégula Museo de Ávila. 
https://ceres.mcu.es/pages/
- Ibídem. El material constructivo latericio en Hispania... Pág. 751.
(25) Ibídem. Tipología de las sepulturas en las necrópolis... Pág. 248, 249, 356 y 357.
(26) Ibídem. El material de cubrición procedente de las termas... Pág. 264.
(27) Ibídem. Tégula romana de Palacés. María del Mar Capel García.

                                    (C) ANDRÉS SÁNCHEZ DOMÍNGUEZ 2024


viernes, 23 de diciembre de 2022

LA VILLAE ROMANA DE PALACÉS

1. ANTECEDENTES.

    Gracias a las excavaciones de Luis Siret y su encargado Pedro Flores, sabemos que Palacés está habitado desde el neolítico inicial o antiguo (Fase I de la Cultura de Almería) al encontrar en el Llano de las Eras sepulcros de planta simple circular(1), Bosch-Gimpera fecha esta época entre el 4000–3500 a.C. para los yacimientos Palacés 1 y 2(2); los asentamientos continuaron en el calcolítico con el yacimiento de La Torrecica/Los Correos (3200-2500 a.C.), para concluir con el yacimiento Llano de la Era-1, de época tardopúnica (siglos III-I a.C.)(3). Sin embargo, la época predominante de asentamientos en nuestra barriada, es la romana, que desarrollaremos en este artículo.

2. LOS ROMANOS EN PALACÉS.

    Como indicábamos en nuestro artículo “Púnicos y romanos en Palacés”(4), durante la época republicana (209–27 a.C.) se produce una importante reducción de los poblamientos tardopúnicos, abandonándose todos los núcleos de la desembocadura del río Antas y del curso medio del Almanzora, entre ellos el asentamiento palacero de Llano de la Era-1.
    Ya a finales del siglo I a.C. se produce la llegada de nuevos pobladores a nuestra zona, serán emigrantes romanos de carácter público, formados por militares y civiles asociados a la administración; y una segunda emigración privada a comienzos del siglo I d.C. debido principalmente al desarrollo de la agricultura en las tierras regadas por el río Almanzora y los yacimientos minerales de la sierra de los Filabres.
    Palacés Histórico” considera que Palacés nunca ha dejado de estar habitado, dada su situación estratégica de dominio de la entrada al valle del Almanzora; por tanto, es viable la existencia de poblamiento desde el siglo I a.C. por el carácter de vigilancia y defensa del emplazamiento del cerro La Torrecica de 242 m.s.n.m.
    Es interesante aclarar que aún existiendo varios yacimientos con diferentes denominaciones dependiendo de la época, todos están enclavados en una superficie de aproximadamente 50 hectáreas, comprendiendo las zonas de La Torrecica, La Noria, El Llano de las Eras, y las cortijadas de Los Correos/Los Mudos, de La Médica, Los Piteles, Los Bernabeles y del Rubio; atravesada por el camino de “Allirriba” (antiguo camino de Palacés a los Mudos) que continúa hasta llegar cruzando el río Almanzora al Bar Rana o “Allicara” en El Cucador; y los antiguos caminos de Palacés hacia Zurgena, y el camino de la Tejera. Adjuntamos un mapa explicativo y adaptado del SigPac.

(C) SigPac - A. Sánchez Domínguez
                        
    Los palaceros de la época, como todas las ciudades y pueblos del sur peninsular, se integraron en el mundo romano con la condición de stipendiariae y fueron obligados a pagar un tributo anual. Como consecuencia de la eclosión poblacional del siglo I d.C. se fundan otros asentamientos, como el de Palacés: La Torrecica/Los Correos, debido a los recursos que ofrece la zona, y sobre todo por las condiciones idóneas para el desarrollo de la agricultura(3) y la ganadería.

