1. Antecedentes. La taifa de Almería
Como decíamos en nuestra entrada “El Califato Omeya de Córdoba 929-1031”(1), a la muerte de Jayrán el 25 de junio de 1028, le sucedió su lugarteniente también eslavo amirí (y posible hermano), Zuhayr al-Amiri (#1028-1038), que hasta este momento era gobernador de Tudmir (Murcia), Jaén, Baeza y Calatrava(2). Pero antes tuvo que doblegar la oposición de Musallam en Orihuela, también pretendiente de los derechos de herencia. Zuhayr se desplazó a Almería dejando en Murcia a dos aristocráticos árabes murcianos: Abú Amir ibn Jattab y Abú Bakr ibn Tahir, que pronto se enfrentarían por el poder; en la disputa intervino el rey de la taifa de Denia, Muyahid, que ayudó a ibn Jattab, pero Zuhayr encarceló en Almería a ibn Jattab dejando a ibn Tahir como gobernador de la cora de Tudmir. Zuhayr llegó a dominar además de Almería, Murcia y Orihuela, a Baza, Lorca, Alcira, Alicante, Jaén y Játiva, está última la cedería al rey de la taifa de Valencia, Abd al-Aziz.
En 1034 Zuhayr(3), supuestamente para evitar la proclamación del califa Hisham II, ocupa Córdoba, pero la proclamación del nuevo califa por el rey de la taifa sevillana, hizo que apoyado por Habus ben Maksan de Granada y Muhammad ben Abd Allah de Carmona marchara sobre Sevilla para proclamar califa a Idris de Málaga. Pero la muerte de este volvió a dejar a los hammudíes sin califa bereber(4).
En 1038 murió Habus, rey de la taifa de Granada, sucediéndole su hijo Badís, comenzando a resquebrajarse la alianza con los granadinos, quizás por el exceso de ambición del rey de Almería. Cuando en agosto de 1038, Badís envió un mensajero para exigir la renovación de la alianza, Zuhayr montó en cólera dirigiéndose hacia Granada con su ejército, pero el mayor número de efectivos granadinos y la traición de sus esclavos negros dio como resultado la derrota almeriense, muriendo el propio Zuhayr durante la huida el 4 de agosto(5).
REINOS DE TAIFAS HACIA 1031 (C) https://unaodiseamedieval.blogspot.com/2011/04/las-taifas-de-al-andalus.html |
Muerto el eslavo, Almería quedó sin sucesor, los nobles de la ciudad entregaron el poder al saij (hombre justo) Abú Bakr al-Ramimí (#1038)(6) mientras entraban en conversaciones primero con el rey de Málaga, Idris ibn Alí, pero la muerte de este de forma natural(7), hizo que se recurriera al rey de Valencia para que tomara posesión del reino(6). El 3 de septiembre de 1038 el régulo de Valencia Abd al-Aziz al-Mansur (#1038-1044) toma posesión de Almería, dejando en esta como gobernador a su cuñado (o yerno) Man ben Sumadih, este se independizaría de Valencia en 1044, bien como ofrecimiento del rey valenciano, o como traición a este. Man ben Sumadih (#1044-1052) fue un gran soberano pero no se tituló regio, muriendo en 1052. A su muerte le sucedió su hijo Muhammad al-Mutasim billah (1052-1091). Con al-Mutasim Almería sí despuntó como gran taifa, realizando obras notables en la alcazaba y las murallas, destacando su mecenazgo cultural. El rey almeriense fue de los que apoyó la entrada almorávide del emir Yúsuf ibn Tasufín tras la toma de Toledo por Alfonso VI en 1085, así ante la entrada almorávide en 1088 le envió tropas de ayuda. Pero finalmente el emir magrebí atacó las taifas, primero la de Granada en 1090, continuando con la de Almería en verano de 1091, momento en que muere al-Mutasim, sucediéndole su hijo Muizz al-Dawla Ahmad (#1901). Pero los almorávides decidieron tomar primero Sevilla, consiguiéndolo en septiembre; vista la caida sevillana, los Banú Sumadih de Almería decidieron abandonarla en octubre o noviembre refugiándose en el norte de África. Así los almorávides entraron en Almería y tomaron la alcazaba(8).
