viernes, 23 de diciembre de 2022

LA VILLAE ROMANA DE PALACÉS

1. ANTECEDENTES.

    Gracias a las excavaciones de Luis Siret y su encargado Pedro Flores, sabemos que Palacés está habitado desde el neolítico inicial o antiguo (Fase I de la Cultura de Almería) al encontrar en el Llano de las Eras sepulcros de planta simple circular(1), Bosch-Gimpera fecha esta época entre el 4000–3500 a.C. para los yacimientos Palacés 1 y 2(2); los asentamientos continuaron en el calcolítico con el yacimiento de La Torrecica/Los Correos (3200-2500 a.C.), para concluir con el yacimiento Llano de la Era-1, de época tardopúnica (siglos III-I a.C.)(3). Sin embargo, la época predominante de asentamientos en nuestra barriada, es la romana, que desarrollaremos en este artículo.

2. LOS ROMANOS EN PALACÉS.

    Como indicábamos en nuestro artículo “Púnicos y romanos en Palacés”(4), durante la época republicana (209–27 a.C.) se produce una importante reducción de los poblamientos tardopúnicos, abandonándose todos los núcleos de la desembocadura del río Antas y del curso medio del Almanzora, entre ellos el asentamiento palacero de Llano de la Era-1.
    Ya a finales del siglo I a.C. se produce la llegada de nuevos pobladores a nuestra zona, serán emigrantes romanos de carácter público, formados por militares y civiles asociados a la administración; y una segunda emigración privada a comienzos del siglo I d.C. debido principalmente al desarrollo de la agricultura en las tierras regadas por el río Almanzora y los yacimientos minerales de la sierra de los Filabres.
    Palacés Histórico” considera que Palacés nunca ha dejado de estar habitado, dada su situación estratégica de dominio de la entrada al valle del Almanzora; por tanto, es viable la existencia de poblamiento desde el siglo I a.C. por el carácter de vigilancia y defensa del emplazamiento del cerro La Torrecica de 242 m.s.n.m.
    Es interesante aclarar que aún existiendo varios yacimientos con diferentes denominaciones dependiendo de la época, todos están enclavados en una superficie de aproximadamente 50 hectáreas, comprendiendo las zonas de La Torrecica, La Noria, El Llano de las Eras, y las cortijadas de Los Correos/Los Mudos, de La Médica, Los Piteles, Los Bernabeles y del Rubio; atravesada por el camino de “Allirriba” (antiguo camino de Palacés a los Mudos) que continúa hasta llegar cruzando el río Almanzora al Bar Rana o “Allicara” en El Cucador; y los antiguos caminos de Palacés hacia Zurgena, y el camino de la Tejera. Adjuntamos un mapa explicativo y adaptado del SigPac.

(C) SigPac - A. Sánchez Domínguez
                        
    Los palaceros de la época, como todas las ciudades y pueblos del sur peninsular, se integraron en el mundo romano con la condición de stipendiariae y fueron obligados a pagar un tributo anual. Como consecuencia de la eclosión poblacional del siglo I d.C. se fundan otros asentamientos, como el de Palacés: La Torrecica/Los Correos, debido a los recursos que ofrece la zona, y sobre todo por las condiciones idóneas para el desarrollo de la agricultura(3) y la ganadería.