3. LA VILLAE ROMANA DE LA TORRECICA / LOS CORREOS.

    Las características especiales de la zona de La Torrecica: situación geográfica de control de la entrada al valle del Almanzora por la Ballabona y Overa, de las ramblas de Almajalejo y del Peral, y de la parte alta del Almanzora, Zurgena y Arboleas; su cercanía al río Almanzora: 400 m., y a nacimientos de agua como la cimbra de Palacés y de Tahúllas; el estar rodeado de fértiles tierras de regadío como el pago de Palacés y de secano con el Llano de las Eras; la cercanía a la vía de comunicación principal Baria-Tagili-Basti, que comunicaba el litoral con la hoya de Baza(3), posiblemente por la Alfoquía; y el dominio visual sobre el cerro de Limera, hicieron que los inmigrantes romanos eligieran nuestro término para construir una villae rural.
    La villa rural, presenta una doble función, lugar de residencia y control de la explotación agraria(5) y su organización municipal contaba con un senado local, compuesto por los decuriones, pertenecientes a las familias de mayor prestigio y riqueza, y por los duunviros, encargados del gobierno. Otros cargos municipales eran los cuestores y los ediles(6).
    Siguiendo al profesor Rafael Lázaro Pérez, en su artículo “Romanos en Zurgena y Cantoria”, este nos informa que: “...empotrados en los muros de un viejo cortijo (cortijo de D. Diego), hoy desaparecido, entre las ramblas de las Cobaticas y del Agua, aparecieron a principios de los años 90 del siglo pasado unos fragmentos de piedra con restos de letras. En el mismo lugar se halló otro fragmento de piedra correspondiente a la parte inferior de una escultura femenina según se deduce de los pliegues del vestido.
El primer fragmento es la parte inferior derecha de un pedestal de piedra caliza del lugar poco compacta, que se desconcha fácilmente y muy erosionada por el uso y la mala calidad de la piedra. En el lateral derecho se conservan restos de enmarcado del texto epigráfico. Las letras están bien trazadas y miden 3 cm de altura en la primera línea y 4 cm en la segunda. Muy llamativo resulta la existencia de restos de pintura de minio en las letras.
La existencia de un pedestal y de restos de una escultura despeja toda duda sobre la funcionalidad del monumento: monumento honorífico dedicado a una matrona que debió ejercer algún cargo importante en el municipio: religioso o de patronazgo, pero de la que lamentablemente desconocemos su nombre. Resulta al respecto muy interesante destacar que, de los tres ejemplos de monumentos honoríficos dedicados a particulares en las ciudades romanas que existieron en nuestra provincia, dos de ellos están dedicados a mujeres, el presente y otro dedicado a Porcia Maura en El Ejido.
Por la reconstrucción del texto, en el que se lee con claridad “por decreto de los decuriones”, podemos asegurar que en el mismo se certifica la existencia de un municipio romano, por ahora de nombre desconocido, dotado, como todos los que recibieron el derecho latino en tiempos del emperador Vespasiano, de una curia u “ordo municipalis” compuesto por decuriones, una especie de corporación municipal.
Los decuriones, en un acto de reconocimiento hacia dicha matrona, decretaron la construcción del pedestal y la estatua correspondiente, y además designaron y proporcionaron el lugar donde debía colocarse la estatua. En cualquier caso, en lugar próximo al foro o centro urbano de la ciudad. Ejemplos como el presente solían tener lugar tras la muerte del homenajeado e iban acompañados, en la inauguración del monumento, de diversos actos festivos generalmente costeados por los familiares del difunto”(7).