La cora de Tudmir tras la desintegración del reino de Almería, sufrió la merma de la conquista de Elche, Orihuela y los territorios de ambas por el rey de Denia Muyahid; sin embargo, ibn Tahir nombrado por Zuhayr, logró mantener el resto de tierras, continuando como gobernador, sometiéndose posteriormente también al dominio del rey valenciano Abd al-Aziz(9). Abú Bakr ibn Tahir (#1038-1063) permaneció en el poder hasta su muerte en 1063, siendo entonces sucedido por su hijo Abú Abd al-Rahman Muhammad ibn Tahir (#1063-1079), que intensificó la autonomía murciana, hasta que el visir de Sevilla ibn Ammar en 1079 con ayuda de ibn Rasiq toma Mula, dejando a este que se presentara en Murcia y encarcelara a ibn Tahir, proclamando al régulo de Sevilla al-Mutamid como soberano de Murcia. ibn Ammar (#1079-1081) gobernaría la cora primero como representante del soberano sevillano y más tarde como independiente, hasta que ibn Rasiq (#1081-1088) no le dejó entrar en Murcia y reconociendo la soberanía de al-Mutamid la gobernó hasta la llegada almorávide a la defensa de Aledo ante Alfonso VI. En 1088 el emir Yúsuf ibn Tasufín cedió Murcia a al-Mutamid (#1088-1091) hasta la segunda llegada almorávide en 1091(10).
ALFONSO VI DE CASTILLA Y LEÓN (C) Ramón Cortés. 1851. Museo del Prado |
1.1. PALACÉS EN LA ÉPOCA DE LAS TAIFAS
Como hemos podido comprobar tras la muerte de Jayran, Zuhayr continuó con el dominio sobre las coras de Tudmir y Almería, pero la muerte de este ante los granadinos, llevó a la desintegración de la taifa almeriense. De este modo el reino se volvió a dividir en las antiguas coras, gobernadas independientemente aunque manteniéndose bajo el supuesto dominio del rey de la taifa de Valencia Abd al-Aziz.
Pero nos surge una pregunta, tras la división: ¿Palacés y la tierra de Vera, frontera entre las dos coras, se mantuvo en la de Tudmir (Murcia) o pasó a formar parte de la de Almería?
Varios autores nos responden a esta cuestión. Para Cara Barrionuevo y Ortiz Soler -siguiendo al padre Tapia- de 1038 a 1041 Vera y su tierra son regidas por el ibn Tahir bajo la soberanía del rey de Valencia, Abd al-Aziz(11), pero al retirarse este a Valencia e ibn Tahir trasladar su residencia a Murcia, Lorca se apartó de su obediencia, poniéndose bajo la protección del nuevo rey de Almería, Man ibn Sumadih. Entonces la extensión del reino de Almería comprendería desde el río Grande en Adra, la comarca de Fiñana, Serón, la comarca de los Vélez y el distrito de Lorca en el cual estaba incluida la tierra de Vera. En 1051 a la muerte de Man ibn Sumadih(12), los lorquinos se alzaron a manos de su gobernador ibn Sabid, apoyado por el valenciano Abd al-Aziz, consiguiendo la independencia(13) del regente almeriense Abú Utba, tío de Muhammad al-Mutasim, arrastrando consigo las comarcas de los Vélez y de Vera. Nos cuenta el padre Tapia que en 1061 tras la muerte del rey de Valencia Abd al-Aziz, al-Mutasim ataca una de las plazas fronterizas de Lorca, quizás la Vera ubicada en Villaricos, pero fue rechazado y tuvo que batirse en retirada hacia Almería. Para entonces la frontera entre la tierra de Almería y Vera vuelve a tener los mojones en la Mesa de Roldán, Lucainena y Senés(14). Posteriormente el gobierno de Lorca caer en manos de la familia Banú Lubbún, sucediéndose varios mandatarios: Abú Muhammad, Abú Isá y Abú I-Asbag Ibrahim(13) posiblemente bajo la órbita del rey de Murcia, ibn Tahir(11).
