La frontera murciano-granadina fue durante dos siglos y medio (siglo XIII-XV) una frontera elástica representada por la doble vertiente de guerra y paz, aunque perdurable en el tiempo, solo interrumpida por acciones de mayor o menor envergadura, pero siempre encaminadas a la ocupación de alguna fortaleza por escaso tiempo, a sabiendas de la tendencia a ser recobrada su posición inicial, la línea defensiva a lo largo del densamente poblado Almanzora, tenía sus puntos de apoyo en Vera, fortaleza principal, Cuevas, Overa, Huércal, Húrtal, Zurgena, Albox, Cantoria, Oria, Purchena, Serón y Baza(1).
La derrota de las Navas de Tolosa en 1212 dejó en evidencia la decadencia del poder almohade en la península, la cual fue aprovechada por Castilla, León y Aragón para imponer su impulso de reconquista, y por Muhammad Ibn Hud al-Yudhami, rey de la taifa de Murcia, para hacerse con casi la totalidad del territorio andalusí de 1228 a 1238(2), excepto Valencia y Arjona, esta última en manos de Muhammad Ibn al-Ahmar, donde surgiría el germen del emirato nazarí de Granada, proclamándose emir en julio de 1232 como Muhammad I(3).
Ibn Hud en las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio. (C) Wikipedia |
Tras la muerte de Ibn Hud en 1238 cuando trataba de unificar Al-Andalus, sus descendientes iniciaron un acercamiento a Castilla(4), así Zayyan Ibn Mardanish intenta pactar con Fernando III de Castilla y repeler la expansión conquistadora de Jaime I de Aragón por tierras valencianas, pero es destituido por Ibn Hud al-Dawla en 1241, este sería de nuevo precursor de un acercamiento a Castilla que se vería reflejado en el pacto del tratado de Alcaraz de 1243(5). El tratado fue firmado en abril por el rey de la taifa de Murcia y otros señores musulmanes, y por parte de Castilla por el infante don Alfonso en representación de su padre Fernando III, en él se reconocía el protectorado castellano sobre el reino musulmán murciano. De este modo Castilla ocupó gran número de fortalezas murcianas entre ellas la propia capital en mayo del mismo año. Pero no estaba resuelto el problema entre cristianos, desde 1238 hasta 1244 se sucedieron penetraciones y ocupación de fortalezas tanto por parte castellana como aragonesa en tierras murcianas, hasta solucionarlo con el tratado de Almizra en marzo de 1244(4), en este tratado, Castilla se hacía con el reino murciano y fijaban la delimitación en la parte oriental por la línea fluvial del Almanzora hasta Vera(1 y 6).
Alfonso X el Sabio (c) biografiasyvidas.com |
En la parte granadina, Alfonso X pacta con al-Ahmar en 1252 la entrega del valle de Purchena a cambio de importantes rentas y el protectorado castellano a Granada; sin embargo el rey castellano en 1258 cede el valle de Purchena al infante don Felipe, su hermano. Este señorío no duraría demasiado, ya que en 1266 al-Ahmar y su aliado Ibn Asqilula eran reconocidos por Murcia, y el valle del Almanzora y el Guadalentín pasan a depender de Granada(7).
Pero los castellanos no siempre cumplieron con las capitulaciones, lo que dio lugar a la revuelta mudéjar en la primavera de 1264 en todas las regiones fronterizas a Granada(6) dirigida en Murcia por al-Watiq y alentada por el granadino al-Ahmar(5) con la pretensión de incorporar el territorio murciano a su reino(1). Alfonso X y sus huestes castellanas eran insuficientes para hacer frente a los granadinos enviados por al-Ahmar, de este modo Castilla perdió Murcia, Cartagena y otras poblaciones a manos musulmanas, resistiendo Lorca, Orihuela, Alicante y varias localidades. Así, siguiendo con lo pactado en Almizra, doña Violante, esposa de Alfonso X de Castilla e hija de Jaime I de Aragón, pidió ayuda a su padre. El auxilio aragonés se realizó en dos fases: el infante don Pedro en acciones de castigo y don Jaime de ocupación. El rey aragonés concedió a los moros seguro para una jornada de marcha a los que quisieran emigrar, pero los almogávares conocedores de la marcha (según Ibn Idari) asaltaron a 30.000 musulmanes “en el lugar conocido por Warkal (Huércal), robando los cristianos a las mujeres y los niños y matando a todos los hombres con las espadas y lanzas...”(6)
Desde este momento la frontera se vuelve inestable, y las cabalgadas con asalto, incendio, tala, robo y cautividad producen en nuestra comarca un intenso vacío demográfico, propiciado por la prepotencia de los fronteros granadinos frente a la superioridad militar castellana(1).