(C) Rafael Lázaro Pérez
                                            
    El cortijo de D. Diego Blesa estaba situado en zona de Las Moreras de Palacés, como bien dice D. Rafael, entre las ramblas de Las Cobaticas y del Agua, era la última vivienda de Palacés antes de llegar al puente de Los Ballestas, límite entre Zurgena y Huércal-Overa. El cortijo fue derribado cuando sus tierras fueron compradas por unos empresarios para plantar cítricos, y pertenecía, junto a otras tierras y otro cortijo a la familia Blesa Rodríguez de Huércal-Overa. D. Diego Blesa Rodríguez era abogado, y hermano de D.ª Beatriz Blesa, primera mujer registradora de la propiedad en España, por su profesión, a las tierras familiares se les llama “de la Registradora”.
D. Diego y D.ª Beatriz eran hijos de D.ª María Rodríguez Navarro, nietos de D.ª Dolores Navarro Herrero, que a su vez era hermana de D.ª María Rafaela Navarro Herrero; y biznietos de D.ª Beatriz María Dolores Herrero Domínguez, casada con D. Jacobo Navarro y Aledo, y hermana de D. Guillermo Herrero Domínguez, fácilmente reconocibles por sus propiedades en Palacés. Esta familia debe tener alguna relación con D. Andrés y D. Lucas Gómez Cervantes, y D. Nicolás Gonzálvez Rodríguez, ya que eran los máximos propietarios de casas y propiedades en Palacés (esperamos que algún día podamos hacer un artículo sobre las posesiones de estas familias y su relación).
    Palacés Histórico considera que el pedestal romano encontrado en el cortijo de D. Diego Blesa, fue transportado a Las Moreras, debido a la escasez de piedras en la época, desde la casa que sus antepasados tenían en La Torrecica. La historia de esta casa viene descrita en la “Historia de Zurgena”(8), que cita un informe de Flores Grano de Oro, donde se reseña la solicitud de permiso de D.ª Miguelina “para trasladar los bloques de mármol labrado a Oria, para componer con ellos la portada de la casa que mandó construir junto a la fuente de la Apodaca, a la salida del camino de Granada”. D.ª Miguelina Bocanegra era la viuda de D. Pedro Jordán de Tortosa, el capitán de la fortaleza de Cuevas, al que el Concejo de Vera le regaló en 1569 las tierras y la casa que este tenía en las Peñas de Palacés, por su heroica defensa de la ciudad de Vera ante el cerco morisco de las tropas de Abén Humeya(9).
    Consideramos, aún sin confirmar, que la relación de la familia Blesa con las tierras del capitán Jordán, puede ser su antepasado D. Jacobo navarro y Aledo, descendiente directo del valeroso capitán.

4. OTROS RESTOS ROMANOS ENCONTRADOS EN PALACÉS.

4.1. Tejas romanas (Alfar árabe). Los Correos.

    Los primeros indicios de la existencia de restos romanos en Palacés se deben al hallazgo de Antonio Ramos “El Tartala” en 1966, que al hacer unos hoyos detrás de su casa en Los Correos, junto al camino que va “Allicara”, para poner unos almendros, encontró unas tejas romanas, que se llevaron a Almería y nunca más supo de ellas. El arqueólogo Lorenzo Cara(10) nos dio la pista de su paradero, dirigiéndonos al archivo de la Diputación Provincial de Almería, que muy amablemente nos ha entregado la documentación del expediente. En él, el técnico afirma que las cinco tejas encontradas (una de ellas con huellas de pie humano y pisadas de perro), formaban la tapa de una tumba romana, en una capa inferior al alfar árabe superficial.
Además de la cerámica propia del alfar árabe, se pudieron encontrar “fragmentos de “terrasigilata” y otras cerámicas romanas, tardías, más toscas y sin decoración”.
    Posteriormente nos hemos puesto en contacto con el Museo de Almería para que nos dieran información sobre el paradero de las tejas… y aún no hemos tenido respuesta de esta institución. Este hallazgo lo hemos desarrollado en el artículo “Las tejas romanas de Palacés”(11).

4.2. Estructura muraria romana (casa romana). La Torrecica.

    Posteriormente, en la década de los ochenta, los palaceros de mi generación y la siguiente, tuvimos la fiebre de la búsqueda del “tesoro del moro” en La Torrecica; cogimos nuestras azadas y palas, y comenzamos a excavar en un saliente donde se vislumbraba restos de una pared, así los más jóvenes consiguieron descubrir los restos de una muralla que sería el inicio de estudios posteriores.
    En la campaña de 1990 del proyecto de investigación de la Junta de Andalucía “Los inicios de la metalurgia en la cuenca del río Almanzora”, los investigadores indican: “En lo alto de una loma, que mira hacia el río Almanzora, se disponen los restos de una estructura rectangular, a tenor del ángulo recto conservado, con uno de los tramos que supera los 6 m. de largo, que probablemente correspondería a una estructura de habitación, pero no a un torreón. En sus inmediaciones, en parte roturados y plantados de almendros, se advierte cerámica calcolítica, Terra Sigillata Gálica del s. I o principios del II d.C., y numerosa cerámica hispanomusulmana, básicamente de época tardía nazarí”(12).
    En 2001, Mariano Martín García en su proyecto “Notas para el estudio de la arquitectura militar en la zona de la Axarquía almeriense (siglos VIII y XVIII)", nos describe: “Se trata de parte de una estructura medieval, construida con muros de tapial de cal y canto, de 0,50 metros de espesor. Lo que se conserva constituye un paño de 14,50 metros de longitud, con dirección E-O, situado en la parte alta de la ladera del cerro. De la zona S del mismo, antes de llegar al final de la parte conservada, sale otro muro perpendicular de iguales características y un longitud superior a los 2,00 metros que se pierde en el interior del relleno del monte”(13).
Alberto Castellón nos señala que “En el registro arqueológico, sobre la superficie se pueden apreciar restos murarios de una estructura rectangular en función del ángulo recto conservado correspondiendo a un habitáculo. … Encontramos algunos restos de cerámica iberoromana perteneciente a una domus o casa romana rural”(14).