Muerto en 1078 el rey murciano ibn Tahir, el rey de Sevilla al-Mutamid forja el proyecto de ocupar los territorios de Tudmir y formar un señorío para su hijo al-Rasid. Cuando el ejército sevillano entró por la comarca de los Vélez, le salió al encuentro ibn Rasiq, alcaide de estas fortalezas, ofreciéndole ayuda para conquistar las ciudades de Lorca y Murcia. El visir sevillano ibn Ammar traicionando a su señor al-Mutamid, formó para si un señorío, pero le fue arrebatado por ibn Rasiq. Al-Mutamid recuperó Lorca y su territorio, pero no pudo hacer lo mismo con Murcia, que permanecería en manos de ibn Rasiq hasta la llegada de los almorávides(14).
MAPA CAMPAÑAS ALMORÁVIDES (C) https://arrecaballo.es/edad-media/la-reconquista/invasion-de-los-almoravides/ |
2. LOS ALMORÁVIDES
Hacia el 1080 casi todos los reyes de taifas eran vasallos de Alfonso VI de Castilla, pagándole tributos; pero no contentándose con esto, el castellano decide someterlas a su poder. En nuestra zona envía a uno de sus caballeros, García Jiménez, a apoderarse de la fortaleza de Aledo en plena cora de Tudmir, desde la que ponía en jaque a los reyes de Murcia, Almería y Granada(15). El valle del Almanzora no quedó exento de las incursiones castellanas, repitiéndose las quejas de la fortaleza de Purchena(16).
Los reyes de taifas implicados, viendo la exigencia del pago por parte del rey castellano de las parias y las incursiones en sus territorios cuando se retrasaban en el abono, y sobre todo por la toma de Toledo por Alfonso VI en 1085, deciden, sobre todo al-Mutamid, pedir socorro al emir almorávide Yúsuf ibn Tasufín.
Tasufín tras asegurarse el paso del estrecho con la posesión de Algeciras, entregada por al-Mutamid, desembarca en esta el 30 de junio de 1086; dirigiéndose hacia Sevilla donde se le unieron las tropas enviadas por las taifas, según parece, de Sevilla, Granada, Badajoz, Málaga y Almería. Alfonso VI que se encontraba asediando Zaragoza, recluta fuerzas aragonesas y francesas y se dirige hacia Badajoz donde estaban las tropas almorávides. El 30 de octubre de 1086 las fuerzas se encontraron en Sagrajas (Badajoz), donde el ejército castellano fue derrotado(15). Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre el motivo del regreso de los almorávides a Marrakech tras el triunfo sobre los castellanos, bien pudo ser como indica Jacinto Bosch por la muerte del hijo de Tasufín en la batalla(17), o en el Magreb(18y19), la falta de interés o cubrirse la retaguardia(20), o por la no tan amplia victoria(15), el caso es que los almorávides deciden volver a sus tierras del Magreb.