Jaime II de Aragón (C) casarealdeespaña.es |
En 1291 Jaime II es nombrado rey de Aragón, y unos años después, en 1295 tras la muerte de Sancho IV de Castilla y la subida al trono del infante Fernando IV, el aragonés aprovecha la situación de regencia y la disputa de la corona castellana por Alfonso de la Cerda, para decidir intervenir sobre los territorios murcianos y anexionarlos, esto ocurrió durante este mismo año, provocando una guerra enquistada que continuaría 8 años hasta la firma del tratado de Torrellas en 1304(8).
A mediados del mes de abril de 1304 y hasta el 15 de agosto, Fernando IV concedió tregua a Jaime II y sus aliados con el fin de solventar el conflicto por la vía diplomática, adelantándose la firma de la paz en Torrellas el 8 de agosto, donde se situaba al río Segura como frontera meridional entre ambos reinos (es destacable que en la firma intervinieran el rey de Granada Muhammad III como súbdito de Castilla y el rey de Portugal Dionisio I como aliado de Aragón)(8), con este tratado se puso fin (supuestamente) a las disputas castellano-aragonesas...
Mapa de España en 1304 (c) equintanilla.com |
Según el padre Tapia, en mayo de 1304, mientras Castilla y Aragón negociaban la paz, en la frontera de Vera se produce el primer acto de hostilidad aragonesa contra Granada. Berenguer de Cardona, maestre del Temple de Aragón y Cataluña, Pedro de Monteagudo, procurador general de Murcia y Alabbas ben Rahu, jefe africano al servicio de Jaime II, con una columna de 400 jinetes y 150 infantes(9) (1500, según Torres Fontes)(10) entran a razziar (atacar por sorpresa) las comarcas fronterizas. El sábado, vísperas de Pentecostés (*), aparecen ante Zurgena, queman las mieses y recorren los montes vecinos en busca de ganado que no pudieron robar porque los pastores se habían refugiado en los castillos y casas fuertes. A mediodía(9) los aragoneses se dirigieron a Vera donde hubo enfrentamientos hasta llegar al arrabal y a las puertas de la ciudad, talan la huerta, y se dirigen a Cuevas, donde la guarnición se parapetó en su torre fuerte mientras los enemigos destruían las cosechas(7), pasan la noche en la huerta de Cuevas y al amanecer del domingo de Pentecostés suben por la orilla del Almanzora hasta Overa, talan su huerta y se encaminan a Huércal(9) donde atacan el castillo y queman las puertas molestados por las abejas que había en este. La llegada de tropas granadinas(7) en socorro de los sitiados formadas por 1500 jinetes, hizo que los aragoneses se reagruparan y pudieran vencerlos con más de un centenar de muertos musulmanes(10). Pese a la victoria, las tropas aragonesas se retiraron a hacer noche en la rambla de Nogalte, regresando al día siguiente a Lorca con un importante botín(9).
Labras heráldicas de Berenguer de Cardona en el castillo de Peñíscola (c) Wikipedia |
(*) Según el algoritmo de Gauss, el domingo de pascua del año 1304 fue el 6 de abril. Por tanto Pentecostés al ser 50 días después, fue el lunes 26 de mayo. Es decir, el sábado que al que se refiere el padre Tapia, es el SÁBADO 24 DE MAYO DE 1304.
(9) Historia de la Vera antigua. José ángel Tapia Garrido. Excma. Diputación Provincial de Almería. 1987. Pág. 215.
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