Estructura muraria
(C) A. Sánchez Domínguez
    

   Estructura muraria 
(C) A. Sánchez Domínguez

































    
  
    














    





Por desgracia la estructura muraria que reflejan las investigaciones anteriores fue destruida por la avaricia constructiva de los “nuevos constructores” del “boom” urbanístico en julio de 2002, con el beneplácito del Excmo. Ayuntamiento de Zurgena y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Su arqueólogo sólo encontró “pequeños fragmentos de yeso”; ¿Qué pensaba encontrar cuando había pasado una excavadora por encima y se ha reducido la altitud del terreno en 3 m.?. Sin embargo, otro arqueólogo, Antonio J. Rubio si descubrió restos al visualizar el yacimiento destruido: “...Esto ha provocado la destrucción y enterramiento de las estructuras, en concreto las de planta rectangular, viéndose en la superficie cascotes de los muros de tapial destruidos”…”Por otro lado los rebajes hechos en el camino de acceso han puesto en evidencia la existencia de muros construidos con mampostería de piedra, revocada con yeso, en la zona suroeste del lomizo”(15).
    En 2016, recibimos la visita del investigador y editor Juan Grima, como preparación a su conferencia en el Foro “Palacés: Historia en la historia”, visitamos al cerro de La Torrecica, en su ladera norte, pudimos descubrir otra estructura muraria en una oquedad del terreno y restos de piezas cerámicas en su entorno (por supuesto, devueltas a su entorno)(16).

Estructura muraria
(C) Juan Grima
                            
Restos cerámicos
(C) Juan Grima



















    
    
    A falta de la confirmación arqueológica, creemos que los restos de muros que hasta 2002 existían en el cerro de La Torrecica, son las ruinas de la casa de la Sra. Miguelina Bocanegra, la misma que trasladó los bloques de mármol labrado para hacer la portada de su casa de Oria.

4.3. Tapa de sarcófago romana (Necrópolis árabe). La Médica.

    Otro de los lugares donde los niños palaceros buscábamos “el tesoro del moro” era en los cortijos de La Médica, entre la casa de Frasquito “El Barbero”, la acequia de las Tahúllas y el camino de Allirriba. En el descampado delante de la casa se veían unas zanjas con piedras grandes a ambos lados y encima, todavía quedan algunos restos junto a la acequia ahora entubada. En el talud de la carretera, por la parte izquierda, descubrimos un esqueleto que (suponemos) aún se conserva en la colección particular de un vecino. En este descampado, el dueño hizo una habitación para guardar vehículos y enseres, encontrando una gran losa de mármol blanco grabada. Según el profesor Rafael Lázaro, aún dudando por el gran espesor, la losa corresponde a una tapa de sarcófago romana; aunque en principio pensó en que era una tabula ansata sin acabar. La tabula ansata, es un elemento de arquitectura ornamental rectangular con los lados en cola de milano, para colocar en el dintel de una vivienda, con inscripciones o epígrafes representativos.
    Para Alberto Castellón, la losa de mármol es un dintel romano anepígrafo (que carece de inscripción), reutilizado como lápida sepulcral andalusí (sahid) en una de las tumbas(14).
La tapadera se encuentra custodiada por las personas que la encontraron. Sería interesante que permitieran que fuera estudiada por expertos, para determinar fehacientemente su datación, utilidad y antigüedad.