En la primavera de 1088 se produjo el segundo desembarco de tropas almorávides en al-Andalus. Tras la toma de Aledo por Alfonso VI, las taifas volvieron a pedir la ayuda de Yúsuf ibn Tasufín; y el almorávide, tras el ruego de al-Mutamid, respondió con el envío de un ejercito expedicionario que tras desembarcar en Algeciras, va reclutando reyes de taifas hasta llegar a Aledo, fortaleza que asedian desde julio a septiembre, para terminar levantando el cerco. Una de las versiones más creíbles de la nueva retirada de los almorávides, esta vez del cerco de Aledo, es la presentación de una fatwa (decisión de los especialistas en leyes) por parte de al-Mutamid sobre ibn Rasiq; obligando a Tasufín a apresar al murciano. Los soldados de este desertaron del acoso pidiendo socorro al rey castellano, lo que unido al abandono de la entrega de provisiones de los agricultores de la comarca a los ejércitos musulmanes, y las discordias entre los reyes de taifas, obligó a Tasufín a levantar el asedio a la fortaleza. Mientras, el rey castellano preparó un gran ejército acercándose a la zona de conflicto, lo que obligó a los almorávides a dirigirse en retirada por Lorca hasta Almería, donde embarcaría sus tropas para regresar al norte de África(21) en noviembre de 1088(18).
BATALLA DE SAGRAJAS (C) Wikipedia. Ilustración de Alfredo Roque Gameiro. 1899 |
2.1. Toma almorávide de al-Andalus
Las discordias entre los reyes de las diferentes taifas de al-Andalus: intrigas del resto de reyes contra el rey de Murcia; la reanudación del pago de tributos al rey Alfonso VI de Sevilla y Granada; y las tramas de otras taifas contra el rey Abd Alláh de Granada por el tratamiento a los cristianos de su reino(22), unido al nuevo acoso de Alfonso VI sobre los reinos musulmanes, y sobre todo a la consideración de los doctores de la ley islámica que consideraban corruptos e impíos a los emires de taifas(23), provocaron que Tasufín decidiera conquistar al-Andalus. De este modo en junio de 1090, esta vez por iniciativa propia, emprende su tercer viaje a la península ibérica, ahora con la intención de conquistar los territorios de las taifas. Comenzó por la taifa de Granada, al mando de Abd Alláh, que le entregaría el poder en septiembre de 1090, y un mes después Tamím le entrega la de Málaga. Tasufín decidió volver al Magreb, dejando a su primo Sir ibn Abí Bakr como gobernador de sus territorios andalusíes.
El general Sir ocupó Tarifa en diciembre, dirigiéndose hacia Sevilla, y enviando a Abú Abd Alláh ibn al-Hayy a Córdoba, a Garrúr a Ronda y a Abú Zakariyya ibn Wasinú contra Almería. Córdoba caería en marzo, Carmona y posiblemente Ronda en mayo, y Sevilla en septiembre de 1091(24).
En Almería el cerco almorávide comenzó en febrero de 1091, ocupando los arrabales y la medina, pensando en atacar la alcazaba donde se había refugiado al-Mutasim y su familia. Pero el rey almeriense enfermó y murió en mayo o junio durante el asedio, sucediéndole su hijo Ahmad Muizz al-Dawla, que ante la caida de Sevilla, depuso las armas y llegó a un acuerdo con Zakariyya para entregar la alcazaba por capitulación y permitir que este pasara al norte de África con su familia en noviembre de 1091.
Desde 1091 a 1110 los almorávides conquistan toda al-Andalus; en 1092 ocupan Aledo que sería evacuada por los castellanos, apoderándose posteriormente de Murcia, Denia, Játiva y Alpuente; en 1094 caen Badajoz y Lisboa; y comenzado el siglo XII toman Valencia y Cuenca en 1102 y Albarracín en 1104, para conquistar finalmente Zaragoza en 1110(25) y las islas Baleares en 1116(26). Durante estos veinte años los musulmanes derrotan a los castellanos en las batallas de Almodovar 1091, Jaén 1092, Consuegra 1097, Uclés 1108 (la más celebre de ellas) y en Malagón en 1110(25).