3. LA VILLAE ROMANA DE LA TORRECICA / LOS CORREOS.

    Las características especiales de la zona de La Torrecica: situación geográfica de control de la entrada al valle del Almanzora por la Ballabona y Overa, de las ramblas de Almajalejo y del Peral, y de la parte alta del Almanzora, Zurgena y Arboleas; su cercanía al río Almanzora: 400 m., y a nacimientos de agua como la cimbra de Palacés y de Tahúllas; el estar rodeado de fértiles tierras de regadío como el pago de Palacés y de secano con el Llano de las Eras; la cercanía a la vía de comunicación principal Baria-Tagili-Basti, que comunicaba el litoral con la hoya de Baza(3), posiblemente por la Alfoquía; y el dominio visual sobre el cerro de Limera, hicieron que los inmigrantes romanos eligieran nuestro término para construir una villae rural.
    La villa rural, presenta una doble función, lugar de residencia y control de la explotación agraria(5) y su organización municipal contaba con un senado local, compuesto por los decuriones, pertenecientes a las familias de mayor prestigio y riqueza, y por los duunviros, encargados del gobierno. Otros cargos municipales eran los cuestores y los ediles(6).
    Siguiendo al profesor Rafael Lázaro Pérez, en su artículo “Romanos en Zurgena y Cantoria”, este nos informa que: “...empotrados en los muros de un viejo cortijo (cortijo de D. Diego), hoy desaparecido, entre las ramblas de las Cobaticas y del Agua, aparecieron a principios de los años 90 del siglo pasado unos fragmentos de piedra con restos de letras. En el mismo lugar se halló otro fragmento de piedra correspondiente a la parte inferior de una escultura femenina según se deduce de los pliegues del vestido.
El primer fragmento es la parte inferior derecha de un pedestal de piedra caliza del lugar poco compacta, que se desconcha fácilmente y muy erosionada por el uso y la mala calidad de la piedra. En el lateral derecho se conservan restos de enmarcado del texto epigráfico. Las letras están bien trazadas y miden 3 cm de altura en la primera línea y 4 cm en la segunda. Muy llamativo resulta la existencia de restos de pintura de minio en las letras.
La existencia de un pedestal y de restos de una escultura despeja toda duda sobre la funcionalidad del monumento: monumento honorífico dedicado a una matrona que debió ejercer algún cargo importante en el municipio: religioso o de patronazgo, pero de la que lamentablemente desconocemos su nombre. Resulta al respecto muy interesante destacar que, de los tres ejemplos de monumentos honoríficos dedicados a particulares en las ciudades romanas que existieron en nuestra provincia, dos de ellos están dedicados a mujeres, el presente y otro dedicado a Porcia Maura en El Ejido.
Por la reconstrucción del texto, en el que se lee con claridad “por decreto de los decuriones”, podemos asegurar que en el mismo se certifica la existencia de un municipio romano, por ahora de nombre desconocido, dotado, como todos los que recibieron el derecho latino en tiempos del emperador Vespasiano, de una curia u “ordo municipalis” compuesto por decuriones, una especie de corporación municipal.
Los decuriones, en un acto de reconocimiento hacia dicha matrona, decretaron la construcción del pedestal y la estatua correspondiente, y además designaron y proporcionaron el lugar donde debía colocarse la estatua. En cualquier caso, en lugar próximo al foro o centro urbano de la ciudad. Ejemplos como el presente solían tener lugar tras la muerte del homenajeado e iban acompañados, en la inauguración del monumento, de diversos actos festivos generalmente costeados por los familiares del difunto”(7).

(C) Rafael Lázaro Pérez
                                            
    El cortijo de D. Diego Blesa estaba situado en zona de Las Moreras de Palacés, como bien dice D. Rafael, entre las ramblas de Las Cobaticas y del Agua, era la última vivienda de Palacés antes de llegar al puente de Los Ballestas, límite entre Zurgena y Huércal-Overa. El cortijo fue derribado cuando sus tierras fueron compradas por unos empresarios para plantar cítricos, y pertenecía, junto a otras tierras y otro cortijo a la familia Blesa Rodríguez de Huércal-Overa. D. Diego Blesa Rodríguez era abogado, y hermano de D.ª Beatriz Blesa, primera mujer registradora de la propiedad en España, por su profesión, a las tierras familiares se les llama “de la Registradora”.
D. Diego y D.ª Beatriz eran hijos de D.ª María Rodríguez Navarro, nietos de D.ª Dolores Navarro Herrero, que a su vez era hermana de D.ª María Rafaela Navarro Herrero; y biznietos de D.ª Beatriz María Dolores Herrero Domínguez, casada con D. Jacobo Navarro y Aledo, y hermana de D. Guillermo Herrero Domínguez, fácilmente reconocibles por sus propiedades en Palacés. Esta familia debe tener alguna relación con D. Andrés y D. Lucas Gómez Cervantes, y D. Nicolás Gonzálvez Rodríguez, ya que eran los máximos propietarios de casas y propiedades en Palacés (esperamos que algún día podamos hacer un artículo sobre las posesiones de estas familias y su relación).
    Palacés Histórico considera que el pedestal romano encontrado en el cortijo de D. Diego Blesa, fue transportado a Las Moreras, debido a la escasez de piedras en la época, desde la casa que sus antepasados tenían en La Torrecica. La historia de esta casa viene descrita en la “Historia de Zurgena”(8), que cita un informe de Flores Grano de Oro, donde se reseña la solicitud de permiso de D.ª Miguelina “para trasladar los bloques de mármol labrado a Oria, para componer con ellos la portada de la casa que mandó construir junto a la fuente de la Apodaca, a la salida del camino de Granada”. D.ª Miguelina Bocanegra era la viuda de D. Pedro Jordán de Tortosa, el capitán de la fortaleza de Cuevas, al que el Concejo de Vera le regaló en 1569 las tierras y la casa que este tenía en las Peñas de Palacés, por su heroica defensa de la ciudad de Vera ante el cerco morisco de las tropas de Abén Humeya(9).
    Consideramos, aún sin confirmar, que la relación de la familia Blesa con las tierras del capitán Jordán, puede ser su antepasado D. Jacobo navarro y Aledo, descendiente directo del valeroso capitán.