Tapa de sarcófago o Dintel Romano
(C) A. Sánchez Domínguez
                  
4.4. Silo romano. Carretera Allirriba.

    En los años 80, cuando se hizo la ampliación del camino de Allirriba, en la margen izquierda, junto al cruce de caminos una vez pasada la cortijada de La Médica, se encontró un gran agujero esférico de unos 3 m. de alto con una abertura aproximada de 1 m. sin estructura mural interior. Cuando se descubrió no se apreció tapadera, ni ningún objeto en el interior. Estuvo varios años descubierto sirviendo de basurero, hasta que fue enterrado cuando se asfaltó el camino de Allirriba en los años 90. Aún se puede apreciar en esta zona el lugar donde está enterrado el silo.

Restos silo romano
(C) A. Sánchez Domínguez
                            
4.5. Basa de columna romana. La Médica.

    En los mismos cortijos de La Médica, se encuentra una basa de columna romana, empotrada en el poyo de una vivienda, utilizada antaño como picadera de esparto por sus dueños. Desconocemos si en sus orígenes fue de mármol o de alabastro, ya que estuvo primero encalada, y ahora recubierta de mortero y piedra.

Basa columna romana
(C) A. Sánchez Domínguez

4.6. Estructura muraria romana. Loma de la Choza. Los Piteles.

    Durante la visita ya descrita de Juan Grima Cervantes a la zona, le pareció interesante el montículo frente a los cortijos de Los Piteles, llamado la Loma de la Choza por sus propietarios. Durante la inspección visual descubrimos varios muros embutidos en los taludes de separación de los bancales de olivos, que posiblemente pudieran ser unas estructuras murarias de época romana, bien como restos de viviendas o como separación propia de las actividades agrícolas(16).

Restos murarios
(C) Juan Grima
                                         
4.7. Piletas romanas de mármol. Almazara de los Bonillo. Los Correos.

    En mayo de 2020, poco antes de la pandemia, recibimos en Palacés la visita del arqueólogo Lorenzo Cara Barrionuevo, visitamos con él varios yacimientos arqueológicos y la almazara de las hermanas Bonillo. Entre los interesantes restos de la almazara(17), encontramos dos piletas circulares de mármol blanco, reutilizadas entre los utensilios de esta y la cuadra de los animales. El autor nos las describe en el libro “Salvemos en castillo de Overa”(10): “reutilizadas en una vivienda privada cerca de Los Mudos hay dos piletas circulares, en mármol blanco Macael; la primera, con una protuberancia a modo de asa, está rota e incompleta en la cochinera septentrional; la segunda se encuentra en la nave estrecha lateral y tiene un ligero rebaje bajo el borde simple y algo entrante; ambas miden 56-56x18 cm. de altura y estaban toscamente desbastadas, sobre todo al exterior. Las piezas pudieron pertenecer a una terma”.
    Piletas como las descubiertas en la almazara, han existido varias en los cortijos de Palacés, casi siempre utilizadas para dar de comer y beber a los animales en los corrales. El conjunto de ellas, como indica Lorenzo Cara, pudieron pertenecer a una terma romana.

Pileta romana
(C) A. Sánchez Domínguez
                               
4.7. Otros restos e indicios.

    Seguramente de época romana son los olivos milenarios de los que seguimos sacando su aceite actualmente; el entramado de cimbras y acequias del pago de Palacés y de Tahúllas, las acequias excavadas en la roca de las ramblas de las Cobaticas y del Agua; las piletas de piedra caliza que hemos estado usando hasta hace pocos años para nuestros animales; las picaderas de esparto en mármol Macael que usaban nuestros antepasados, que se encontraban en las inmediaciones de las casas, etc.

