El 6 de octubre de 1406 se firma en Madrid la tregua de paz entre el rey de Castilla Enrique III y el emir nazarí Muhammad VII, la tregua fue rubricada con validez para dos años, pero dos días antes de su firma los granadinos atacaron Baeza entrando por Quesada. El tratado contemplaba su vigencia desde el primero de mes, por lo que Enrique III consideró que el ataque nazarí era una ruptura de la tregua e inició la preparación de una guerra general contra Al-Andalus convocando las Cortes para recaudar los fondos necesarios (1). Pero el rey castellano no llegaría a ver cumplido su deseo, ya que muere el 25 de diciembre de 1406 (2), sucediéndole su hijo Juan II de tan solo dos años. Se inicia así la regencia de su madre Catalina de Lancáster y de su tío Fernando de Antequera (3).
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Reino de Granada siglo XV (C) https://es.wikipedia.org/wiki/Reino_nazarí_de_Granada |
Enrique III había enviado el 27 de mayo de 1406 al mariscal de Castilla Hernán García de Herrera a tierras murcianas “para que estén en esa frontera de los Moros, y hagan las cosas que cumplieren á mi servicio en guarda, y defendimiento de esa tierra” (4) parece ser que hubo algunos problemas entre el mariscal y los nobles murcianos, ya que los regentes tuvieron que reafirmarlo el 30 de enero de 1407 (5).
Hay controversia entre los cronistas antiguos e historiadores modernos sobre los motivos de la entrada de las tropas murcianas hasta Vera, los primeros afirman que gracias a un espía de Lorca se supo que el alguacil mayor de Granada, Reduán, se había situado en Vera con 1.500 caballos y 12.000 peones y otro caudillo en Orce, para invadir el reino de Murcia y posteriormente Valencia; los segundos, según parece más acertados, sostienen que la iniciativa fue murciana, llevados por la codicia de llevarse de sus campos una buena presa de ganado aprovechando que el ejército granadino estaba ocupado en otro sector de la frontera (6). Del mismo modo hay otro debate con las fechas de la salida murciana de Lorca, unos la sitúan el 6 de diciembre de 1406 (7) y otros el 9 de febrero de 1407 (6). Nosotros creeremos a estos últimos y como el padre Tapia seguiremos la cronología de la Crónica de don Juan II.
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Juan II de Castilla (C) https://dbe.rah.es/biografias/13439/juan-ii-de-castilla |
En enero de 1407 el mariscal García de Herrera convoca a los fronteros de Lorca y a los alcaides importantes del reino de Murcia; de este llegaron a Lorca con sus huestes: Pedro López Fajardo, comendador de Caravaca; Juan Fajardo, señor de Molina; Fernán Pérez Calvillo, alcaide de Alguazas y Cotillas; Alonso Yáñez Fajardo, señor de Librilla; Gonzalo de Saavedra, alcaide de Archena; Ramón de Rocafull, señor de Albatera; Enrique Bel, señor de Pinilla; Jaime Masquefa, señor de Daza (6), además de Martín Fernández Piñero, Garci López de Cárdenas, comendador de Socovos (7); y las milicias concejiles de Murcia al mando del alguacil Juan Cornejo. Componían un ejército de 80 hombres de armas, 500 jinetes y tres mil infantes con lanzas y ballestas (6).
* Martes, 8 de febrero 1407: Terminan de reunirse las tropas castellanas en Lorca.
* Miércoles, 9 de febrero: Salen de Lorca las huestes al mando del mariscal, encaminándose por el camino de la Fuente de Pulpí, hacia Vera.