4. OTROS RESTOS ROMANOS ENCONTRADOS EN PALACÉS.

4.1. Tejas romanas (Alfar árabe). Los Correos.

    Los primeros indicios de la existencia de restos romanos en Palacés se deben al hallazgo de Antonio Ramos “El Tartala” en 1966, que al hacer unos hoyos detrás de su casa en Los Correos, junto al camino que va “Allicara”, para poner unos almendros, encontró unas tejas romanas, que se llevaron a Almería y nunca más supo de ellas. El arqueólogo Lorenzo Cara(10) nos dio la pista de su paradero, dirigiéndonos al archivo de la Diputación Provincial de Almería, que muy amablemente nos ha entregado la documentación del expediente. En él, el técnico afirma que las cinco tejas encontradas (una de ellas con huellas de pie humano y pisadas de perro), formaban la tapa de una tumba romana, en una capa inferior al alfar árabe superficial.
Además de la cerámica propia del alfar árabe, se pudieron encontrar “fragmentos de “terrasigilata” y otras cerámicas romanas, tardías, más toscas y sin decoración”.
    Posteriormente nos hemos puesto en contacto con el Museo de Almería para que nos dieran información sobre el paradero de las tejas… y aún no hemos tenido respuesta de esta institución. Este hallazgo lo hemos desarrollado en el artículo “Las tejas romanas de Palacés”(11).

4.2. Estructura muraria romana (casa romana). La Torrecica.

    Posteriormente, en la década de los ochenta, los palaceros de mi generación y la siguiente, tuvimos la fiebre de la búsqueda del “tesoro del moro” en La Torrecica; cogimos nuestras azadas y palas, y comenzamos a excavar en un saliente donde se vislumbraba restos de una pared, así los más jóvenes consiguieron descubrir los restos de una muralla que sería el inicio de estudios posteriores.
    En la campaña de 1990 del proyecto de investigación de la Junta de Andalucía “Los inicios de la metalurgia en la cuenca del río Almanzora”, los investigadores indican: “En lo alto de una loma, que mira hacia el río Almanzora, se disponen los restos de una estructura rectangular, a tenor del ángulo recto conservado, con uno de los tramos que supera los 6 m. de largo, que probablemente correspondería a una estructura de habitación, pero no a un torreón. En sus inmediaciones, en parte roturados y plantados de almendros, se advierte cerámica calcolítica, Terra Sigillata Gálica del s. I o principios del II d.C., y numerosa cerámica hispanomusulmana, básicamente de época tardía nazarí”(12).
    En 2001, Mariano Martín García en su proyecto “Notas para el estudio de la arquitectura militar en la zona de la Axarquía almeriense (siglos VIII y XVIII)", nos describe: “Se trata de parte de una estructura medieval, construida con muros de tapial de cal y canto, de 0,50 metros de espesor. Lo que se conserva constituye un paño de 14,50 metros de longitud, con dirección E-O, situado en la parte alta de la ladera del cerro. De la zona S del mismo, antes de llegar al final de la parte conservada, sale otro muro perpendicular de iguales características y un longitud superior a los 2,00 metros que se pierde en el interior del relleno del monte”(13).
Alberto Castellón nos señala que “En el registro arqueológico, sobre la superficie se pueden apreciar restos murarios de una estructura rectangular en función del ángulo recto conservado correspondiendo a un habitáculo. … Encontramos algunos restos de cerámica iberoromana perteneciente a una domus o casa romana rural”(14).