Es destacable en esta historia de conquista almorávide de al-Andalus el papel de Rodrigo Díaz de Vivar “el Cid campeador” (+1048?-1099), personaje contradictorio, al servicio de Sancho II de Castilla y Alfonso VI de Castilla y León, fue desterrado por este al atacar la taifa de Toledo, se empleó bajo las órdenes del rey de Zaragoza al-Muqtadir, para volver junto a Alfonso VI con la llegada almorávide. Tras el desencuentro de Aledo fue nuevamente desterrado. Desde entonces actuó con independencia haciéndose con Valencia en 1094 y casi toda la parte oriental de la península(27). Una vez alejado Yúsuf ibn Tasufín de al-Andalus en 1097, el Cid atacó las fortalezas de Almenar y Murviedro (Sagunto), fortaleciendo aún más su situación predominante en la zona levantina, y aumentando su aura de invencible. Durante el cerco de Murviedro de 1098 sus habitantes pidieron auxilio a Alfonso VI, a al-Mustaín de Zaragoza, a ibn Razin de Albarracín, al Conde de Barcelona y a los almorávides, y todos declinaron ayudarles por temor a Rodrigo. El Cid moriría en 1099 dejando Valencia en manos de su mujer Jimena, que la mantendría hasta 1102 cuando con ayuda de Alfonso VI tras destruir e incendiar la ciudad de Valencia, huye y la deja en manos almorávides(28).
ALMORÁVIDES EN EL SURESTE (C) Museo Arqueológico de Lorca. Guía didáctica. Pág. 49 |
2.2. Consolidación almorávide
El emir ibn Tasufín volvió dos veces más a al-Andalus, la primera en 1097 para participar en la expedición por tierras toledanas, logrando la victoria de Consuegra el 15 de agosto, pero no pudo hacerse con su principal obsesión: Toledo, en manos del rey castellano-leonés Alfonso VI desde mayo de 1085.
La quinta y última aparición del emir almorávide se produjo en el año 1102-1103 para hacer proclamar a su hijo Alí ibn Yúsuf heredero con el apoyo del general ibn al-Hayy, ya que se produjo algún problema de sucesión al no ser este el primogénito.
Alí ibn Yúsuf (#1106-1143) comenzaría a gobernar el imperio almorávide a la muerte de su padre en 1106. Durante su reinado se produjeron dos épocas distintas, durante los primeros quince años el poder almorávide llegó a su máximo poder, Alí visitaría al-Andalus cuatro veces en este periodo. Pero hubo una segunda época en la que los acontecimientos sobrepasaron al emir, estos fueron el empuje de Alfonso I el Batallador, el descontento de los andalusíes que se sentían oprimidos, y el ataque de los Almohades al Magreb, lo que unido al supuesto carácter de poco apego al poder y sus tendencias ascéticas, le hizo incapaz de enfrentarse a los graves problemas del imperio(29).
En 1107, Alí llega a la península y nombra gobernador de la al-Andalus musulmana con residencia en Granada a su hermano Tamím ibn Yúsuf. Durante su estancia en al-Andalus, Alí preparó la campaña contra Uclés (Cuenca) con la participación de Tamín de Granada, ibn Aisa de Murcia e ibn Fátima de Valencia. La batalla se desarrolló el 30 de mayo de 1108, donde las huestes de Alfonso VI fueron derrotadas, muriendo su hijo Sancho y su ayo(30). Alí volvería a al-Andalus en 1109 para apoyar la campaña contra Talavera y Toledo, ciudad que no pudo conquistar; y en 1117 para sitiar Coimbra, pero no pudo tomarla volviendo a Sevilla(31).
En diciembre de 1118 Alfonso I de Aragón “el Batallador” toma Zaragoza y en febrero de 1119 Tudela, poniendo sitio en verano de 1120 a Cutanga (Teruel). Ante estos ataques el emir Alí ordena a su hermano Ibrahim ibn Yúsuf, gobernador de Sevilla, que preparara un ejército para hacer frente al aragonés. Se le unieron fuerzas de Lérida, Murcia y Granada, pero fueron derrotados por el Batallador infligiéndoles una total derrota en Cutanga en fecha incierta, entre junio y julio de 1120(30).