* Jueves, 10 de febrero: Las huestes cristianas llegan a Vera a la hora de tercia (9 de la mañana) “E hallaron los moros bien apercibidos, porque avia tres días que eran avisados del ayuntamiento de los christianos” (8), Reduán había sido avisado por sus espías de la salida de Lorca y temiendo la lucha dividió sus tropas entre las ciudades y villas de la frontera, dejando sólo en Vera “trescientos ginetes y mil peones”. Los musulmanes no admitieron el desafío, cerraron las puertas de la ciudad y se fortificaron temiendo el ataque murciano (7), el mariscal viendo que no respondían a su desafío asentó su Real en unas huertas y parrales cercanas a la ciudad, las cuales mandó talar, quebrando unos molinos y quemando cincuenta casas de alquerías (8), convocando a consejo a sus caballeros (7). Decidida la ofensiva mediante el ataque compaginado a las tres puertas que tenía la ciudad, donde se situarían el pendón de Lorca en una, el de Murcia en otra y el mariscal en la última. Entrada la tarde se inicia el asalto junto a las murallas, pero al no tener los cristianos escalas ni mantas no pudieron asaltarlas, hubo cuatro cristianos y varios moros muertos, además de muchos heridos por los dos bandos (9), pero todo quedó en tablas al llegar la puesta de sol. Los de Vera pasaron la noche en las murallas y los murcianos en su campamento, recelando ambos del ataque del enemigo (6).
* Viernes, 11 de febrero: Por la mañana el mariscal manda saquear y quemar un gran arrabal fuera de la ciudad de Vera y enterado que habían llegado a Suxena, lugar a tres leguas de Vera a poniente, quinientos caballeros moros y dos mil peones llegados desde Baza para socorrer a Vera (2) al mando del caudillo de Baza, Alí ben Muza (6), deseando la acción, aún sabiendo que estaba a corta distancia de Huércal, Overa, Arboleas, Albox, Cantoria y otras poblaciones, mandó marchar su campo con toda destreza tomando el camino de la Vallabona (2) al medio día.
Ni cronistas ni historiadores señalan dónde se estableció el Real del mariscal esa noche, sólo Morote indica que “… tomando el camino de la Valla-bona. Luego que las Centinelas de su Torre, hasta oy con toda su integridad permanente, descubrieron á los Christianos, dieron abisso con la ahumada á los Moros de los vecinos pueblos” (7). Debieron pernoctar pasada la Ballabona, quizás en la actual La Concepción, ya que todos los cronistas indican que los cristianos “llegaron á Xuxena otro día al alva” (2).
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Crónica del señor Rey don Juan II (C) Fernán Pérez de Guzmán |
* Sábado, 12 de febrero. Cuando los zurgeneros y las huestes de Alí ben Muza vieron que las tropas murcianas llegaban, salieron al campo, aquí tampoco se señala el lugar exacto, en las Crónicas de Juan II se dice: “el combate se desarrolló en el campo frente a Zurgena” (6); y Morote indica “… salieron valerosos á encontrarse en lo llano del río con los Christianos” (7), podemos suponer que el lugar llano y el campo con vista a Zurgena es en las inmediaciones de Palacés.
Según indica el padre Tapia, en la batalla de Zurgena se dio la “fiesta más real de moros y cristianos que tenemos noticia, paradigma cruento de las que ahora alegran las fiestas patronales en tantos pueblos almerienses”, ya que la disposición de los ejércitos fue la siguiente: Los de caballo musulmanes se pusieron en una batalla y los peones, lanceros y arcabuceros en otra; viendo los cristianos esta formación, García de Herrera dispuso a sus huestes en una batalla la gente a caballo con los de armas en la delantera y los peones hicieron dos batallas, una de dos mil quinientos y otra de quinientos escogidos (6). La contienda comenzó con el ataque de la infantería, para posteriormente entablar combate la caballería, los cronistas señalan la destreza y el valor de los cristianos y la gallardía mora, pero las tropas a caballo castellanas lograron arrollar a las del enemigo, haciendo que estos “se retiraran a unos olivares de Suxena” (7), suponemos que son los olivares de La Alfoquía cercanos al río Almanzora, opinión compartida por García Gallego cuando indica que de la Crónica de Juan II podemos extraer el dato: “que existía frente al castillo, al otro lado del río, un gran olivar capaz de proteger a una tropa de varios miles de soldados cristianos que pusieron su real en esta parte del río” (9). Quedaron (siempre siguiendo a los cronistas castellanos) muertos en la batalla 78 caballeros moros y 100 peones, además de 19 jinetes hechos presos (8).