Estructura muraria
(C) A. Sánchez Domínguez
    

   Estructura muraria 
(C) A. Sánchez Domínguez

































    
  
    














    





Por desgracia la estructura muraria que reflejan las investigaciones anteriores fue destruida por la avaricia constructiva de los “nuevos constructores” del “boom” urbanístico en julio de 2002, con el beneplácito del Excmo. Ayuntamiento de Zurgena y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Su arqueólogo sólo encontró “pequeños fragmentos de yeso”; ¿Qué pensaba encontrar cuando había pasado una excavadora por encima y se ha reducido la altitud del terreno en 3 m.?. Sin embargo, otro arqueólogo, Antonio J. Rubio si descubrió restos al visualizar el yacimiento destruido: “...Esto ha provocado la destrucción y enterramiento de las estructuras, en concreto las de planta rectangular, viéndose en la superficie cascotes de los muros de tapial destruidos”…”Por otro lado los rebajes hechos en el camino de acceso han puesto en evidencia la existencia de muros construidos con mampostería de piedra, revocada con yeso, en la zona suroeste del lomizo”(15).
    En 2016, recibimos la visita del investigador y editor Juan Grima, como preparación a su conferencia en el Foro “Palacés: Historia en la historia”, visitamos al cerro de La Torrecica, en su ladera norte, pudimos descubrir otra estructura muraria en una oquedad del terreno y restos de piezas cerámicas en su entorno (por supuesto, devueltas a su entorno)(16).

Estructura muraria
(C) Juan Grima
                            
Restos cerámicos
(C) Juan Grima



















    
    
    A falta de la confirmación arqueológica, creemos que los restos de muros que hasta 2002 existían en el cerro de La Torrecica, son las ruinas de la casa de la Sra. Miguelina Bocanegra, la misma que trasladó los bloques de mármol labrado para hacer la portada de su casa de Oria.

4.3. Tapa de sarcófago romana (Necrópolis árabe). La Médica.

    Otro de los lugares donde los niños palaceros buscábamos “el tesoro del moro” era en los cortijos de La Médica, entre la casa de Frasquito “El Barbero”, la acequia de las Tahúllas y el camino de Allirriba. En el descampado delante de la casa se veían unas zanjas con piedras grandes a ambos lados y encima, todavía quedan algunos restos junto a la acequia ahora entubada. En el talud de la carretera, por la parte izquierda, descubrimos un esqueleto que (suponemos) aún se conserva en la colección particular de un vecino. En este descampado, el dueño hizo una habitación para guardar vehículos y enseres, encontrando una gran losa de mármol blanco grabada. Según el profesor Rafael Lázaro, aún dudando por el gran espesor, la losa corresponde a una tapa de sarcófago romana; aunque en principio pensó en que era una tabula ansata sin acabar. La tabula ansata, es un elemento de arquitectura ornamental rectangular con los lados en cola de milano, para colocar en el dintel de una vivienda, con inscripciones o epígrafes representativos.
    Para Alberto Castellón, la losa de mármol es un dintel romano anepígrafo (que carece de inscripción), reutilizado como lápida sepulcral andalusí (sahid) en una de las tumbas(14).
La tapadera se encuentra custodiada por las personas que la encontraron. Sería interesante que permitieran que fuera estudiada por expertos, para determinar fehacientemente su datación, utilidad y antigüedad.