En 1121 Alí regresó por cuarta vez a la península, esta vez para reducir una rebelión surgida en la ciudad de Córdoba, pero tuvo que regresar al Magreb ante le levantamiento almohade(31).
ALFONSO I EL BATALLADOR (C) Wikipedia. Pradilla. 1879. Ayuntamiento de Zaragoza |
2.3. Declive almorávide
La victoria de Cutanga y la invitación de los mozárabes granadinos le hizo pensar al rey aragonés en iniciar una nueva campaña contra los almorávides. Así a principio de septiembre de 1125 sale de Zaragoza con 20.000 hombres, dirigiéndose a Daroca, Teruel y Segorbe, llegando a Valencia el 20 de octubre. El 31 de octubre llega a Denia, pasa por Játiva, y bajando por los campos de Orihuela y Murcia llega a Lorca, en todas ellas saquea sus distritos. Nos cuenta ibn al-Jatib que de Lorca se dirigió a Vera, y por el Almanzora (seguramente pasando por Palacés) llega a Purchena, estableciéndose ocho días en Tíjola para descansar. A principios de diciembre llegan a Guadix donde permanecieron un mes asediándola, para pasar a Granada a primeros de enero de 1226. Se estableció en Nívar, pero un temporal de nieve les obligó a estar inactivos, lo que dio tiempo a los almorávides a enviar tropas para la defensa de Granada. El 23 de enero levantó el campo para dirigirse a Córdoba, seguido por las tropas del gobernador granadino Tamím. Continuaron por Maracena, Luque, Baena, Écija y Cabra, hasta librar batalla con los musulmanes en Arnisol (Puente Genil) el 10 de marzo de 1126 a los que derrotaron. Alfonso I decidió volver cruzando las Alpujarras, llegando a la costa; para al comenzar la primavera salir de Almuñecar y pasar por las estribaciones de Sierra Nevada desplegando sus tropas en la Vega de Granada, donde decide volver a su tierra cruzando por Guadix, los Vélez, Caravaca volviendo por Valencia a Zaragoza en junio de 1126, llevando un cuantioso botín. El paso por nuestra comarca del rey Alfonso supuso para esta la despoblación de mozárabes que le acompañaron en su vuelta, utilizada por el aragonés en repoblar su territorio(32).
Pero la ayuda mozárabe tuvo consecuencias, Tamín fue depuesto y sustituido por Inalu, que represalió a los mozárabes hasta que fue relevado en 1128. Otra medida ordenada por Alí fue la deportación al Magreb de los mozárabes que habían ayudado al Batallador. Así el 20 de septiembre comenzaron a partir para Marruecos para repoblar este país.
En abril de 1128 Alí nombra príncipe heredero a su hijo Abú Muhammad Sir, solo cuestionado por su otro hijo Abú Bakr. Tras una serie de nombramientos anteriores, en diciembre de 1129 vino como gobernador de Granada y Almería el otro hijo de Alí, Tasufín ibn Alí, que permanecería 10 años en el poder, haciendo sucesivas expediciones contra los cristianos(33).
Pero el pretendiente a emir almorávide Sir murió en 1138, siendo nombrado sucesor otro hijo, Tasufín ibn Alí. El fallecimiento del emir Alí en febrero de 1143, implica la subida al poder del nuevo emir Tasufín ibn Alí (1143-1145) que había pasado los últimos años en al-Andalus luchado frente a Castilla.
La salida de Tasufín ibn Alí de la península, para no volver, supuso la sublevación andalusí por su mal gobierno, a lo que se unió la política ambiciosa de los reyes Alfonso VII de Castilla y Alfonso I de Aragón que apoyaron la rebeldía de los señores y caciques de al-Andalus, fomentando la aparición de un nuevo periodo de taifas.