Los murcianos persiguieron a los moros hasta meterlos en la población, cerrando las puertas, los cristianos combatieron toda la tarde y la tomaron al asalto por la fuerza de las armas quebrando las puertas (6), los moros a caballo viendo la entrada castellana huyeron por la parte de la villa que no se combatía (8), los demás se retiraron al castillo. Los cristianos intentaron atacar el castillo, pero la llegada de la noche les hizo salir de la villa y asentarse en su Real (6). Las bajas moras del asalto fueron de 34 de a pie que no pudieron acogerse en el castillo; los murcianos muertos fueron 20 de armas y muchos peones, y muchos heridos por ambas partes (9).
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Castillo de Zurgena (C) https://www.visit-andalucia.com/one_post.php?id=896&title=zurgena-alfoquia |
* Domingo, 13 de febrero. Los murcianos saquean Xuxena, encontrando grandes despojos de la lucha, llevándose cien caballos, corazas, adargas y espadas (8). El recuento de bajas (según los vencedores) fue por parte musulmana de 78 jinetes muertos, entre ellos el caudillo de Baza, Alí ben Muza, 100 peones muertos en la batalla y 40 en el asalto, 19 cautivos e innumerables heridos; por parte castellana murieron 20 hombres de armas y 100 peones, y 150 heridos (6).
En total las tropas castellanas estuvieron 5 días y cinco noches en tierras del Almanzora, para terminar partiendo de Zurgena sin combatir el castillo, ya que “fueron certificados que mucha gente de los moros se ayuntaban para venir contra ellos” y “los cristianos se bolvieron cada uno a su casa mucho alegres con esta victoria. Lo que sabido por la reyna y por el infante vieron dello gran placer” (8).
Ginés Pérez de Hita en su Canto Noveno de las Guerras Civiles de Granada nos relata “De la batalla de Zurgena y de lo que en ella pasó”.
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La batalla de Zurgena (C) Ginés Pérez de hita |
BIBLIOGRAFÍA
(1) Muhammad VII. Real Academia de la historia. Francisco Vidal Castro.
https://dbe.rah.es/biografias/6676/muhammad-vii
(2) Ginés Pérez de Hita. Estudio biográfico y bibliográfico. Nicolás Acero y Abad. Tipografía de Manuel G. Hernández. 1888. Página 263-264, 269, 271-273.
(3) Juan II de Castilla.
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_II_de_Castilla
(4) Discursos históricos de la muy noble y leal ciudad de Murcia. Francisco Cascales. Francisco Benedito, Murcia 1775. Página 226.
(5) Documentos de la minoría de Juan II. La regencia de don Fernando de Antequera. María Victoria J. Vilaplana Gisbert. Colección de documentos para la historia del reino de Murcia. Real Academia Alfonso X el Sabio. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Murcia 1993. Pág. 15.
(6) Historia de la Vera antigua. Capítulo 4º. La Guerra de fronteras. III Guerras civiles en Granada y Castilla (1381- 1432). José ángel Tapia Garrido. Excma. Diputación Provincial de Almería. 1987. Página 229-231.
(7) Antigüedades y blasones de la ciudad de Lorca. Parte II, Libro III, capítulo VII. Pedro Morote Pérez. Francisco Joseph López Mesnier. 1741. Página 337-338.
(8) Crónica del señor rey don Juan II. Fernán Pérez de Guzmán. Imprenta de Benito Monfort. Valencia 1779. Pág. 40-41.
(9) Crónica de Juan II de Castilla. Juan de Mata Carriazo y Arroquia. Real Academia de la Historia. Madrid 1982. Pág. 67-68.
(10) La Alfoquía en el eterno recuerdo. José García Gallego. Libro de Fiestas de la Alfoquía 1992. Ayuntamiento de Zurgena. Pág. 1.
(C) Andrés Sánchez Domínguez 2021
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