Tapa de sarcófago o Dintel Romano
(C) A. Sánchez Domínguez
                  
4.4. Silo romano. Carretera Allirriba.

    En los años 80, cuando se hizo la ampliación del camino de Allirriba, en la margen izquierda, junto al cruce de caminos una vez pasada la cortijada de La Médica, se encontró un gran agujero esférico de unos 3 m. de alto con una abertura aproximada de 1 m. sin estructura mural interior. Cuando se descubrió no se apreció tapadera, ni ningún objeto en el interior. Estuvo varios años descubierto sirviendo de basurero, hasta que fue enterrado cuando se asfaltó el camino de Allirriba en los años 90. Aún se puede apreciar en esta zona el lugar donde está enterrado el silo.

Restos silo romano
(C) A. Sánchez Domínguez
                            
4.5. Basa de columna romana. La Médica.

    En los mismos cortijos de La Médica, se encuentra una basa de columna romana, empotrada en el poyo de una vivienda, utilizada antaño como picadera de esparto por sus dueños. Desconocemos si en sus orígenes fue de mármol o de alabastro, ya que estuvo primero encalada, y ahora recubierta de mortero y piedra.

Basa columna romana
(C) A. Sánchez Domínguez

4.6. Estructura muraria romana. Loma de la Choza. Los Piteles.

    Durante la visita ya descrita de Juan Grima Cervantes a la zona, le pareció interesante el montículo frente a los cortijos de Los Piteles, llamado la Loma de la Choza por sus propietarios. Durante la inspección visual descubrimos varios muros embutidos en los taludes de separación de los bancales de olivos, que posiblemente pudieran ser unas estructuras murarias de época romana, bien como restos de viviendas o como separación propia de las actividades agrícolas(16).

Restos murarios
(C) Juan Grima
                                         
4.7. Piletas romanas de mármol. Almazara de los Bonillo. Los Correos.

    En mayo de 2020, poco antes de la pandemia, recibimos en Palacés la visita del arqueólogo Lorenzo Cara Barrionuevo, visitamos con él varios yacimientos arqueológicos y la almazara de las hermanas Bonillo. Entre los interesantes restos de la almazara(17), encontramos dos piletas circulares de mármol blanco, reutilizadas entre los utensilios de esta y la cuadra de los animales. El autor nos las describe en el libro “Salvemos en castillo de Overa”(10): “reutilizadas en una vivienda privada cerca de Los Mudos hay dos piletas circulares, en mármol blanco Macael; la primera, con una protuberancia a modo de asa, está rota e incompleta en la cochinera septentrional; la segunda se encuentra en la nave estrecha lateral y tiene un ligero rebaje bajo el borde simple y algo entrante; ambas miden 56-56x18 cm. de altura y estaban toscamente desbastadas, sobre todo al exterior. Las piezas pudieron pertenecer a una terma”.
    Piletas como las descubiertas en la almazara, han existido varias en los cortijos de Palacés, casi siempre utilizadas para dar de comer y beber a los animales en los corrales. El conjunto de ellas, como indica Lorenzo Cara, pudieron pertenecer a una terma romana.

Pileta romana
(C) A. Sánchez Domínguez
                               
4.7. Otros restos e indicios.

    Seguramente de época romana son los olivos milenarios de los que seguimos sacando su aceite actualmente; el entramado de cimbras y acequias del pago de Palacés y de Tahúllas, las acequias excavadas en la roca de las ramblas de las Cobaticas y del Agua; las piletas de piedra caliza que hemos estado usando hasta hace pocos años para nuestros animales; las picaderas de esparto en mármol Macael que usaban nuestros antepasados, que se encontraban en las inmediaciones de las casas, etc.

Olivo centenario
(C) A. Sánchez Domínguez


     Acequia 
(C) A. Sánchez Domínguez
  Pileta de piedra caliza 
(C) A. Sánchez Domínguez




















5. CONCLUSIONES.

    Todos lo anteriormente descrito, contiene las suficientes pruebas para considerar que en Palacés hubo un importante “municipium ignotum” en época romana entre los siglos I y II d.C., compuesto de una domus (vivienda de familia romana de alto nivel económico), sistema político formado por decuriones, otras viviendas secundarias aisladas, una necrópolis (cementerio), un alfar (taller donde se fabrican objetos de barro), indicios de una terma, silos, columnas, piletas, un sistema complejo de regadío, olivos milenarios, etc.
El municipio en cuestión, subsistió hasta principios del siglo V d.C., según los restos encontrados en el asentamiento Llano de la Era-2, desapareciendo durante el Bajo imperio, como consecuencia directa de la profunda crisis de transformación social y económica del imperio romano durante el siglo III d.C. y de la reestructuración del poblamiento tendente a la centralización y la concentración de la tierra en grandes latifundios del siglo IV d.C.(3).