Mientras esto pasaba en la península, en el Magreb los almohades acaban con la vida del emir Tasufín en batalla el 24 de marzo de 1145. Le sucedió su hijo pequeño Ibrahim, que fue depuesto por su tío Ishaq ibn Alí, pero los dos reinados fueron testimoniales, ya que el territorio fue ocupado por los almohades, hasta llegar a la capital de Marrakech en 24 de marzo de 1147, matando a la familia real. Entre mayo y junio de 1148 se apoderaron de Tánger y Ceuta, teniendo las puertas abiertas del Estrecho para entrar en al-Andalus(34).
TASUFÍN IBN ALÍ (C) https://lascruzadasweb.wordpress.com |
2.4. LA TIERRA DE VERA EN ÉPOCA ALMORÁVIDE
La tierra de Vera estaba plenamente ligada en esta época a Lorca, así durante los años de conquista almorávide la zona de Sharq al-Andalus (parte oriental de al-Andalus) permaneció bajo el dominio del rey sevillano al-Mutamid, hasta la llegada del hijo de ibn Tasufín, ibn Aisa en 1092 (aunque hay autores que la sitúan en 1091(35)). Los almorávides nombraron un gobierno provincial en Murcia que abarcaba la antigua cora de Tudmir(36), la jurisdicción de Murcia comprendía la comarca de los Vélez, y la tierra de Vera con el bajo Almanzora hasta Cantoria(37); este recayó en el mismo Muhammad ibn Aisa que la gobernó durante 23 años(35).
Pero el paso del rey aragonés Alfonso I el Batallador por nuestro valle, en su campaña de castigo a los almorávides en diciembre de 1125, tuvo consecuencias para nuestra zona, primero por los mozárabes que salieron acompañándole para repoblar el valle del Ebro, y segundo por la deportación a Marruecos en septiembre de 1128 de los que le ayudaron, dejando a los pueblos del Almanzora casi deshabitados.
Nos cuenta Acosta Pozo que Yúsuf ibn Tasufín trajo a nuestra comarca a beréberes que son los que arrasan los vestigios de culturas anteriores y ponen nombres africanos a poblados existentes y otros que fundan(38). No sabemos si el nombre de Palacés proviene de estos nuevos pobladores beréberes traídos por los almorávides...
BIBLIOGRAFÍA
(1) El Califato Omeya de Córdoba 929-1031. Palacés Histórico. 2023.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2023/08/el-califato-omeya-de-cordoba-929-1031.html
(2) El esplendor de Almería en el siglo XI. Florentino Castro Guisasola. Caja Rural Intermediterránea – Instituto de Estudios Almerienses – Diputación de Almería. 2003. Pág. 43.
(3) Reino taifa de Almería (1011-1091). Reyes medievales de España.
http://reyesmedievales.esy.es/andalustaifaalmeria.htm
(4) Zuhayr al-Amirí. Real Academia de la Historia.
https://dbe.rah.es/biografias/17664/zuhayr-al-amiri
(5) Zuhayr al-Fatá al-Amirí, rey de la taifa de Almería y Murcia. Condado de Castilla.
https://www.condadodecastilla.es/personajes/zuhayr-al-fata-al-amiri-rey-de-la-taifa-de-almeria-y-murcia/
(6) Banú al-Ramimí. Familia. Diccionario Biográfico de Almería.
https://www.dipalme.org/Servicios/IEA/edba.nsf/xlecturalinajes.xsp?ref=10
(7) La civilización islámica. Lorenzo Cara Barrionuevo. Historia de Almería 3. Instituto de Estudios Almerienses. 1993. Pág. 125.
(8) Los reinos taifas y las invasiones magrebíes (Al-Andalus del XI al XIII). María Jesús Viguera Molins. Colección Al-Andalus. Editorial Mapfre S.A. 1992. Pág. 95- 101.