Olivo centenario
(C) A. Sánchez Domínguez


     Acequia 
(C) A. Sánchez Domínguez
  Pileta de piedra caliza 
(C) A. Sánchez Domínguez




















5. CONCLUSIONES.

    Todos lo anteriormente descrito, contiene las suficientes pruebas para considerar que en Palacés hubo un importante “municipium ignotum” en época romana entre los siglos I y II d.C., compuesto de una domus (vivienda de familia romana de alto nivel económico), sistema político formado por decuriones, otras viviendas secundarias aisladas, una necrópolis (cementerio), un alfar (taller donde se fabrican objetos de barro), indicios de una terma, silos, columnas, piletas, un sistema complejo de regadío, olivos milenarios, etc.
El municipio en cuestión, subsistió hasta principios del siglo V d.C., según los restos encontrados en el asentamiento Llano de la Era-2, desapareciendo durante el Bajo imperio, como consecuencia directa de la profunda crisis de transformación social y económica del imperio romano durante el siglo III d.C. y de la reestructuración del poblamiento tendente a la centralización y la concentración de la tierra en grandes latifundios del siglo IV d.C.(3).

BIBLIOGRAFÍA

(1) Los enterramientos de las fases iniciales en la “Cultura de Almería”. Pilar Acosta y Rosario Cruz-Auñón. Habis n.º 12. 1981. Pág. 283-284.
(2) La Cultura de Almería. Pedro Bosch-Gimpera. Pyrenae: Revista de prehistòria i antiguitat de la Mediterrània Occidental n.º 5, 1969. Pág. 53-55.
(3) Análisis del territorio durante la ocupación protohistórica y romana en la depresión de Vera y Valle del río Almanzora, Almería. María Esther Chávez Álvarez. Tesis doctoral. Universidad de La Laguna, 2.000. Pág. 214-216, 484, 525, 583.
(4) Púnicos y romanos en Palacés. Palacés Histórico 2022.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2022/11/punicos-y-romanos-en-palaces.html
(5) Ciudad y territorio en el sureste peninsular durante época romana. M.ª Juana López Medina. Ediciones Clásicas. Madrid. 2004. Pág. 105.
(6) Las villas romanas de Madrid. Madrid en época romana. Varios autores. Ayuntamiento de Madrid. 1995. Pág. 9.
(7) Romanos en Zurgena y Cantoria. Rafael Lázaro Pérez. La Voz de Almería. 21 de abril de 2018.
(8) Historia de Zurgena. A la historia desde tu historia. José García Gallego, Josefina Valera Tudela y Pedro Segura Cano. Colección Investigación 2. Arráez Editores. Almería 1994. Pág. 108.
(9) Las peñas de Palacés y el cerco de Vera: 25 de septiembre de 1569. Palacés Histórico 2021.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2021/08/las-penas-de-palaces-y-el-cerco-de-vera.html
(10) Overa, una alquería fronteriza andalusí en la retaguardia. Lorenzo Cara Barrionuevo. Salvemos el castillo de Overa. Juan D. Pardo Valera y Overa Viva. 2020. Pág. 61 y 64.
(11) Las tejas romanas de Palacés. Palacés Histórico 2021.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2021/10/las-tejas-romanas-de-palaces_19.html
(12) Prospección arqueológica superficial en la cuenca del bajo Almanzora (Almería). Informe provisional de la campaña de 1990. P. González Quintero, A. Díaz Cantón, M.D. Camalich Massieu, D. Martín-Socas, A. Mederos Martín, J. López Salmerón. II Actividades Sistemáticas. Anuario Arqueológico de Andalucía / 1990. Consejería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. 1992. Pág. 62.
(13) Notas para el estudio de la arquitectura militar en la zona de la Axarquía almeriense (Siglos VIII al XVIII) (1ª parte). Mariano Martín García. Axarquía. Revista del Levante Almeriense. Año II. Verano 1997. Pág. 87.
(14) Castillos y atalayas del Almanzora. Alberto Castellón Sánchez del Pino. Instituto de Estudios Almerienses. Colección Historia n.º 60. 2017. Pág. 295-297.
(15) La Torrecica de Palacés (Zurgena), un yacimiento arqueológico en peligro. El patrimonio arqueológico y monumental: atentados e intervenciones de urgencia. Antonio J. Rubio Simón. Axarquía. Revista del Levante Almeriense. Año VII. Verano 2002. Pág. 126-127.
(16) Hallazgos arqueológicos en Palacés y su entorno. Juan Grima Cervantes. Foro Palacés. Historia en la historia. Conferencia. 28 de mayo de 2016.
(17) La almazara de Palacés. Jema Bonillo. Palacés Histórico 2021.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2021/07/la-almazara-de-palaces-por-jema-bonillo.html


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