BIBLIOGRAFÍA

(1) Los enterramientos de las fases iniciales en la “Cultura de Almería”. Pilar Acosta y Rosario Cruz-Auñón. Habis n.º 12. 1981. Pág. 283-284.
(2) La Cultura de Almería. Pedro Bosch-Gimpera. Pyrenae: Revista de prehistòria i antiguitat de la Mediterrània Occidental n.º 5, 1969. Pág. 53-55.
(3) Análisis del territorio durante la ocupación protohistórica y romana en la depresión de Vera y Valle del río Almanzora, Almería. María Esther Chávez Álvarez. Tesis doctoral. Universidad de La Laguna, 2.000. Pág. 214-216, 484, 525, 583.
(4) Púnicos y romanos en Palacés. Palacés Histórico 2022.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2022/11/punicos-y-romanos-en-palaces.html
(5) Ciudad y territorio en el sureste peninsular durante época romana. M.ª Juana López Medina. Ediciones Clásicas. Madrid. 2004. Pág. 105.
(6) Las villas romanas de Madrid. Madrid en época romana. Varios autores. Ayuntamiento de Madrid. 1995. Pág. 9.
(7) Romanos en Zurgena y Cantoria. Rafael Lázaro Pérez. La Voz de Almería. 21 de abril de 2018.
(8) Historia de Zurgena. A la historia desde tu historia. José García Gallego, Josefina Valera Tudela y Pedro Segura Cano. Colección Investigación 2. Arráez Editores. Almería 1994. Pág. 108.
(9) Las peñas de Palacés y el cerco de Vera: 25 de septiembre de 1569. Palacés Histórico 2021.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2021/08/las-penas-de-palaces-y-el-cerco-de-vera.html
(10) Overa, una alquería fronteriza andalusí en la retaguardia. Lorenzo Cara Barrionuevo. Salvemos el castillo de Overa. Juan D. Pardo Valera y Overa Viva. 2020. Pág. 61 y 64.
(11) Las tejas romanas de Palacés. Palacés Histórico 2021.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2021/10/las-tejas-romanas-de-palaces_19.html
(12) Prospección arqueológica superficial en la cuenca del bajo Almanzora (Almería). Informe provisional de la campaña de 1990. P. González Quintero, A. Díaz Cantón, M.D. Camalich Massieu, D. Martín-Socas, A. Mederos Martín, J. López Salmerón. II Actividades Sistemáticas. Anuario Arqueológico de Andalucía / 1990. Consejería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. 1992. Pág. 62.
(13) Notas para el estudio de la arquitectura militar en la zona de la Axarquía almeriense (Siglos VIII al XVIII) (1ª parte). Mariano Martín García. Axarquía. Revista del Levante Almeriense. Año II. Verano 1997. Pág. 87.
(14) Castillos y atalayas del Almanzora. Alberto Castellón Sánchez del Pino. Instituto de Estudios Almerienses. Colección Historia n.º 60. 2017. Pág. 295-297.
(15) La Torrecica de Palacés (Zurgena), un yacimiento arqueológico en peligro. El patrimonio arqueológico y monumental: atentados e intervenciones de urgencia. Antonio J. Rubio Simón. Axarquía. Revista del Levante Almeriense. Año VII. Verano 2002. Pág. 126-127.
(16) Hallazgos arqueológicos en Palacés y su entorno. Juan Grima Cervantes. Foro Palacés. Historia en la historia. Conferencia. 28 de mayo de 2016.
(17) La almazara de Palacés. Jema Bonillo. Palacés Histórico 2021.
https://palaceshistorico.blogspot.com/2021/07/la-almazara-de-palaces-por-jema-bonillo.html


                        (C) ANDRÉS SÁNCHEZ DOMÍNGUEZ 2022