(9) Almería musulmana I (711/1172). Historia general de Almería y su provincia Tomo III. José Ángel Tapia Garrido. Confederación Española de Cajas de Ahorros Monte de Piedad y Cajas de Ahorros de Almería. 1991. Pág. 167-168.
(10) Ibídem. Los reinos taifas y las invasiones… Pág. 92-94.
(11) La ciudad de Vera, un territorio fronterizo a los largo de la Edad Media. Lorenzo Cara Barrionuevo – Domingo Ortiz Soler. Conferencia 27 de abril de 2018.
https://amigosargar.com/2018/05/16/conferencia-la-ciudad-de-vira-un-territorio-fronterizo-a-lo-largo-de-la-edad-media/
(12) Ibídem. Almería musulmana I (711/1172). Pág. 177.
(13) La ciudad y el reino de Murcia en el siglo XI. Pedro Jiménez Castillo. Cuando Almería era Almariyya. Mil años en la historia de un reino. Colección Historia n.º 51. Instituto de Estudios Almerienses – Amigos de la Alcazaba. 2016. Pág. 155-156.
(14) Historia de la Vera antigua. José Ángel Tapia Garrido. Excma. Diputación de Almería. 1987. Pág. 185-186.
(15) Ibídem. Almería musulmana I (711/1172). Pág. 237-239.
(16) El valle del Almanzora durante el Islam (y Suflí al fondo). José Acosta Montoro. Colección Investigación n.º 5. Arráez Editores. 1995. Pág. 72.
(17) Yúsuf ibn Tasufín. Wikipedia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Y%C3%BAsuf_ibn_Ta%C5%A1uf%C3%ADn
(18) Ibídem. Los reinos taifas y las invasiones magrebíes… Pág. 172.
(19) Ibídem. El esplendor de Almería en el siglo XI. Pág. 158.
(20) Los almorávides y el fin de las taifas. Continuidad y/o ruptura. María Marcos Cobaleda. Tawaif. Historia y Arqueología de los reinos de taifas. Universidad de Granada. 2018. Pág. 688.
(21) Ibídem. Almería musulmana I (711/1172). Pág. 242-246.
(22) Ibídem. Los almorávides y el fin de las taifas… Pág. 689.
(23) Ibídem. El valle del Almanzora durante el Islam… Pág. 73.
(24) Ibídem. Los reinos taifas y las invasiones magrebíes… Pág. 174-175.
(25) Ibídem. Almería musulmana I (711/1172). Pág. 255-259.
(26) Ibídem. Los almorávides y el fin de las taifas… Pág. 691.
(27) Rodrigo Díaz de Vivar. Wikipedia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Rodrigo_D%C3%ADaz_de_Vivar
(28) El Cid. Historia y mito de un señor de la guerra. David Porrinas González. Desperta Ferro Ediciones. 2020. Pág. 332-335, 341 y 345.
(29) Ibídem. Los reinos taifas y las invasiones magrebíes… Pág. 177-180.
(30) Ibídem. Almería musulmana I (711/1172). Pág. 260-262.
(31) Imperio almorávide (1072/3-1148). Reyes medievales de España.
http://reyesmedievales.esy.es/andalusalmoravide.htm
(32) Ibídem. Almería musulmana I (711/1172). Pág. 268-272.
(33) Ibídem. Almería musulmana I (711/1172). Pág. 274-278.
(34) Ibídem. Los reinos taifas y las invasiones magrebíes… Pág. 186-188.
(35) Murcia. De la antigüedad al Islam. Pedro Jiménez Castillo. Tesis Doctoral. Universidad de Granada. Departamento de Historia Antigua. 2013. Pág. 211-212.
(36) Ibídem. Historia de la Vera antigua. Pág. 188.
(37) Ibídem. Almería musulmana I (711/1172). Pág. 260.
(38) Ibídem. El valle del Almanzora durante el Islam… Pág. 74.
(C) ANDRÉS SÁNCHEZ DOMÍNGUEZ 2024